Archivo para la categoría Sin categoría:
POR ADRIANA CERVANTES SOTO
El lobo de Wall Street (2014), dirigida por Martin Scorsese, se basa en el libro homónimo de Jordan Belfort. Es una propuesta diferente al tema del fraude financiero en el mercado de valores y los abusos de Gordon Gekko, tocado con anterioridad por Oliver Stone en Wall Street.
Leonardo Di Caprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey y Kyle Chandler conforman el reparto, el guion es del escritor de televisión Terence Winter (creador de Los Sopranos y Boardwalk Empire). Siete años tardó la filmación, después de que Leonardo Di Caprio leyera el libro y se obsesionara con la idea de llevar a la pantalla grande una historia de ambición desmedida.
No obstante el sabor de derrota que la acompaña, pues no logró ningún premio Oscar, (luego de generar gran expectativa como “segura ganadora”), nadie le quita haberse convertido en un fenómeno de taquilla, al recaudar más de 300 millones de dólares en su proyección mundial. Los 180 minutos de rodaje están plagados de imágenes extravagantes, donde se muestra el mundo de la bolsa: acumulación, avaricia y poca moral del depredador de Wall Street, Jordan Belfort.
En el Lobo de Wall Street, el todavía galán y ya no L’enfant terrible Leonardo Di Caprio da vida al excéntrico broker que decía ganar más de 50 millones de dólares al año y despilfarró su inmensa fortuna en caprichos, mujeres, sexo ocasional, autos deportivos, yates, lujosas casas de playa, drogas y alcohol, pero cayó estrepitosamente por no medir su distancia con los encargados de aplicar la justicia.
Belfort enfrentó cargos del FBI por estafa en 1998, se declaró culpable y colaboró con el gobierno estadounidense para castigar a sus cómplices, por ello le redujeron la pena carcelaria a 22 meses; eso sí, lo obligaron a pagar 100 millones de dólares a los accionistas estafados.
Jordan Belfort vive ahora en Los Ángeles, en una zona popular y solamente conserva como recordatorio de tiempos mejores un reloj Bulgari y un cuadro que decoraba uno de los dormitorios de su yate. Los detalles de sus fechorías los plasmó en dos libros, cuyas ganancias le han permitido librarse de buena parte de su deuda: El lobo de Wall Street y Atrapando al lobo de Wall Street.
En el trabajo fílmico de Scorsese se percibe un toque de humor negro, hay situaciones que rayan en lo absurdo, él la define como “la historia de una locura, de la obscena mentalidad de un negocio podrido, y así lo quise mostrar. Sin prebendas, con toda la libertad que necesitaba para dejar clara la impunidad con que se movían mis sujetos”. Sin embargo, no busca ser moralizante, ni una oda al delito, pero sí provocar controversia. Los críticos han sido implacables con el derroche de excentricidades.
Basta señalar que la vida supera la ficción y las personas no siempre se redimen, como en este caso, ya que Jordan Belfort sigue sin pagar el total de su deuda a las víctimas de sus estafas.
POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA
Más allá de la montaña (The Mountain Between Us, 2017), es una de esas películas que prometen demasiado, pero al final salen debiendo. Con un elenco encabezado por la multipremiada Kate Winslet e Idris Elba, la cinta, filmada bajo la dirección de Hany Abu-Assad, resulta un melodrama al mero estilo de Hollywood que se empeña al extremo por llevar a buen puerto a los protagonistas.
Despierta interés pues la encabezan dos de las estrellas cinematográficas más importantes de los últimos años, ambos con trabajos notables tanto en cine y televisión.
En el caso de Kate Winslet, ganadora de un premio Oscar por Mejor Actriz en 2009 debido a su notable trabajo en The Reader (Stephen Daldry, 2009); es destacable su participación en Revolutionary Road (Sam Mendes, 2009), pues con esta cinta se hizo acreedora a un Globo de Oro por Mejor Actriz; y qué decir de su intervención en la película dedicada al célebre Steve Jobs (Danny Boyle, 2015) que también le mereció otro Globo de oro, pero por Mejor Actriz de Reparto, en 2016.
En el caso de Idris Elba su trabajo actoral destaca más en la pantalla chica, gracias a miniseries de televisión como Luther (2011), producida bajo el sello de la BBC, donde encarna al detective John Luther.
El director Hany Abu Assad es un cineasta que viene precedido de un éxito notable; basta recordar en 2006 su trabajo en el largometraje Paradise Now, el cual recibió un Globo de Oro a la Mejor Película en Lengua no Inglesa y contó con una nominación al Oscar, en la misma categoría.
Sin olvidar su trabajo en Omar (2013), cinta considerada por la crítica especializada como la primera película de manufactura palestina en alcanzar repercusión internacional y ser nominada en el renglón de Mejor Película en los premios Oscar.
Con este cóctel de buenos ingredientes se esperaba que Más allá de la montaña, resultara un referente en la cartelera. Sin embargo, no fue así. Esto a pesar de estar basada en la novela homónima de Charles Martin y que tiene por argumento central el encuentro inesperado entre dos pasajeros que acaban de perder su vuelo, debido a las intensas tormentas.
La trama comienza cuando la protagonista Alex Martin (Kate Winslet) propone a Ben Bass (Idris Elba) rentar una avioneta para llegar a su destino. Ambos son pasajeros varados, pero ella, fotógrafa profesional, debe llegar urgentemente a su destino, pues está a punto de casarse.
