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• Celic Dorig Martínez, egresada de la licenciatura en Comunicación, triunfa como modelo exclusiva de la marca Christian Dior

De niña, Celic Dorig Martínez soñaba con ser actriz y siempre participó en obras, festivales y actividades escolares en los que mostraba su talento. En su último año en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan optó por buscar un lugar en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la UNAM, lamentablemente no fue elegida, por lo que decidió estudiar la licenciatura en Comunicación en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

Fue aquí donde parecía encontrar ese camino rumbo al mundo del espectáculo, pues ingresó al taller de actuación en el Centro Cultural Acatlán, donde participó en obras y algunos cortos experimentales. Un día, su vida dio un giro. “Muchas personas me decían que por qué no intentaba modelar, pero no quería y fue gracias a mi mamá, que me presentó a una chica que conocía y que trabajaba en una agencia de castings para comerciales de televisión. No era exactamente lo que buscaba. Comencé a checar agencias y una me aceptó, pero era de modelaje, ilusamente creí que me mandarían a series de Netflix, pero todas las pruebas se enfocaban al modelaje”, contó en entrevista.

A partir de ahí, su trabajo le comenzó a gustar, aunque su prioridad era la carrera en Acatlán. Lo que inició como un hobby se convirtió en una pasión de la cual se enamoró; ese sueño de estar en foros de televisión, escenarios teatrales o ver su nombre en marquesinas de cines cambió por el de las pasarelas y las fotos modelando lujosas vestimentas y piezas de ensueño de prestigiados diseñadores en grandes ciudades del mundo como Nueva York o París.

La pandemia, clave

Alegre, con la vitalidad que le dan sus 23 años, y satisfecha por poder narrar su ascendente carrera, la hoy egresada de la licenciatura en Comunicación de la FES Acatlán confesó que, gracias a su tenacidad, disciplina y suerte, fue que la marca Christian Dior la contrató como su modelo exclusiva durante un año. “No se hubiera dado este camino de oportunidades si no fuera por la pandemia. En ese tiempo, a la par que modelaba, me ayudó bastante que las clases fueran en línea, lo que me permitió terminar la licenciatura en Comunicación y, en paralelo, comenzar en este maravilloso mundo del modelaje. No lo puedo negar, le saqué provecho a estudiar en línea, ya que me dejó viajar y moverme por el mundo”, destacó.

De Coacalco para el mundo

Desde Milán, Italia, la oriunda del municipio de Coacalco de Berriozábal, Estado de México, confesó que emprender el camino sola no ha sido fácil. Al recordar esos momentos, suspira y se aguanta las lágrimas cada vez que recuerda lo que dejó en “su barrio”, del que jamás se olvida. El apoyo incondicional de sus padres y hermano son su mayor aliento. “Extraño ese apapacho familiar, hubo etapas que me tardé de seis a ocho meses en regresar y ver de nuevo a mi gente. El que me mantenga aquí, sin duda, es gracias a ellos”, dijo la universitaria.

De igual forma, mencionó que sobrellevar la salud mental en el modelaje es difícil. “Es un trabajo bastante fuerte, hay mucha competencia, comparaciones, celos, entonces, sí creo que eso y el estar bien mentalmente ha sido bastante duro de llevar, pero siempre guardo el cariño de mi gente, recuerdo el día que subí unas fotos a mis redes sociales y puse: “De Coacalco para al mundo”, fue tendencia mundial, me emocionó mucho, ahí me di cuenta del cariño de muchas personas que me han apoyado hasta el momento”, rescató la egresada.

La universitaria recordó con cariño su etapa en los salones de Acatlán y cada uno de los profesores que la impulsaron. “Aunque solo estuve un poco más de la mitad de la carrera en forma presencial, la disfruté, tuve muchos profesores muy buenos que me apoyaron en mi avance en el modelaje y les pedía permiso para un casting. El convivir con mis amigas y amigos fue bastante divertido, quizá debí disfrutarla más, pero nunca olvidaré que, gracias a la educación recibida, me he podido desenvolver por acá. Algo de ese aprendizaje grabado en mi mente y que utilizo aquí fue enseñarme a trabajar en equipo, eso es algo de los grandes aportes que Acatlán me dejó”, detalló.

Mantenerse entre las mejores

La lectora de novelas románticas y gustosa de ritmos latinos como salsa, cumbia y son cubano, pero más de las canciones de Vicente Fernández, explicó que actualmente perfecciona su inglés. Aunque extraña mucho la comida mexicana, en especial el chicharrón con salsa verde, Celic adelantó que seguirá su carrera de modelaje en los Estados Unidos, en especial en Nueva York, una vez finalizado el contrato con Christian Dior, pues tiene proyectos en la unión americana y eso le causa alegría por estar más cerca del México que tanto añora: “Estaré un poco más cerca de mi gente, aparte, aquí hay buenos restaurantes mexicanos, y si hay algo que me pone alegre es la comida, qué te puedo decir”.

La acatleca dijo que espera continuar con estos proyectos para “seguir poniendo el nombre de México, de la FES Acatlán y la UNAM en alto. Al igual que muchas grandes modelos mexicanas que hay aquí, yo pongo mi granito de arena. Esto es algo que me encanta y que espero seguir haciendo por mucho tiempo más”.

Finalmente, sin considerarse un ejemplo a pesar de lo lejos que ha llegado, la coacalquense envió un mensaje a las y los jóvenes que tienen un sueño o meta: “lo que hagas, no lo hagas por hacerlo nada más, si te vas a dedicar a algo por bastante tiempo de tu vida, hazlo porque realmente te apasione, échale muchas ganas, busca la manera de encontrar lo que realmente te gusta y te hace feliz, no tienes que estar cumpliendo estándares o quedar bien con los demás”, finalizó, no sin antes presumir con mucho orgullo que, además de mexicana, tiene tatuados los colores azul y oro de la Universidad y la FES Acatlán. ¡Enhorabuena!

Categoría(s): Boletines

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