Para recordar las enseñanzas, anécdotas y sobre todo el legado que dejó en sus alumnos, se realizó en la Sala de Videoconferencias un homenaje póstumo a Rodolfo Aquiles Jiménez Guzmán, catedrático y primer secretario de la dirección de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Con la presencia de familiares, amigos, alumnos, egresados, docentes se recordó a uno de los profesores fundadores de la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales, con la presentación de su último libro, Vivir y morir. El Amor y el poder: Ensayos de política y psicoanálisis, el cual ya no pudo presentar en su amada escuela, por sus problemas de salud.
La doctora Carina Galar Martínez, exalumna del Jiménez Guzmán, resaltó el compromiso Académico que siempre tuvo el hoy homenajeado, recordó como a días de que falleciera le llamó preocupado por la aplicación y calificaciones de los exámenes extraordinarios que debían aplicar. “Me impactó mucho que a una semana de que partiera estuviera preocupado por sus alumnos y por su cátedra, era un apasionado de la política, del análisis de la política, ahí empezó nuestra amistad porque salíamos de clase siempre a las 9 de la noche y junto con alumnos en los pasillos armamos unas tertulias sensacionales y platicábamos del sistema político, la vida y de la filosofía. Era un deleite hasta que nos corrían de la escuela”, platicó.
Por su parte, el maestro Naum Abram Sánchez Martínez, quien fuera adjunto durante cinco años del maestro Aquiles, habló del lado “bohemio” del homenajeado, con quien pasaba horas cantando boleros, leyendo poemas y filosofando de la vida, aunque fiel a su característica, jamás llegaban a una conclusión.
“Lo interesante con él es que siempre provocaba en la otra persona debates con preguntas, muchas sin responder, sus clases eran terapias, muchos de los que tomamos clase con él salíamos cambiados, eran sesiones de psicoanálisis gratis. Además de ser una persona muy divertida, nos queda del profesor esas enseñanzas de vida, él siempre disfrutaba la vida a pesar a pesar de todo, siempre con esa sonrisa, ese ánimo, podía ir con él, contarle un montón de cosas y él jamás te juzgaría eso lo hace especial”, mencionó.
Finalmente, el licenciado Felipe Monroy González Martínez, director editorial de la agencia 7/24, mencionó que el libro es una conexión entre los gustos del maestro Rodolfo con la vida y su forma de pensar y vivir. “Este libro es un legado hermoso, un privilegio y un deleite leerlo, por supuesto nos confronta, nos inquieta muchísimo cada una de sus páginas. Pero nos anima a pensar, nos anima a movilizar el pensamiento que es una de las conclusiones a las que llega. Se puede evidenciar la pasión de la vida de una persona, especialmente en las personas que lo acompañaron en esta vida, obviamente sus alumnos, sus colegas, y evidentemente su familia, este libro evidencia que su vida fue intensa y apasionada, se nota en cada página, en cada palabra y las emociones que sigue motivando su ausencia por su partida porque presente está y estará con esta lectura”, señaló.
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