Suben a una pequeña aeronave y sufren un aparatoso accidente que los deja aislados en lo alto de una montaña; el piloto fallece, no así el perro que lo acompaña y que ahora será la única compañía de ambos pasajeros, quienes prácticamente se quedan sin provisiones.
Incomunicados y con heridas, comienzan una larga travesía por la montaña, ello los enfrenta a todo tipo de obstáculos, el más grave de los cuales es la falta de víveres, además de bajas temperaturas y amenazas con animales salvajes.
A pesar de que el director se esmera, la situación de la pareja se vuelve insostenible, poco creíble. Si bien en el cine existe una complicidad implícita entre público y realizador para llevar por buen camino las historias, aquí dicha comunión simplemente no se da.
Los recursos utilizados por el director parecen sacados de la chistera y no logran justificarse. La historia de amor poco a poco florece entre los protagonistas, bajo un esquema de clichés que se imponen.
La historia se le escapa de las manos a Hany Abu Assad y pasa de ser un melodrama, prometedor al típico argumento que privilegia el cuento de amor descafeinado. A mitad de la película, sin demasiado esfuerzo, el espectador sabe en qué terminará el relato.
Esta cinta está lejos de otras producciones que abordaron este tipo de percances aéreos. Entre las más notables destacan Sully: hazaña en el Hudson (2016), basada en el acuatizaje logrado por el capitán Chesley Sullenberger el 15 de enero de 2009, en el río Hudson; El vuelo (2012), Un día para sobrevivir (2011), Al filo del peligro (1997) y Viven (1993), ésta última basada en el libro del mismo nombre que recoge la experiencia de los sobrevivientes de los Andes en 1972, tras el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.
POR LETICIA URBINA ORDUÑA
La cinematografía chicana cuenta con cientos de películas de ficción, algunas basadas en hechos reales y otras con tramas que reflejan su realidad comunitaria, pero construidas sobre un tema de peso para la comunidad. Sin embargo, poco se habla de otro gran producto fílmico de esa cultura, que es el documental.
En 2014 hubo un “Primer Festival de Cine Documental Chicano” en México, pero fue el primero y el último. Y no es por falta de documentales: para esa fecha se sabía de al menos 400 producciones de ese tipo, de las que la inaugural fue I am Joaquín, basada en el poema homónimo de Rodolfo Corky Gonzales (así, con s y sin acento), que fue transmitido por la televisión pública estadounidense en plena era de la lucha por los derechos civiles.
Antes que poeta, Gonzales fue boxeador y activista. Escribió en 1967 el poema que luego produciría el Teatro Campesino en forma de documental, bajo la dirección de Luis Valdés. «Aquí estaba por fin nuestra canción colectiva, y llegó como un trueno venido del cielo» aseguró al periódico El País Juan Felipe Herrera, catedrático de la Universidad de California-Berkeley, cuando murió Corky, en 2005. La gente lo adoptó como símbolo de identidad, lo publicaron todos los diarios chicanos de Los Ángeles y la gente sacaba copias o las pegaba hasta en los postes de teléfono.
Por eso no es de extrañar que fuera elegido por Valdés apenas dos años más tarde, en plena efervescencia del Movimiento Chicano, para proyectarse en la Public Broadcasting Service, con la lectura del poema por parte del propio cineasta y la musicalización hecha por su hermano Daniel.
Las imágenes son fijas, algunas de ellas son fotografías del propio movimiento y otras fueron tomadas de pinturas sobre la historia de México, además de muchas de la Revolución Mexicana, que pueden atribuirse al archivo Casasola. La primera toma es de un sol amarillo sobre un cielo rojo, pero muchas imágenes posteriores serán en blanco y negro o en sepia.
El título alude a Joaquín Murrieta, famoso bandido desde la perspectiva anglosajona y héroe opositor si atendemos a la visión chicana. Al principio, el poema habla de la tremenda confusión de ser y no ser parte de una sociedad:
“Yo soy Joaquín,/ Perdido en un mundo de confusión,/ Atrapado en el remolino de una sociedad gringa (…) Mis padres han perdido la batalla económica/ y han ganado la lucha de supervivencia cultural”.
Luego se enfoca en la historia de México, desde el mundo indígena hasta la pérdida de la mitad del territorio para enfocarse, a partir de ese momento, en la historia del pueblo chicano. Se suceden entonces las fotografías de los Brown Berets (Boinas Cafés, brazo armado del movimiento al estilo del Black Power), de la Marcha a Sacramento, de César Chávez y de otros activistas chicanos como Reies Lopez Tijerina y los miembros del Partido de la Raza Unida.
Muchas de esas fotografías tienen un enorme valor testimonial, pero muy baja calidad para ser llevadas a la pantalla; aun así, su fuerza emotiva es tremenda cuando se conoce el sufrimiento del México de allá: la muerte de los chicanos en Vietnam por defender a un país que luego los rechaza, la persecución del hispanohablante, los humillantes letreros en comercios anglosajones que avisan no atender a negros, perros y mexicanos –en ese orden– y un largo listado de querellas que hay que tener presentes en la era Trump.
