Una vela encendida; el grito de búsqueda: “Úrsula, Úrsula, contesta” retumba en el escenario y en cada una de las paredes del recinto. El silencio de los espectadores es sepulcral, no es para menos, la historia que presencian sacude cada uno de sus sentimientos, mente y quizá hasta su corazón. Eso que ven recreado por las actrices es lo que hoy día se vive en las calles, en las noticias y en los medios de comunicación: la búsqueda de una mujer que fue privada de su libertad, algo que sin duda duele y que quisiéramos que se acabe ya.

Como parte de los festejos por el 45 aniversario de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, se presentó en el Teatro Javier Barros Sierra la obra Los Perros, de Elena Garro: contó con las actuaciones estelares de Maricela Ramos Barrera, Diana Quetzall Bazán González, Fernando López Garay y Ricardo Barañano Santamaría, todos bajo la dirección de Laura Mirandé.

La obra narra de una manera desgarradora la realidad que viven hoy día las mujeres, rodeadas de injusticias en una sociedad patriarcal y de una cultura religiosa muy arraigada que somete lo mismo que idolatra. La historia se centra en Manuela y Úrsula, madre e hija, quienes tienen una buena relación pero que chocan en cuanto se aborda el tema del matrimonio, ya que un secreto puede desembocar en tragedia.

“¿Por qué habrías de tener la misma mala suerte?”, dice una ilusionada Manuela, mientras prepara el vestido que llevará su hija a la fiesta patronal en donde están puestas las ilusiones de que pueda encontrar ese hombre que la pueda sacar de casa, que le otorgue una vida sencilla, pero sin el peligro que ella vivió de joven.

Sin embargo, en una sociedad en donde la pobreza, en la que los patriarcas mandan y sus hijos se aprovechan de ello para cometer atropellos en contra de mujeres que no se someten a sus caprichos, Úrsula vivirá en carne propia la pesadilla que su madre tuvo que afrontar siendo una jovencita y en donde el patrón de violencia, secuestro y abuso se repite como una maldita herencia de sangre.