La edición 28 del Tour: inteligente, divertida y actual
Por Novel Alejandro González Orozco
Para cinéfilos y público en general que gusta de disfrutar propuestas fílmicas de gran calidad, ha llegado el momento de acudir a la cita anual del Tour de Cine Francés. Este año, la edición 28 dejará una huella profunda en la memoria de las y los espectadores, por las temáticas que abordan los siete filmes que la integran y que son resultado de una minuciosa curaduría por parte del personal encargado de Nueva Era Films.
No está de más remarcar que el Tour de Cine Francés ha contribuido a formar espectadores que reclaman mayor calidad, que se vuelven más selectivos ante la experiencia de ver cine contemporáneo proveniente de un país donde el Séptimo Arte, además de presumir sus orígenes, su cuna de nacimiento, posee características que lo hacen único, es considerado un bien cultural de consumo nacional y recibe el apoyo institucional que justificadamente merece, con respaldo constante a productores, distribuidores y exhibidores.
En Francia se organiza el Festival Internacional de Cine de Cannes que, además de ser el más glamoroso, sigue siendo al que más seriedad le concede la industria al momento de reconocer la calidad, no el éxito en taquilla, la aceptación del público o el impacto global en la industria, sino el distintivo de formar parte de ese “selecto grupo” de filmes de excelencia y donde muchas producciones de Hollywood y de muchos otros países, por más inversiones y esfuerzos creativos que vierten, siguen quedando fuera al no comprender la “esencia” del Séptimo Arte.
Francia posee una cinematografía integrada. A lo largo de su historia presenta contradicciones y, en contraparte, en otras ha sido totalmente coherente; muchas más ha estado permeada por aspectos nacionalistas o por la necesidad de retratar su diversidad ideológica, pero podemos y debemos reconocer que siempre ha sido dinámica, creativa y contrastante.
Al hablar de cine francés cómo no recordar sus periodos innovadores o radicales con los filmes de Jean-Luc Godard o Jean Eustache. Cómo ahondar en estos temas sin traer a la memoria el impacto de André Techiné, Philippe Garrel o François Truffaut, el francés favorito de muchos cinéfilos mexicanos; de Agnès Varda, precursora de la Nouvelle Vague, que siempre hizo lo que se le vino en gana e imprimió a sus realizaciones un sello particular a lo largo de toda su vida profesional y de quien se reconoce su particular creatividad, con la que se dio a querer y a la que difícilmente se olvida.
De algo podemos estar seguros: el cine francés logra conciliar atractivo comercial con prestigio bien ganado por sus cineastas. Es común que en cada campaña de promoción entre la comunidad universitaria y público aledaño escuchemos frases como “este director es garantía de calidad”, porque conocen sus trabajos previos y los recomiendan ampliamente.
Directores con estas características son Éric Toledano y Olivier Nakache, a quienes ya se conoce por éxitos previos como: Nos jours heureux (2006), Intouchables (2011) y Le sens de la fête (2017). Siempre trabajan juntos y vuelven con Une année difficile, donde son fieles a su estilo: ritmo natural, elegante, sencillo, fácil de comprender y divertido por sus diálogos hilarantes, con temas actuales como población de mediana edad enfrentando agobiantes deudas en un entorno urbano y protestas públicas para defender el medio ambiente; ahora omiten la inclusión de figuras histriónicas consagradas.
Reivindicar a una de las figuras femeninas más importantes de la política de Francia llevó a Léa Domenach a filmar Bernadette, para dar cuenta de aspectos relevantes de la vida de quien fuera esposa del expresidente Jacques Chirac y primera dama de Francia de 1995 a 2007. En la versión del personaje interpretado por la siempre distinguida Catherine Deneuve, se tiene una jocosa sátira política, una comedia impensable en la cultura de muchos otros países, incluyendo los que se dicen desarrollados, pues los franceses tienen menos complejos al momento de entender que la política es puro teatro, pero, aquí, en tono de comedia ligera.