Para los ojos jóvenes puede resultar un tanto lento y las imágenes poco significativas si no les son explicadas; sin embargo, cabe recordar que el poema y el documental le dieron forma, además de sentido a la lucha de un pueblo cuyo delito fue tener raíces en México: una canción colectiva, como un trueno venido del cielo.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en septiembre de 2018, edición 174 del boletín informativo CineAdictos, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
POR NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO
Coincidencia o no, en una época en que pareciera políticamente correcto dar mayor espacio a las mujeres, destaca en la curaduría de la Segunda Semana de Cine Canadiense la selección de siete filmes en los que participan cuatro jóvenes directoras: Myriam Verreault, Aisling Chin-Yee, Sophie Deraspe y Monia Chokri; por tanto, en este aún joven encuentro fílmico, prevalecen las miradas femeninas.
La industria cinematográfica internacional sigue siendo dominada por hombres y el hecho de tener ante nosotros cuatro visiones femeninas es motivo suficiente para tomarse en cuenta, sumado a que todas ellas son directoras emergentes, a quienes acompañan las miradas experimentadas de los directores consolidados Atom Egoyan y Xavier Dolan, así como la dupla de Calvin Thomas y Yonah Lewis, quienes ya empiezan a figurar en la escena mundial.
Nueva Era Films, principal responsable de traer a nosotros cine canadiense actual, eligió marzo, mes en que se ha conmemorado precisamente el Día Internacional de la Mujer, para presentar diferentes formas de vida en un país cosmopolita que mezcla en su cotidianeidad muchas culturas, donde el mestizaje permea expresiones sociales y culturales de forma muy visible.
En todos los casos, los filmes que podremos ver en la sala del Teatro Javier Barros Sierra de la FES Acatlán tienen probada calidad; fue exitoso su paso por los principales festivales de cine de 2019, en especial Cannes, Venecia y Toronto.
Es tiempo de darle un mayor lugar al cine canadiense, el cual tiene un estilo propio. Se pueden distinguir semejanzas con las producciones de Hollywood, pero también con la forma en que se hacen los filmes en Francia, la cuna del cine.
En algunos casos podremos encontrar referentes en otras vertientes europeas, pero si analizamos con profundidad nos daremos cuenta de que es diferente en forma y fondo. Además de estar bien hecho, presenta opciones para todos los gustos. Cuatro de las películas de la Segunda Semana de Cine Canadiense retratan estilos de vida en Quebec, donde se habla francés, y los otros tres del territorio anglófono.
Invitado de honor (Atom Egoyan, 2019) se estrenó en el Festival de Cine de Venecia de 2019 y luego participó en el Festival Internacional de Cine de Toronto. En ambos casos la crítica especializada ha sido más dura que benevolente, pues en el filme se puede ver que el estilo de su director encuentra ecos de sus rodajes anteriores, con personajes tristes que lidian con el sufrimiento, viven desesperados y, en algunas ocasiones, contrario al dramatismo que de ellos se espera, terminan siendo cómicos.
Kuessipan (Myriam Verreault, 2019) invita al espectador a valorar la importancia de la amistad fraternal, la cual sale a flote no obstante las pruebas de fuego que se puedan enfrentar por conflictos familiares, de pareja, proyectos, vocaciones o decisiones aparentemente contrarias a la lealtad. Aquí el factor de raíces en una comunidad nativa sirve de pretexto para visualizar una cara poco conocida de Canadá. Luego de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2019 ha tenido un exitoso recorrido por más de 50 festivales internacionales.
Mentira blanca (Calvin Thomas, 2019) explora temas por demás actuales: el impacto de las redes sociales en la cultura contemporánea; la polarización social ante lo que se decide identificar como “justicia”; la compasión expuesta por medio del veloz e implacable internet en los casos de enfermedades crónicas y/o terminales; la manipulación y la mentira con fines económicos encarnados por una protagonista que desafía al público a ir al fondo de sus propios escrúpulos, capaz de generar tanto rechazo por sus turbios objetivos, como “admiración” por lo osado de sus actos cínicos y carentes de justificación.
Lo que queda de nosotras (Aisling Chin-Yee, 2019) plantea la posibilidad de que dos “enemigas naturales” deban reinventar sus proyectos de vida a partir del fallecimiento del hombre que las unía: la primera y segunda esposas, con sus respectivas hijas, conviviendo bajo un mismo techo, procesando su duelo, la tragedia y el abandono en que las ha dejado, en el primer caso por voluntad, en el segundo por las circunstancias de la muerte. Son mujeres con diferentes personalidades y temperamentos, con problemas complejos, en un entorno poco amigable, obligadas a ser honestas entre ellas y consigo mismas.
Antígona (Sophie Deraspe, 2019) se presenta como una imperdible oportunidad de refrendar la calidad de una de las tragedias clásicas griegas más importantes, adaptada a la época y problemas actuales. Reflexiona sobre la experiencia de los refugiados en Canadá, quienes no están exentos de enfrentar una sociedad indiferente, en un país donde la tolerancia pareciera algo solamente superficial. Aunque seguramente es la película más compleja de las que integran este ciclo, también es la que dejará huella más profunda en un público como el de nuestro país, por la exaltación que hace del amor y lealtad familiar, de la pobreza y la desigualdad de oportunidades.
Matthias y Maxime (Xavier Dolan, 2019) es un filme fiel al estilo ya conocido de este realizador, que muestra a sus protagonistas enmarcados por las dudas de identidad sexual. Nuevamente Dolan interpreta a un personaje cuya madre abusiva no aprecia la bondad de su hijo. Ocho películas en su trayectoria y sigue quejándose de su progenitora, al mismo tiempo que vuelve a señalar que la sexualidad no normativa aún conlleva estigmas en las sociedades “modernas”. No obstante es una película divertida, con una historia de amor sincera que nace de la amistad y representa otra opción para analizar la inadaptación del individuo, la necesidad de desprenderse de los conflictos para encontrar la tranquilidad propia y llegar a la absoluta sinceridad.
