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• Proyecto único en la UNAM, con posibilidades de replicarse en Ciudad Universitaria y otros campus

• Captación de agua de lluvia que puede alojarse en una cisterna con capacidad de 80 mil litros

En las 30 hectáreas y 50 edificaciones que existen en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, el A-15 es el primer edificio con dispositivos de captación de agua pluvial, y cuenta con una cisterna con capacidad de 80 mil litros para reutilizarlos en lavabos, baños y mingitorios. Proyecto sustentable único en su tipo en la Universidad Nacional Autónoma de México que podría replicarse en más facultades de Ciudad Universitaria y otros campus de la Máxima Casa de Estudios de la Nación.

El edificio A-15 se encuentra entre las construcciones más recientes de Acatlán, cuenta con 735 metros cuadrados, tres niveles y aloja aulas donde se imparten diversas materias de las licenciaturas en Actuaría, Ciencia de Datos, Diseño Gráfico, Enseñanza de Inglés, entre otras, así como también el Centro de Desarrollo de Aplicaciones Móviles iOS y una Sala de Juicios Orales.

Para captar el agua de lluvia, la azotea se recubrió con un material especial que provoca que la concentración de agua se realice por las bajadas conectadas hasta la cisterna con capacidad de 80 mil litros, señaló el ingeniero Hugo César González Ramírez, superintendente de obras y mantenimiento de la FES Acatlán, quien agregó que “en el edificación se hizo un sistema de acopio de agua a diferencia del resto de los 14 edificios que existen para aulas, el sistema constructivo permitió que la azotea se cubriera con una membrana de poliolefina termoplástica (Thermoplastic Polyolefin–TPO), material parecido a las impermeabilizaciones que resiste más tiempo y se ocupan para las albercas”, manifestó en entrevista.

González Ramírez mencionó que las bajadas del edificio A-15 están por fuera, en las fachadas, lo que permite que el agua pluvial captada se aloje en la cisterna construida con ese propósito. Antes de llegar a la cisterna, el agua pasa por bancos de filtros sólidos y bacteriológicos, de esa forma, se puede reutilizar en lavabos, sanitarios y mingitorios. Sin ser potable ese líquido, permite el uso para lavarse las manos.

En días de copiosas lluvias y poco uso de los sanitarios, la capacidad de la cisterna suele rebasarse, para eso se recurre al desfogue a los jardines, ya que, del mismo modo que se capta el agua de lluvia debe ser utilizada. De esta manera, y con base en los planes de uso del vital líquido captado hacia noviembre de 2023, se proyecta que, cuando baje la afluencia de estudiantes, se utilizará la cantidad de agua almacenada los primeros meses de 2024 y no utilizar el agua potable, gracias a la conexión dual que se tiene, ya que, una vez cerrada la válvula de paso para el sistema de recuperación de agua, se abre la pluvial y a la inversa.

Recordó que para la planeación “el uso de las bajadas en las fachadas y la cisterna comenzó antes de la pandemia, entre octubre y noviembre de 2019, y la inauguración estaba prevista para el periodo de lluvias de 2020, para ver la captación de agua de lluvia y funcionamiento de la cisterna de 80 mil litros”, e indicó, que en 2020, además de centrar la atención en la captación de agua, consideraron la posibilidad de ampliar la red de reciclaje al núcleo de baños contiguo al A-15, sanitarios localizados en el acceso a la zona deportiva, así, para 2022, con la reanudación de actividades en la UNAM, en el mes de agosto retomaron los estudios de captación, mismos que continúan a partir de enero del presente año.</p

Categoría(s): Boletines

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