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• María Estela Rivero Fuentes forma parte del Instituto de Investigación y Evaluación para el Desarrollo de Centroamérica en esa entidad educativa

Al inicio de su carrera, en la licenciatura en Actuaría, María Estela Rivero Fuentes muchas veces se preguntaba si algunas materias que cursaba le iban a servir para su desarrollo profesional, con el paso del tiempo y conforme iba aplicando esos conocimientos adquiridos en las aulas en el plano laboral, se dio cuenta que todo servía, tanto que, ahora es una destacada investigadora en la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, por lo que agradece esas enseñanzas por su paso en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán.

“Nunca voy a olvidar mi paso por Acatlán; ahora que regresé me acordé de mis salones, las clases, los amigos, los profesores que después se volvieron consejeros y, en algunos casos, mis jefes e inspiradores en la vida a nunca claudicar. Descubrí muchas cosas en mi paso por la Universidad. A lo largo del tiempo aprendí a valorar todo lo que aquí experimenté y hasta la fecha sigo aplicando en mi trabajo lo que aquí me enseñaron”, destacó.

En entrevista, la egresada de la generación 1988-1992 contó cómo gracias a interactuar con personas de otras carreras, consejos que tuvo de los profesores,  le abrió camino en el ámbito laboral, iniciando como subdirectora de Estudios Sociales en la Presidencia de la República, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y comenzó a estudiar la maestría en Demografía por el Colegio de México, que a su vez la impulsó para trabajar en el Banco Mundial como Demógrafa y consultora en el área de Género y Desarrollo.

 

“Después obtuve mi doctorado en Demografía y Asuntos Públicos por la Universidad de Princeton, donde me especialicé evaluando programas sociales en México, Centroamérica y el Caribe, analizando y recopilando datos con la realización de investigaciones sobre cuestiones de género, migración, juventud y violencia, eso me llevó a trabajar con equipos internacionales e interdisciplinarios en el mundo académico, organizaciones internacionales de investigación, agencias de desarrollo, el cual me llevó al puesto que tengo desde hace cuatro años en la Universidad de Notre Dame, en el Instituto de Investigación y Evaluación para el Desarrollo de Centroamérica como co-directora e investigadora”, comentó.

Rivero Fuentes externó que si bien todos los logros obtenidos es por su capacidad, mucho tuvo que ver su formación en Acatlán, “En cada proyecto siempre aplico las enseñanzas y consejos de mis docentes. Me siento muy orgullosa de ello. No puedo sentirme más que orgullosa de ser formada en la UNAM”, mencionó.

La también docente externó que el prestigio que tiene la Máxima Casa de Estudios del país en los Estados Unidos, en especial en la universidad donde labora, es muy grande, ya que existen convenios e intercambios que buscan reforzar y ampliar gracias a la calidad académica que se tiene. “El que sepan que soy formada y egresada en la UNAM, en especial de Acatlán, da garantía, saben del prestigio y de la calidad de investigación con la que cuentan, saben que, si un proyecto está realizado o avalado por la Universidad de México, es garantía. Siempre volteamos a ver qué novedades existen en investigación y consultamos lo que existe o está a la vanguardia cada que iniciamos algún proyecto”, relató.

Sobre la percepción de los egresados de Acatlán, con la experiencia de más de 20 años en lo laboral, dijo que, “puedo hablar de mis compañeros de generación, creo que salimos muy bien preparados, ya que Acatlán nos brindó una gama de recursos y capacidades, y creo que se demuestra en la trayectoria de cada uno de nosotros, ya que estamos en diversas empresas. Eso habla bien de cómo la UNAM provee de conocimientos y habilidades que son generalizables y extrapolables en diferentes campos, en el caso de mi carrera, Actuaría, veo que hay quienes trabajan en mercadotecnia, en seguros, otros continuaron estudiando por el impulso y conocimiento que adquirimos, la curiosidad que se nos inculcó fue gracias a la buena formación que tuvimos”.

La también docente recomienda a todas las nuevas generaciones a que nunca dejen de prepararse. “Es necesario que se abran a otras ramas, interactúen con gente de otras carreras, el mundo es muy amplio, si nos cerramos a una sola cosa puede costar más trabajo, pero si se tiene una buena formación, como la que reciben de la mejor universidad de América Latina, aprovéchenla al máximo y nunca dejen de prepararse, busquen especialidades, maestrías para actualizarse”, finalizó.

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