La mujer de mi hermano (Monia Chokri, 2019) es, para los amantes de la comedia dramática, una excelente oportunidad de llegar hasta la catarsis con la historia de dos hermanos aferrados a la muy actual definición de “chavorruquez”: ella con el pretexto de ser la eterna estudiante a quien su proyecto profesional la mantiene soltera y endeudada; él con sobrada autoestima, exitoso profesionista y permanente conquistador, ambos en conflicto por su apego fraternal. Aquí prevalece el tono carente de sutilezas, las escenas rayan en lo caricaturesco, los diálogos son sarcásticos y el humor negro permea el guion. El espectador debe responder a esta cuestión: “No somos jóvenes ni viejos, ¿qué somos entonces?”
Queda pues en las manos de nuestros lectores la información que les permita tomar la mejor decisión para ver una, varias o todas las películas de la Semana de Cine Canadiense, así como la invitación para valorar la proyección de estos títulos en nuestro Campus, acudiendo al Centro Cultural Acatlán.
NOTA: ESTA EDICIÓN SE REALIZÓ ANTES DE QUE LAS AUTORIDADES DE LA UNAM DETERMINARAN LA SUSPENSIÓN DE ACTIVIDADES EN TODOS LOS CAMPUS. SE PRESENTA AQUÍ CON OBJETO DE QUE EL PÚBLICO SE FAMILIARICE CON ESTAS PELÍCULAS Y, EN CUANTO LA COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN CULTURAL DE LA FES ACATLÁN ESTÉ EN POSIBILIDAD DE REPROGRAMARLAS, HABRÁ MAYOR DETALLE SOBRE LAS FECHAS Y HORARIOS PARA LOS TÍTULOS QUE A CONTINUACIÓN SE DESCRIBEN.
Keta es una maquillista que además de ser una mujer de talla grande, con unos muslos enormes y un gran trasero, tiene grandes sueños y aspiraciones. El problema es que se encuentra envuelta en el desempleo y las deudas, además de que su adicción a la marihuana y su cabello color de rosa le hacen imposible conseguir trabajo.
Su situación llega a ser tan desesperada que tiene que pedir ayuda a Lucrecia, la dealer más famosa de las redes sociales, quien convierte a Keta en una dealer como ella. Con la regla de “no meterse nada lo que vendes”, y “nunca fiar”, en la comedia El viaje de Keta vemos como la protagonista termina repartiendo en bicicleta y tacones todo tipo de drogas por la ciudad a personajes de lo más bizarros que van desde su casera hasta una actriz de telenovelas, pasando por una pareja de «swingers», una ama de casa de la alta sociedad y una monja del bajo mundo.
Película no recomendada para menores de 18 años.
Teatro Javier Barros Sierra del Centro Cultural Acatlán
Miércoles 11 de marzo
11:00, 13:30, 16:00 y 18:00 h
$25.00 UNAM
$50.00 General
Charla con parte del elenco después de la función de las 13:30 h
POR RAQUEL ILEANA ALEJANDRO JUÁREZ y ALEXANDRA ENRÍQUEZ ROQUE *
Este año se conmemoran los 100 años del nacimiento del gran director y guionista italiano Federico Fellini (Rímini, Italia, 20 de enero de 1920- Roma, Italia, 31 de octubre de 1993), quien llegó a ser un gran cineasta capaz de retratar la belleza cotidiana de Italia, crear una nueva manera de contar el mundo desde sus sueños y llevar a la pantalla grande el lado más grotesco de sus propios recuerdos.
En la filmografía de Federico Fellini destacan: Las noches de Cabiria (1957), La Strada (1954), La Dolce Vita (1960), 8½ (1964), Roma (1972), Amarcord (1973), Julieta de los espíritus (1965), Casanova (1976), Ensayo de orquesta (1978), Y la nave va… (1983).
En cada una de sus películas utiliza los mismos elementos y resalta el protagonismo de sus personajes “de circo, payasos, mujeres gordas, porque justamente de esto se trataba el cine de Fellini, de tener ahí la presencia de estos personajes que él veía como de la vida real y cotidiana, para meter una dosis de burla, de divertimento, pero también otra forma de ver lo cotidiano”, como lo explica en entrevista para CineAdictos (CA) el profesor José Antonio Íñiguez Martínez (JAIM), quien por más de tres décadas ha formado a generaciones de profesionales de las licenciaturas de Comunicación y Diseño Gráfico.
José Antonio Iñiguez Martínez, experto en materias como Fotografía, Diseño Editorial por Computadora, Cine y Literatura, Arte y Comunicación, nos guía para comprender un poco más sobre la trascendencia de Federico Fellini en el cine.
CA: ¿Qué opina del cine de Federico Fellini, de la música que seleccionaba, los actores a los que recurría, guiones, fotografías?
JAIM: Fellini es uno de los grandes emblemáticos del cine, de los incuestionables y de los que marcó pauta en un cine diferente; para cualquier interesado en el cine Fellini es un imprescindible, un tipo que hay que ver, conocer, disfrutar, porque es el generador de un estilo en muchos sentidos.
