En el Teatro Javier Barros Sierra de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán se presentó la obra Fígaro y el ladrón del tiempo, un espectáculo que conjuga ciencia ficción, ópera y música en vivo interpretada por la Orquesta Filarmónica de Atizapán. La puesta en escena es la secuela de la obra Fígaro y El Alquimista, que también se presentó en nuestra Facultad.
Esta obra reunió para el público algunos de los personajes más memorables en la historia de la ópera: Fígaro, de El Barbero de Sevilla, compuesta por el italiano Gioachino Rossini; Carmen, de la ópera homónima del francés Georges Bizet; Cio-Cio San o también conocida como Madama Butterfly; y el príncipe Caraf de Turandot, estas dos últimas óperas creaciones del compositor italiano Giacomo Puccini.
La historia comienza cuando Fígaro (interpretado por el barítono Alexander Soto) se encuentra atrapado en un lugar sin tiempo, a él se unen su amigo el Doctor (interpretado por Luis Rodarte, bajo) y Carmen (a cargo de la mezzosoprano Linda Saldaña). Pronto descubrirán que no han llegado ahí por accidente, sino que El ladrón del tiempo (Amed Liévanos, barítono) los capturó para evitar que vivan en su época y así alterar la historia de la humanidad.
A Fígaro, el Doctor y Carmen se les unen como rehenes Madama Butterfly (personificada por la soprano Virginia Álvarez), y el príncipe Caraf (por el tenor Arturo Barrera). Los héroes y heroínas de estas óperas, que transcurren en diferentes tiempos y latitudes, deciden trabajar juntos para escapar, pero El ladrón del tiempo no les hace fácil la huida.
Los personajes de esta historia, dirigida a un público joven, cantaron piezas como L’amour est un oiseau rebelle, Un bel dì vedremo y Nessun dorma para terminar entonando juntos Libiamo ne’ lieti calici, uno de los fragmentos de la ópera La Traviata, de Giuseppe Verdi, pieza con la que se despidieron del público.
La idea original de la obra y la dirección de escena estuvieron a cargo de Óscar Tapia, mientras que Frida Falcón se encargó de la producción ejecutiva. Al frente de la Orquesta Filarmónica de Atizapán estuvo el director Osvaldo Bonilla.
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