En el marco de las actividades del 11F Día Internacional de las Mujeres, jóvenes y niñas en las Ciencias, la Facultad de Estudios Superiores Acatlán organizó el conversatorio Inspirando futuras científicas: rompiendo estereotipos, con la participación de la maestra Teresa Carrillo Ramírez, docente del campus; la maestra Laura Mariana Osorio Plascencia, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México; y la doctora Belinka González Fernández, de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Correspondió a la maestra Nora Goris Mayans, presidenta de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la FES Acatlán, dar la bienvenida a los y los participantes, donde resaltó que en el evento que el 11F es un día que pretende visibilizar el trabajo de las mujeres que se dedican a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
La también secretaria General Académica de Acatlán hizo hincapié en que, “además de visibilizar a las mujeres que trabajan en estas áreas, se trata de la oportunidad de hacer un balance colectivo, entre todos nosotros para saber qué nos falta a las mujeres como participantes para alcanzar una igualdad de género, no solo en algunas áreas de la educación donde ya estamos muy presentes, como las humanidades y las ciencias sociales, también en las matemáticas, las ciencias e ingenierías”, destacó.
En la transmisión en Facebook Live, la maestra Leticia García Solano, catedrática de Pedagogía del plantel, moderó las intervenciones y leyó a las participantes las preguntas elaboradas por alumnas y profesoras de escuelas secundarias y de nivel preparatoria conectadas al conversatorio.
Con intervenciones alternadas, las científicas compartieron conocimientos, experiencias y anécdotas de su paso como estudiantes, la forma en que enfrentaron a profesores e, incluso, a las novias de sus compañeros de clases. La transición de alumnas a educadoras, la cooperación y acompañamiento con alumnos, ahora ellas como profesoras.
González Fernández, con estudios de maestría y doctorado en la UNAM y la UAM en temas relacionados con relatividad cuántica, dijo que antes de ingresar a estudiar física, estuvo como oyente en economía con el propósito de orientar sus preferencias. Mientras que, para Carrillo Ramírez, con más de 25 años de impartir clases en Acatlán, la fascinación por las matemáticas le facilitó elegir la licenciatura en Matemáticas Aplicadas y Computación (MAC). Por su parte, Osorio Plascencia, recordó que cuando ingresó a Arquitectura, en Ciudad Universitaria, hubo equilibrio en la matrícula entre alumnas y alumnos.
Mitos
Entre la serie de preguntas, García Solano planteó: “¿Los estudiantes que obtienen dieces pueden dedicarse a las ciencias?”. Desde el cubículo que ocupa en Acatlán, con blusa azul turquesa, Carrillo Ramírez aclaró que “el género no define tus habilidades, si eres científica o médico, arquitecto, pedagoga, son estereotipos que ha definido la sociedad. Las diferencias tienen que ver más con los contextos sociales que con los de géneros. ¿Solo los de 10 hacen ciencia? Obviamente no, hay muchos niños inquietos. A veces, en nuestra tradición escolar un buen estudiante tiene que ser atento a lo que dice el profesor; las personitas inquietas tienen una inteligencia diferente para otras cosas”, destacó.
Respecto a la inspiración para estudiar, Osorio Plascencia, especializada en el área de teoría e historia de la arquitectura, dijo que “no hay que distinguirnos por una calificación, cada quien tiene sus propias habilidades. Cuando estudié bachillerato me llamaron la atención las ecuaciones, porque lo encontraba divertido y también la utilidad”. De suéter rojo y blusa blanca, la profesora narró que la paridad hombres-mujeres en las aulas suele perderse en las construcciones, donde los varones marcan la mayoría, aunque las mujeres cada vez conquistan más espacios. En su exposición destacó ante las alumnas la importancia de perder el miedo cuando deciden estudiar para científicas.
González Fernández admitió que desde pequeña “fui estudiante de 10, ñoña que disfrutaba aprender. Como docente, me encanta enseñar y difundir; como profesora he encontrado alumnos con aversión a las matemáticas”. Académica de tiempo completo en el departamento de Ciencias e Ingenierías en la Iberoamericana, no dudó en señalar que “no es cierto que el conocimiento se haya producido por genios, es un mito que existe en torno a la ciencia, particularmente en las ciencias exactas”. Con lentes y grandes aretes que enmarca el cuello, la científica radicada en Puebla dijo a las asistentes que “estudiar ciencias es un camino agridulce, necesitas curiosidad, pensamiento científico, perseverancia y aceptar tus equivocaciones; buenos y malos momentos, porque de los tropiezos vienen las satisfacciones”. Desde un sillón, la investigadora que organiza talleres de divulgación con perspectiva de género contó que gracias a los estudios conoció ciudades de América, Asía y Europa.
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