CA: ¿El circo como elemento de sus obras?
JAIM: Se convirtió en un clásico de él, porque empezó a utilizar personajes de circo, payasos, mujeres gordas, porque justamente de esto se trataba el cine de Fellini, de tener ahí la presencia de estos personajes que él veía como de la vida real y cotidiana, para meter una dosis de burla, de divertimento, pero también otra forma de ver lo cotidiano.
CA: ¿Qué hay del acompañamiento musical de Nino Rota en todas sus películas?
JAIM: En el cine la música es casi siempre indispensable y así como Fellini otros muchos directores que hacen cine de autor forman sus propios grupos de trabajo, trabajan casi siempre con los mismos actores, con el mismo fotógrafo, esto lo podemos ver en Bergman, con Markovsky, así que Fellini no hace la diferencia, forma un grupo muy sólido de trabajo; en el ámbito musical también logra impregnar con su estilo cada una de sus películas que, por supuesto, apoya al discurso cinematográfico.
CA: ¿Cómo asimilar o explicar las razones que lo llevaban a declarar abiertamente que era un cineasta que nunca iba al cine?
JAIM: No es un caso único, hace poco veía una entrevista a un director quien decía: “no veo mucho cine, ni leo muchas cosas de cine, no me lleno la cabeza de otro tipo de historias, yo nomás me la paso con mi esposa”. No es la excepción, hay quien no ve sus propias películas, hay quien trabaja en ellas, las ve, por supuesto, pero no está haciendo un comparativo ni un análisis con otros directores, ni nada de esto.
CA: «Hablar de sueños es como hablar de películas, ya que el cine utiliza el lenguaje de los sueños: años pueden pasar en segundos y se puede saltar en un lugar a otro», ¿qué opina de esto que decía Federico Fellini?
JAIM: Que tiene toda la razón; hay quien dice que el cine es mejor que la vida y esto se aplica ahí. Esto lo decía François Truffaut, si no mal recuerdo, y efectivamente, gracias al lenguaje cinematográfico es posible jugar con el tiempo y el espacio todo el tiempo.
Mucho más fácil que en otras manifestaciones artísticas.
CA: ¿Cómo rescatar la trascendencia del trabajo y de los logros de Fellini?
JAIM: Es una labor universitaria; hablo de preparatoria y universidad, y por otro lado es una encomienda para el Estado, que debería hacer festivales. En la Cineteca (Nacional) se hace, en la UNAM también, pero digamos que hacer campañas para nuevas generaciones, para irlos introduciendo al mundo del cine, del buen cine.
CA: ¿Qué elementos de Fellini cree que encontramos en el cine actual?, ¿en qué películas concentraríamos ejemplos?
JAIM: Hay muchos directores que toman estos elementos, el mismo Tim Burton, en muchas de sus películas, pero hablar de un cine, en general, con el influjo de Fellini, creo que me cuesta trabajo decir puntualmente qué sí y qué no, yo creo que su cine fue producto de una época, es único y probablemente irrepetible.
CA: ¿Cuáles son las principales aportaciones de Fellini?
JAIM: Su forma narrativa, personajes grotescos, circenses, su música, el ritmo que le da a sus películas, su genialidad, yo diría. Aunque él alguna vez dijo “no siempre se puede ser genio”, yo creo que él sí era un genio con sus altibajos, pero era un tipo capaz de hacer lo que le pegaba la gana y que a la gente le gustaba e interesaba.
CA: ¿Cuál es su película favorita de este director?
JAIM: Conozco toda su obra y yo diría que me gustan todas. Si tuviera que escoger, la emblemática 8 ½ que me parece una película súper interesante, bien estructurada, nos cuenta cómo se hace el cine, de alguna manera.
CA: ¿José Antonio Iñiguez ha recibido la influencia de Federico Fellini?
JAIM: Uno es producto de muchos influjos, sobre todo en materias de arte y humanistas, pero probablemente en saber que un proceso creativo puede ser muy divertido y le puede gustar a todo mundo por más complicado que sea. Yo creo que esa sería una gran lección de Fellini, para los que somos asiduos al cine y al arte en general.
* Raquel Ileana Alejandro Juárez y Alexandra Enríquez Roque realizan Servicio Social en el Programa de Promotoría Cultural.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en febrero de 2020, edición 187 del boletín informativo CineAdictos, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA
Filmada en un gran plano secuencia que parece no tener fin, con 1917 Sam Mendes logra un retrato intimista que sigue la misión de un par de soldados del ejército inglés, a quienes se les ordena abandonar las trincheras y salir a campo abierto para avisar a otro batallón que los soldados alemanes han fingido una retirada, ello podría ser una trampa y ocasionaría mil 600 muertos.
A partir de esta misión: entregar una carta que evite miles de bajas en la Primera Guerra Mundial, Sam Mendes narra el heroico calvario de dos jóvenes con escasas posibilidades de supervivencia. Con profundas tomas en las que se captan infinidad de detalles del frente de batalla, logra sumergir a los espectadores en los miedos, la incertidumbre y el deseo de sobrevivir. En los 119 minutos que dura este largometraje no se perciben los cortes de edición.
La proeza técnica alcanzada por el realizador británico, acompañado por la asesoría del experimentado director de fotografía Roger Deakins y de la empresa Arriflex, vieja aliada de la industria cinematográfica, especialmente de las grandes productoras de Hollywood, representa un hito en la historia contemporánea del Séptimo Arte.
