La generación 1974–1977 de la licenciatura en Derecho de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán reanudó las reuniones presenciales con la entrega de reconocimientos a sus integrantes, la develación de una placa conmemorativa y toma fotográfica.
En el Auditorio 901, el grupo integrado por quienes se desempeñaron como magistrados, presidentes municipales, jueces, litigantes y docentes presenciaron los videos con fotos de sus años mozos, proyectaron una lista de quienes han fallecido y escucharon el discurso de su compañero, el doctor Rubén Aguilar Quiroz.
En la reunión por los 45 años de la generación 1974–1977 de Derecho estuvieron presentes: el decano Felipe Martínez García, los egresados: Virginia Trolle Mortera, Carmen Robledo Marenco, Héctor Jaime Aguilar Vázquez, Delia Obregón Bolaños, Jorge Blancas Mayén, entre otros.
Aguilar Quiroz, al rememorar las clases que tomaron en la ENEP Cuautitlán en 1974, la mudanza a Acatlán donde estrenaron las instalaciones en 1975, el decano de la primera generación comentó que “la base fundamental de nuestros estudios: el derecho a nosotros que somos abogados nos llena de orgullo, estamos aquí en una institución que ayudamos a fundar con esfuerzos y sacrificios”.
Con 84 años de edad expresó: “no podemos olvidar a los profesores que nos hicieron, que se comprometieron a darnos una instrucción mental, física y académica”. Del mismo modo, agradeció por reunirse de nueva cuenta con sus colegas de Derecho: “seguiremos adelante, hasta que el tiempo nos alcance… son 45 años, tal vez lleguemos a los 50; estamos con el sentimiento de la amistad, del afecto y la armonía que hemos tenido entre nosotros”.
Durante la ceremonia a los miembros de la primera generación pasaron al estrado esposas, hijas e hijos de quienes fallecieron a recoger los reconocimientos de abuelos y bisabuelos que cimentaron generaciones de abogados de la FES Acatlán. De igual forma, se guardó un minuto de silencio por los compañeros que se adelantaron en el camino.
En su turno, la maestra Lidia Chávez Fonseca, coordinadora del Programa de Derecho, dijo estar orgullosa de “compartir con egresados de excelencia, lo que propició que egresados de las siguientes generaciones gocemos del renombre que ustedes le han dado a nuestra licenciatura, donde ustedes se desempeñaron y de forma comprometida forman parte del compromiso de la Universidad y de la FES Acatlán”.
Entre goyas y porras abandonaron el Auditorio 901 para dirigirse al edificio A-12, a la pared sur para develar la placa metálica donde se puede leer: “En los cuarenta y cinco años de haber egresado de esta alma mater, con profundo respeto y agradecimiento”, en letras negras.
Posteriormente, la comitiva de amigos, algunos con bastones, otros auxiliados en las sillas de ruedas, propiamente todos abrigados, se dirigieron al edificio de Posgrado y en el interior se colocaron para las fotografías que habrán de engrosar el álbum de los recuerdos.
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