• Hace 50 años la primera generación de Derecho de Acatlán comenzó a cursar la licenciatura

En el Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos, los integrantes de la primera generación de Derecho regresaron su alma mater, ahora Facultad de Estudios Superiores Acatlán, donde volvieron a ver a compañeros y profesores para celebrar todo lo logrado en 50 años de historia.

Hace cinco décadas comenzó el camino de la primera generación, quienes, en 1974, cursaron la licenciatura, primero en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Cuautitlán, pero, en 1975, mudaron a Acatlán, institución que entonces abrió las puertas. 

Los alumnos y profesores de esa primera generación recibieron reconocimientos por el legado que dejaron a esta Facultad, de igual forma, guardaron minutos de silencio por todos quienes ya no están presentes, recordados con cariño por formar parte de la aventura.

Durante el mensaje a la generación, el Director interino de la FES Acatlán, maestro Adalberto López López, felicitó a los universitarios por conmemorar el inicio del camino, hace 50 años los primeros estudiantes de Derecho llegaron al edificio A-4 de Acatlán.

López López señaló que los universitarios vivieron todo tipo de anécdotas, alegrías, satisfacciones, reconocimientos, e incluso algunas tristezas y decepciones, todas esas experiencias los moldearon no solo como excelentes profesionistas de Derecho, sino también como personas de bien, quienes ahora regresan con gratitud y cariño a la institución que los formó y les brindó sentido de pertenencia y de calidad humana, declaró el director.

La licenciada Emilia Alejandrina Silva Pérez comentó a los integrantes de la primera generación, a quienes dijo que hace casi medio siglo, la ENEP Acatlán nació como propuesta audaz y valiente para aquellos que buscaban continuar la educación. La universitaria resaltó que la primera generación resultó guardiana y pionera, pues ahora la FES Acatlán es oasis de conocimiento, bastión de excelencia y compromiso social.

“Más allá de los logros individuales, lo que verdaderamente distingue a nuestra generación es el espíritu de unidad y solidaridad que nos une a través de los años… somos una familia unida por el amor a nuestra alma mater y el respeto mutuo, una hermandad que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio”, expresó Silva Pérez.

El magistrado presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, invitado de honor a la conmemoración, indicó que los egresados de la UNAM: “nacimos y vivimos por la Universidad, por ella somos lo que somos”. Reconoció a los miembros de la generación como pioneros, encargados de construir piedra sobre piedra el prestigio de la institución. “Sus nombres y labor están inscritos en los anales de la historia”, resaltó.

Como integrante de la generación 1974-1977, el licenciado José Antonio Sixtos Ortega, coordinador de Cuerpos Colegiados del campus, consideró que, junto con otros compañeros, como triplemente privilegiados fundadores de Acatlán: todos tienen el honor de ser parte de la UNAM; porque tuvieron profesores de alto nivel, en aquella época Acatlán acogió a asilados políticos del sur de Latinoamérica; y, como generación han logrado caminar juntos “en las buenas y en las malas”, lo que les permitió formarse como jueces, ministerios públicos, diputados, senadores, secretarios de gobierno, litigantes y magistrados.

Sixtos Ortega instó a los colegas agradecer a todos aquellos que los acompañaron en el trayecto. “Anécdotas hay muchas, tenemos muchos recuerdos, pero, ante todo, debemos ser agradecidos con la vida, con sus padres, innegablemente, que ya se nos adelantaron; con esta gran Universidad Nacional Autónoma de México, con nuestra querida Acatlán y con nuestros maestros y maestras que pusieron el alma para que estas semillas dieran sus frutos”.

Al terminar la ceremonia, la primera generación compartió anécdotas, recuerdos y buenos deseos, y juntos, entonaron el Goya, recuerdo del orgullo universitario.