El largometraje conjuga el talento de estos dos grandes de la cinematografía con el desarrollo de una cámara que les permite conseguir escenas que rayan en la perfección técnica y que van más allá de un objetivo meramente estético.
Gracias a la ayuda de esta cámara, Sam Mendes consigue retratar, de manera muy cercana, a los persona-jes en el campo de batalla, tal y como lo tenía previsto desde la planeación del rodaje. La cámara, especialmente creada para la filmación de 1917, está equipada con un sensor óptico capaz de registrar hasta el más mínimo detalle, logrando efectos de profundidad inéditos.
El gran plano secuencia permite al espectador seguir la travesía de los protagonistas desde las trincheras fangosas, los valles, los sótanos infestados de ratas, bosques y ríos hasta las batallas que se libran en el aire por los ejércitos combatientes, sin descartar aquellos escenarios un tanto inverosímiles, que el realizador comparte en gran complicidad con su público. Necesario es remarcar que el peso de la película recae en las interpretaciones de Georges MacKay y Dean-Charles Chapman.
Sam Mendes ha logrado una película redonda, no sólo por el dominio del lenguaje cinematográfico, basado en ese gran plano secuencia del que ya se habló, sino también por el manejo de la luz, el sonido, color y ritmo que imprime a cada una de las escenas que va mostrando de manera calculada y sistemática. Ante la lente aparecen expresiones de alegría, desesperación, dolor y esperanza que transmiten los personajes.
Nada escapa al ojo de este director que, con gran agudeza, retrata una historia intimista, alejada de todo cliché, sobre todo cuando se tiene como telón de fondo un hecho histórico. No es una película más de cine bélico, estamos ante una cinta poderosa, entrañable, emotiva, relacionada con valores como la solidaridad, amistad y el deber cumplido.
La supervivencia se vuelve una premisa a lo largo del filme. El ser humano y su circunstancia son los ejes. La voluntad inquebrantable por seguir existiendo, a pesar de estar en un mundo cruel, caótico y violento, donde la esperanza no termina, a pesar de las trincheras, las ciudades derruidas y cientos de cadáveres semienterrados.
A cada instante los protagonistas se hacen las mismas preguntas: ¿Vale la pena seguir adelante con una guerra absurda que terminará con los sueños de hombres y mujeres? ¿Es mejor dar media vuelta y regresar a casa con los suyos?
Como en toda conflagración, el ser humano es visto como carne de cañón, mientras los “dueños” del mundo mueven sus piezas a su antojo sobre el tablero, a manera de un juego perverso de ajedrez, decidiendo en qué momento viven o mueren sus peones.
Hasta ahora, 1917 es la mejor película que ha filmado Sam Mendes, por encima de su gran éxito Belleza Americana (American Beauty, 1999).
Para los amantes del cine de autor, 1917 representa un poema visual de principio a fin.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en febrero de 2020, edición 187 del boletín informativo CineAdictos, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA
Más que documental, 1994 es un complejo testimonio visual que da cuenta de la serie de acontecimientos en el ámbito político, social y económico que estremecieron a la opinión pública de nuestro país en aquel año.
Se integra con cinco capítulos, dirigidos por el destacado escritor y cineasta Diego Enrique Osorno, para quien representó todo un reto reunir los testimonios de personajes que se vieron, de manera directa o circunstancial, envueltos en acontecimientos como los asesinatos de Luis Donaldo Colosio (candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional) y José Francisco Ruiz Massieu (secretario general del mismo partido político).
Otros momentos significativos fueron el levantamiento Zapatista de enero de ese año, la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la crisis económica que golpeó los bolsillos de millones de mexicanos y fue conocida como “el error de diciembre”.
Testimonios del expresidente Carlos Salinas de Gortari y de su hermano Raúl nos ayudan a entender las decisiones o la red de complicidades que se lograron tejer desde las más altas esferas de gobierno.
Se suman las entrevistas a: Alfonso Durazo, en 1994 secretario particular de Colosio y ahora Secretario de Seguridad y Protección Ciu-dadana; Marcelo Ebrard Casaubón, cercano colaborador de Manuel Camacho Solís, exjefe de Gobierno de la Ciudad de México y ahora Secretario de Relaciones Exteriores; Othón Cortez, acusado de ser el segundo tirador en el atentado que terminó con la vida de Colosio; el subcomandante Marcos y Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del excandidato presidencial, entre otros.
1994 destaca por su investigación documental y trabajo de recopilación videográfica. La producción le llevó a Vice Media poco más de dos años y eso se nota a primera vista. Se trata de una serie que rescata el espíritu periodístico, un tanto olvidado en los tradicionales espacios informativos.
A 25 años de distancia resulta importante recobrar estas historias que dan cuenta de lo que somos como sociedad en los albores del siglo XXI. Diego Enrique Osorno pone el dedo en la llaga, al retratar con gran nitidez a una clase política en franca descomposición. La pugna de grupos que ya no tiene cabida al interior del sistema y se resisten a perder sus privilegios son la constante.
Se pensaría que estás historias ya no estarían vigentes. Sin embargo, sucede todo lo contrario: basta con mirar, escuchar o leer algún medio de comunicación para darse cuenta de lo contrario.
