“Todos tenemos la libertad de ejercer nuestra sexualidad, pero es importante hacerlo de manera consciente, por lo que deben informarse y conocer los riesgos asociados al sexting. Eres libre de decidir el contenido que quieras enviar, pero identifica en qué nivel de confianza tienes a la persona que planeas mandarle tus nudes, pacs y fotos íntimas”, señaló la licenciada Michelle Stephanie Díaz Valencia, en el conversatorio Sexting: amenazas y recomendaciones.
En el marco de la Jornada Amores Libres de violencia, realizado en el Auditorio 901 de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, el conversatorio tuvo como finalidad que estudiantes y docentes conozcan más sobre el sexting, sepan los pasos a seguir y, sobre todo, se asesoren correctamente sobre el tema. Díaz Valencia, compartió experiencias, herramientas y orientó sobre un tema delicado, pero actual, de mucha importancia, especialmente en adolescentes y jóvenes, aunque dejó en claro que “todos corremos el riesgo a estar expuestos, por lo que debemos cuidar qué ponemos en las redes sociales”.
La coordinadora local del Proyecto “Unidas Crecemos”, iniciativa impulsada por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), comentó que entre los factores que matizan la práctica del sexting se encuentran la afectividad de la que forman parte la autoestima, la sexualidad, ya sea de cuerpo o género, las diferentes redes de apoyo como la familia y las amistades y, finalmente, el de los derechos, que son los conocimientos de las herramientas legales en cuanto el uso de las imágenes.
“Es importante que sepan las prácticas de reducción de riesgos, por lo que se deben de informar y conocer las consecuencias asociadas al sexting. Revisa si desde el medio que lo envías, ya sea celular o tablet no tenga malware, que es la intervención que existen en muchos casos para robarte información. Genera acuerdos y condiciones para proteger tu intimidad. Lo más importante, excluye el rostro, marcas temporales, objetos del entorno y datos de geolocalización, y decide sin estar bajo presión, amenazas o chantaje”, mencionó.
La abogada reafirmó que en el momento en que una de las partes no esté de acuerdo y pida “borrar las imágenes o que no se difundan, y no se cumple lo pactado, automáticamente al violentar el consenso se convierte en violencia digital, entendida como la acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes; adiós videos reales o simulados de contenido intimo sexual de una persona sin su consentimiento y que le cause daño” , comentó.
Quien fuera Consultora en Prevención del Embarazo en Adolescentes para el Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (FOBAM), en el Estado de Morelos, señaló que si bien hay avances en las leyes como la “Olimpia”, aún existen trabas para ejecutarla como se debiera, por lo que, agregó, es importante estar bien informado, porque “tener el conocimiento y los procesos da mucho poder para que se lleve a cabo el enjuiciamiento conforme a derecho y no se sigan dando casos donde en un lado sí funciona y en otros no, cuando se pone la denuncia de violencia digital sigue existiendo revictimización, se juzga a las mujeres y solo si se vuelve viral hay sanciones inmediatas o se sigue el proceso”, detalló.
Finalmente, Díaz Valencia recomendó ser más conscientemente en su sexualidad, con la libertad plena de que lo hacen con conocimiento, “son libres de mandar pacs, nudes, fotos, textos, como ustedes quieran, solo tengan presente que se corren riesgos, que pueden dañar y dejar cicatrices que son para toda la vida”.
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