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• Hablan sobre los efectos de los vapeadores en el cuerpo y los cambios provocados por la pandemia

La Semana del Deporte y la Salud, organizada por la Red de Responsabilidad Social, espacio donde especialistas compartieron datos y estadísticas para que la comunidad universitaria tome decisiones informadas respecto al cuidado de la salud.

En la Sala de usos múltiples del Edificio A-8 tuvo lugar la conferencia ¿En qué consiste el vapeo?, donde Erika del Rocío López Fuertes, trabajadora social de Centros de Integración Juvenil Naucalpan, habló sobre el uso de vapeadores, artefactos creados con la intención de ofrecer una transición para dejar el consumo del tabaco tradicional.

Comentó que entre los mitos acerca de estos artefactos (también conocidos como vape, vaporizador o cigarro electrónico) está que “hacen menos daño”, sin embargo, algunos contienen hasta siete mil químicos, entre ellos aceite de cannabis y fentanilo. Otro problema, destacó, es que el uso vapeadores es más constante por la falta de olor, que permite usarlos en lugares públicos, además, no están lo suficientemente regulados y carecen de control de calidad.

López Fuertes advirtió que los vapeadores provocan afectaciones a corto, mediano y largo plazo, como lesiones pulmonares, cardíacas, al sistema nervioso central, reproductivo y circulatorio, además la pérdida de piezas dentales por artefactos de mala calidad que suelen explotar.

La ponente invitó a los asistentes a ingresar a cij.autodiagnostico.gob.mx, donde a través de cuestionarios realizados por expertos, pueden valorar la atención en temas como consumo de tabaco, alcoholismo, depresión o violencia de pareja. También invitó a la comunidad a acercarse a Centros de Integración Juvenil Naucalpan a través del Departamento de Atención a la Comunidad Estudiantil de la FES Acatlán o mediante el teléfono 5553743576.

En la videoconferencia Postpandemia. ¿Qué pasará con nuestra salud?,el doctor Eduardo Almanza Madariaga, médico cirujano y especialista en pediatría, consideró que el 90 por ciento de la población tuvo contacto o contagio con la COVID-19, con o sin presentar síntomas, además, la llegada de la pandemia orilló a la sociedad a experimentar cambios tecnológicos y de prevención. “Podemos hablar de antes de la pandemia y después de la pandemia”, sintetizó.

El ponente habló sobre algunas de las pandemias más letales de la historia, como la Plaga de Justiniano, en la que murieron entre 25 y 50 millones de personas, entre los años 541 y 549; la Peste negra, que acabó con el 60 por ciento de la población europea; y la Gripe española, con la que fallecieron más de 100 millones de personas entre 1918 y 1919. En este sentido, el profesor del campus señaló que las pandemias provocan consecuencias sociales, pues las personas colapsan por el terror y la paranoia, además, desobedecen las leyes y excluyen a enfermos o médicos, muestra de ello fueron las llamadas “fiestas COVID” o los ataques al personal de salud.

Almanza Madariaga consideró que la salud es cuestión multifactorial y una lucha individual y colectiva. “La imposibilidad de acceder a las necesidades básicas es sinónimo del deterioro de la salud y pronóstico de peligro y daño”, dijo el ponente. Mencionó que la COVID-19 provoca a efectos a largo plazo, algunos de los cuales apenas se están conociendo debido a lo reciente de la enfermedad, de ahí la importancia de continuar con las medidas de prevención y vacunarse contra el virus para protegerse uno mismo y a los demás. 

  

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