Las notas sobre el clima de inseguridad, estancamiento económico, crecimiento exponencial del crimen organizado e inoperancia en algunos rubros de los gobiernos en turno parecen ser cosas de todos los días. Realidad que, por desgracia, impera no sólo en México, sino en la mayoría de los países de Latinoamérica.
1994 forma parte de la ola de producciones que ahora se distribuyen a través de las plataformas digitales y que difícilmente verían la luz si prevalecieran antiguas en materia de exhibición.
Hasta hace apenas unos años resultaría impensable que un documental con estas características fuera visto por un público tan heterogéneo y vasto como el que concurre en la plataforma Netflix. Regularmente estos trabajos estaban confinados a un círculo muy cerrado de espectadores, cuando se lograban estrenar.
Resulta gratificante apreciar esta clase de proyectos a través de medios que ofrecen ahora un catálogo nutrido de opciones para quienes buscan contenidos de corte alternativo. Sobre todo ahora que el documental es más valorado y cobra fuerza en nuestro país. No es gratuito que actualmente existan festivales y muestras que le dan cabida y cada vez más difusión.
Bienvenidas esta clase de propuestas audiovisuales que generan debate y controversia. Después de todo es en la pluralidad de opiniones que se construyen los cimientos de una sociedad que busca ser más democrática y equitativa.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en septiembre de 2019, edición 184 del boletín informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
67 Muestra Internacional de Cine
POR NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO *
La Muestra Internacional de Cine llega a su edición número 67 y la integran, como ya es tradicional, las películas con mayor número de premios y reconocimientos por parte de la crítica especializada en los festivales de cine más importantes del mundo.
Para fortuna del público cinéfilo, en la selección figuran varios de los grandes maestros del Séptimo Arte de Italia, Bélgica, Francia, Suiza, Dinamarca, Argelia, Reino Unido y México.
Con un filme de nuestro país inicia el ciclo: Esto no es Berlín, de Hari Sama y su particular manera de representar el México de los años 80, por medio de la historia de un estudiante de clase media «sateluco» que vive el underground aquella época. Destaca por los hechos autobiográficos y para el público de la FES Acatlán resultará especialmente atractivo ver como escenarios calles de Lomas Verdes y colegios aledaños, los cuales forman parte del entorno cotidiano, pero ambientados en el marco del Mundial de Futbol de 1986.
La versión restaurada de La dolce vita, del emblemático Federico Fellini, donde se da cuenta del choque de un escritor convertido en periodista, con la aburguesada, cosmopolita y hedonista Roma de la segunda mitad del siglo XX, resulta especialmente atractiva por la posibilidad de ver en pantalla grande una de las más grandes películas de la historia del cine. En 2020 se cumplirán los 100 años del nacimiento de Fellini, los homenajes están en puerta y este es el primer pretexto para sumarse al festejo.
El fundamentalismo religioso es abordado por los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne en El joven Ahmed, con gran rigor técnico y economía narrativa, exponen la historia de un joven de 13 años de edad que defiende sus principios religiosos. Representa la continuidad de esta dupla de directores por seguir tratando los problemas sociales que predominan en Europa: migración, injusticias contra la clase trabajadora, conflictos religiosos, desigualdad y discriminación.
Los escándalos no cesan para la Iglesia católica por los abusos cometidos a menores de edad y su silencio hacia la pedofilia, por ello François Ozon se interesó en el caso real del sacerdote Bernard Preynat, acusado de abuso infantil entre 1986 y 1991. No obstante que existen otros filmes que también han retratado el encubrimiento eclesiástico, Por la gracia de Dios se centra en los sobrevivientes, sus vidas y exigencia de justicia.
Conexiones criminales en el “primer mundo”, un sentido moral de lealtad y de pertenencia, contundencia narrativa y pasión por la intensidad permiten al cine italiano fascinar nuevamente con una historia violenta, en este caso bajo la dirección de Matteo Garrone en El despertar de la fiera: Dogman, filme que permite conocer la vida de un apacible peluquero de perros que lleva a cabo una cruel venganza en contra de un boxeador.
Del mexicano Arturo Ripstein siempre se ha dicho que su cine forma parte de un universo muy personal, especialmente sórdido y decadente, para reiterarlo tenemos la oportunidad de ver El diablo entre las piernas, con la historia tóxica de una pareja de la tercera edad que a pesar del deterioro físico no pierde la pasión salvaje ni la obsesión por el celo, deseo y sexo.
Agnés Varda, cineasta recientemente fallecida, desmenuzó los procesos creativos de su trayectoria en una involuntaria despedida en el documental Varda por Agnès. Toma como punto de partida la constitución conceptual de su cinescritura y crea un relato compartido sobre la imaginación y la creación artística. Imperdible para los cinéfilos ver este viaje anecdótico con la maestra absoluta del cine francés.
El relato de una excéntrica unión entre la vida de cazadores de animales extintos, en particular a partir del descubrimiento del esqueleto de un mamut, y la futura revolución tecnológica en el campo de la genética, se muestra en el largometraje Génesis 2.0, de Christian Frei.
La cineasta danesa May el-Toukhy explora las dinámicas de poder en una familia mediante las tensiones que se generan por una relación sexual prohibida en Reina de corazones. En este filme se puede observar una relación incestuosa entre una mujer madura y su hijastro, con objeto de poner en duda conceptos como fidelidad, amor y moralidad relacionada con el deseo.