El cine donde ha participado Pascal Bonitzer es reconocido por su punto de vista crítico y su enfoque narrativo sutil; la mayoría como guionista y actor. Vemos su incursión como director en Le tableau volé, donde se encarga de revelar misterios del arte perdido y las consecuencias de descubrir fortuitamente el destino de piezas emblemáticas ensombrecidas por el pasado. Es, sin duda, recomendable por tratarse de una comedia dramática inteligente, donde se da pauta al análisis de la responsabilidad histórica y la búsqueda de la verdad, algo ya común en la filmografía francesa, interesada genuinamente en ir a fondo en temas como este.
La sociedad gala ha mostrado renuencia para adaptarse al reto de nuevos modelos de sociedad donde aborto, matrimonios homoparentales, divergencias y minorías tengan reconocimiento pleno de sus derechos; tan es así que en Francia todavía no se permite el vientre de alquiler contratado. De esto va La petite, filme delicado y emocionante, donde Guillaume Nicloux cuestiona las consecuencias legales de gestar a una bebé fuera del territorio de nacimiento de sus padres; todo se complica por un doble fallecimiento en un accidente. Abuelo y madre de alquiler deberán llegar al mejor acuerdo, porque las leyes francesas no ayudan. De Guillaume Nicloux hemos conocido sus trabajos en L’enlèvement de Michel Houellebecq (2014) y La religieuse (2016).
Con acusaciones públicas o mediante el “anonimato” de redes sociodigitales, profesores de diversas instituciones han enfrentado el señalamiento por actos de acoso, con devastadoras consecuencias acarreadas por rumores y versiones, en ocasiones verídicas y otras infundadas. Este tema seguramente resulta conocido pero, como ya se sabe, la realidad supera la ficción y Teddy Lussi-Modeste se da a la tarea de poner en escena una historia basada en su propia experiencia. En Pas de vagues lleva al público a conocer lo retorcidas que pueden ser las interpretaciones de los estudiantes, la complejidad de los dilemas morales y los problemas éticos que enfrenta el sistema educativo, aunado a las complejas dinámicas de poder institucional e injusticias de quienes lo administran.
John Malkovich es uno de los actores más reconocidos a nivel global, debido a su trayectoria ecléctica. Vienen a la memoria sus interpretaciones en O Convento (Manoel de Oliveira, Portugal, 1995, 94 minutos); Being John Malkovich (Spike Jonze, Estados Unidos, 1999, 112 minutos); The Portrait of a Lady (Jane Campion, Reino Unido, 1996, 142 minutos); Casanova Variationsaka (Michael Sturminger, Austria, 2014, 118 minutos) entre muchas más. Ahora, bajo la dirección de Gilles Legardinier, encabeza el reparto de Complètement Cramé! comedia dramática donde comparte créditos con otro ícono francés: Fanny Ardant. Con un reparto de primera, destaca por la meticulosa dirección y por combinar muy bien comedia con drama; tiene momentos enternecedores y personajes sencillos, pero memorables. Simplemente es una película imprescindible.
Toni, en famille, de Nathan Ambrosioni, presenta a una madre que cría sola a cinco hijos. Sigue los pasos de muchas historias de familias numerosas, aunque aquí la propuesta es totalmente coherente con los retos que implica la época actual, el contraste generacional y las perspectivas de la cotidianeidad occidental. Toni vive su cuarta década, se siente desorientada y todo se vuelve confuso ante la necesidad de descifrar el lenguaje o las fallidas conductas de sus hijos; duda en la manera de orientarles con sus conductas en redes sociales, sus respuestas ante la moda juvenil. Saltando entre absurdos, amores y tragedias, Toni debe pensar en sí misma, en su vida más allá de la maternidad.
Como se puede apreciar, la selección de los siete filmes de este año invita a pasar momentos agradables, al mismo tiempo que prometen ser motivo de reflexión sobre otras latitudes, pero con temas que seguramente nos cautivarán.
CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos.
El material impreso se distribuye entre la comunidad de la FES Acatlán; a partir del semestre 2015-II extiende sus alcances con el blog de CineAdictos.
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