La llegada de la pandemia del COVID-19 es un momento de inflexión que traerá consecuencias y cambiará nuestras vidas durante los próximos meses, expresó el doctor Marco Antonio Jiménez García, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

El docente del programa de sociología opinó que estamos viviendo un momento muy difícil y complejo de definir, donde las posturas se sitúan en dos extremos: aquellos quienes piensan que no va a pasar nada y otros que ven esta pandemia como una gran catástrofe. “Yo creo que ninguna de las dos cosas, estamos en una situación complicada, compleja e inédita que hay que tomar en serio, pero con precaución”, señaló.

Sobre los cambios que traerá a la sociedad este fenómeno, Jiménez García explicó que existen dos puntos de vista, la primera, que esta situación provocará cambios positivos, pues ayudará a mejorar nuestras relaciones, nos volverá más amorosos, afectivos, solidarios y cuidadosos con nuestros seres queridos y quienes nos rodean, en contraparte, también se muestra preocupación porque las condiciones actuales pueden generar mayor violencia, incluso, se habla de un incremento de la violencia familiar y en contra de las mujeres.

Otra consecuencia de la irrupción de la pandemia sería el crecimiento de la desigualdad, pues quienes cuenten con mayor estabilidad y la posibilidad de cobrar un sueldo de forma periódica se distanciarán de aquellos que viven al día, que son más del 80 por ciento de los mexicanos.

Si bien, Jiménez García resaltó que los mismos ciudadanos pueden ser solidarios y ayudar en su entorno más cercano, como a sus familias o vecinos, enfatizó en que la intervención del gobierno será fundamental para generar empleos e ingresos para las personas más vulnerables.

El académico reflexionó sobre el papel que representa el miedo en este tipo de situaciones, pues consideró que las redes sociales y los medios de comunicación fomentan terror en la población. Describió que las noticias pasaron de reportar el narcotráfico y los crímenes a que el 80 por ciento de la información sea acerca del coronavirus: “Se trata de provocar miedo, pues una población con miedo puede ser más controlable, pero también imprevisible”, dijo, quien describió que las acciones como el saqueo de establecimientos por parte de ciertos grupos o las compras de pánico que agotaron el papel higiénico, son conductas irracionales.

Sin embargo, el sociólogo agregó que las grandes catástrofes, como las guerras o pandemias traen cosas positivas, pues las sociedades renacen y crean formas de organización distinta, sin embargo, también pueden dar como resultado individuos más ajenos y con mayor indiferencia.

El académico brindó una serie de consejos que las personas pueden adoptar para hacer frente a las condiciones actuales. Primeramente, señaló que se debe ser muy crítico y cuidadoso con el contenido que se tome de los medios de comunicación y de las redes sociales, después, se debe reconocer la necesidad de creer en algo que tenemos los seres humanos. “En lo podemos creer fundamentalmente es en lo que nosotros mismos hacemos todos los días. El saber que me voy a levantar, trabajar y tratar de ser amable con el de junto, no porque soy muy buena persona, sino porque si cuido a los otros me cuido a mí mismo”, explicó el docente.

Agregó que para sobre llevar mejor la cuarentena, no hay que llamarles a estas medidas “aislamiento” o “confinamiento”, pues estas palabras tienen un sentido negativo en sí mismas, más bien hay que repensarlas como un resguardo. “No decirle encierro, porque a veces uno se siente más encerrado en una multitud… Se puede estar en una manifestación y sentirse completamente solo. En cambio, en la casa se puede estar mucho mejor acompañado por una mascota, un libro, una buena película, una buena charla o simplemente por el silencio”.
Finalmente, recomendó estar preparado para los cambios y ser sensibles ante lo que pueda avecinarse, pues no se trata de creer que todo va a ser malo o bueno, sino ver que las cosas siempre han sido así y que el mundo no es cómo nosotros quisiéramos.