El velo islámico (hiyad) puede ser tan libre como represivo, todo depende de cómo se utilice, ello queda demostrado en Papicha: Niña hermosa, de Mounia Meddour, quien retrata la valentía de unas jóvenes que intentan encontrar su lugar en un mundo donde su vida peligra por el simple hecho de ser mujeres, en el contexto del angustioso clima de Argelia en la década de los años 90.
Si acaso es posible imaginar un escenario donde lo bello, lo caótico y lo bestial sean presentados al mismo tiempo para ser contemplados, el ejemplo perfecto es Ray & Liz, película autobiográfica que cuenta la historia de Ray, alcohólico solitario, y Liz, fumadora compulsiva, en un sucio departamento en Black Country. Sus dos hijos, Richard y Jason, crecieron a expensas de la negligencia paternal, del caos, de las horas perdidas en el televisor y del humo sofocante de miles de cigarrillos. Uno de ellos creció para ser cineasta y hacer esta película: Richard Billingham.
Tal vez el filme más complejo es Bacurau: tierra de nadie, de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles. A partir de una historia futurista en un pequeño poblado de Brasil, estos directores recurren a la experimentación fílmica para ilustrar su espíritu de resistencia insurreccional; hacen patente su fe en un patrimonio cultural común y un arte sutil, con una buena dosis de ironía.
* Con información de la conferencia de prensa de la 67 Muestra Internacional de Cine.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en noviembre de 2019, edición 186 del boletín informativo CineAdictos, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
Muestra Fílmica 2019
Adiós CUEC, bienvenida ENAC
POR NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO
El Centro Universitario de Estudios Cinematográ-ficos (CUEC) no existe más, su legado lo hereda la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), creada formalmente a partir del 27 de marzo de 2019. Esta transformación seguramente conlleva más que el cambio de nombre y debería perseguir nuevos objetivos en la formación u optimización del cuerpo docente, encaminados a impulsar o fortalecer, desde otra óptica, la producción fílmica de los estudiantes.
El CUEC logró reconocimiento internacional por haber sido la escuela de cine más antigua de América Latina y formar, desde 1963, a importantes directores, entre los que destacan: Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki, Jorge Fons, Jaime Humberto Hermosillo, Mitl Valdez Salazar, María Novaro, Marcela Fernández Violante, Graciela Iturbide, Paulina Lavista, Carlos Markovich, Luis Estrada, Alejandro Gamboa, Fernando Eimbcke, Julián Hernández, Alfredo Joskowicz, Ernesto Contreras y Carlos Bolado, entre muchos otros.
Todos ellos, luego de pasar por las aulas del CUEC, lograron consolidar sus trayectorias profesionales, dejando su propia huella en la historia del cine. A muchos se les conoció por primera vez en la muestra fílmica que, desde 1986, organizó el CUEC cada año y de manera ininterrumpida, para someter al escrutinio público los trabajos realizados por sus estudiantes, como parte de un proceso académico.
La selección de corto y largometrajes que ahora se presenta como la Muestra Fílmica 2019 en realidad es un evento de divulgación de los últimos trabajos realizados por estudiantes matriculados por el CUEC; será hasta la siguiente edición que podremos ser testigos de los filmes realizados bajo el sello o estilo de la ENAC.
Para 2020 podríamos esperar algo distinto, pues más allá del cambio formal de nombre, el objetivo con este tipo de modificaciones, en el seno del Consejo Universitario de la UNAM, es lograr modificaciones sustanciales en el plano académico, es decir, la formación de nuevos cuadros docentes, quienes incluso pueden ampliar sus perfiles como investigadores.
También se espera haya mayores o mejores ofertas para los aspirantes a estudiar cine; sería ideal los llegasen a especializar en el dominio del conocimiento humanístico, más allá de la innegable necesidad de motivarlos a innovar en una industria altamente tecnologizada.
Por ahora, les invitamos a prestar total atención a los siete programas que integran esta Muestra Fílmica 2019. Seguramente contaremos con la presencia de algunos de sus realizadores, quienes al final de las presentaciones participan en sesiones de preguntas y respuestas.
Los temas de los 39 cortometrajes y dos largometrajes se centran en los problemas actuales del país y las historias cotidianas de esta época. Permitirán a nuestra comunidad, así como público aledaño, ser testigos de las inquietudes de quienes se especializan en la realización de cine de ficción y documental.
Por supuesto, en ellos está inmerso el diseño de sonido, producción, guion, montaje, dirección de fotografía y de arte, pero en esta ocasión los organizadores han centrado su interés en mostrar resultados en los dos géneros que más ocupan a los cineastas en formación.
Destaca El sembrador, tesis fílmica de Licenciatura, galardonada en la decimosexta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia con los premios: del Público a Largometraje Documental Mexicano, Documental Realizado por una Mujer y Guerrero de la Prensa a Largometraje Documental Mexicano.
El sembrador también obtuvo mención honorífica en el Premio José Rovirosa 2018 (organizado por la Dirección General de Actividades Cinematográficas de la UNAM) en la categoría de Mejor Documental Estudiantil.
Bienvenidos nuevos estudiantes de la FES Acatlán a quienes recibimos con esta primera actividad cinematográfica del semestre. Al público en general le reiteramos que, la ahora ENAC, suma más 55 años de labor ininterrumpida encaminando el talento y creatividad de cineastas, por ello la importancia de observar con detenimiento, en la Muestra Fílmica 2019, los trabajos iniciales de quienes darán mucho de qué habar en el cine nacional e internacional.