El Auditorio Miguel de la Torre de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán fue la sede en donde la maestra Jennifer Feller Enríquez, Directora General de Planeación Política y G20 en la Subsecretaría de Relaciones Exteriores dictó la conferencia magistral México en la agenda del G-20, que tuvo como objetivo exponer a los estudiantes reunidos la visión de este país sobre los retos y alcances de este foro internacional.
Para contextualizar su charla, Feller Enríquez dividió su exposición comenzando por una breve historia sobre el G-20, después detalló tres puntos importantes que ha realizado el país en estos últimos años en el grupo, además del conflicto Rusia-Ucrania, en donde su papel fundamental es encontrar soluciones que tengan impacto positivo para todos los involucrados, además de velar siempre por los intereses de los países en desarrollo y logre una igualdad sobre las llamadas potencias.
“El G-20 es un ejemplo de multilateralismo funcional en el sentido de que es un club pequeño donde las decisiones son más fáciles de tomar, pero también se caracteriza por tener diplomacia en los grupos más pequeños ante el estancamiento que han sufrido varios organismos multilaterales como Naciones Unidas cuando empiezan a surgir los racionalismos o movimientos paternalistas que privilegian las acciones hacia dentro de los países en lugar de la población internacional. Aquí sus decisiones si son seguidas, si son documentadas ante los organismos con los que se trata y tienen un peso regional mundial muy importante”, destacó.
El Grupo de los 20 es el principal foro de coordinación de políticas macroeconómicas entre las 20 economías más importantes del mundo, que incluye las perspectivas tanto de países desarrollados como de economías emergentes y lo integran: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Juntos, los miembros representan alrededor del 90 por ciento de la economía mundial y el 80 por ciento del comercio internacional.
La funcionara mencionó que México lleva intereses muy específicos ejemplificándolo con cuatro prioridades que se llevaron a la Cumbre de Roma, y que fueron el reconocimiento de todas las vacunas por la Organización Mundial de la Salud, ya que al inicio de la pandemia se cayeron en discriminaciones que no dejaban que las naciones vulnerables tuvieran acceso a ellas, y gracias al impulso que se dio, esto se cambió y muchos países pudieron tener un buen esquema de vacunación.
“El segundo fue el de entrarle al cambio climático, donde se está comprometido avanzar hacia las metas de los acuerdos de París, Francia, y en la que como país estamos conscientes que avanzaremos de acuerdo a cómo se lleve por buen puerto la transición energética. El proceso más costoso para los países en desarrollo es el de la adaptación, porque implica la infraestructura de la materia energética para transitar de los recursos fósiles hacia los renovables y, si no hay dinero, siempre habrá una diferencia entre lo que logran los países en vías de desarrollo, por lo que si se quería llegar a la meta de 2050, los países desarrollados deberían soltar recursos para apoyar a los que están desarrollándose para cumplir con ese objetivo en el que México empujó para que no se discriminara a estos y cumplir con la meta”, mencionó
El tercer punto, agregó la también miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 2003, fue el de la migración, el cual se trabaja en estos momentos al lado de Alemania, España y Turquía para poder contar con un documento y mantener un compromiso con referencias para un desarrollo socioeconómico en las comunidades en vía de desarrollo.
Por último, Feller Enríquez habló de la lucha contra la corrupción y combate al crimen organizado que encabeza México ante el G-20, donde estos dos fenómenos tienen un gran impacto en el desarrollo económico y financiero de los países, por lo que es importante contar con estrategias para la defensa y la protección del patrimonio cultural e histórico en las naciones donde este problema crece cada vez con mucha preocupación.
Sobre el conflicto Rusia-Ucrania, la funcionaria mencionó que despertó “fantasmas dormidos en este tipo de conflictos que no se veían desde el conflicto Estados Unido-China. No podemos llegar a pensar en una tercera guerra mundial, pero sí pudimos notar los bloques que se crearon, por un lado, los occidentales con Estados Unidos y, en el otro, las naciones neutrales como China e India, entre otras. En estos momentos las consecuencias del conflicto son muy importantes, aunque ya estamos viendo el impacto de los problemas como el gas, la energía y la producción de alimento. Por eso es importante el G-20, porque se pueden encontrar soluciones y mediar en el conflicto para que no impacte en los países que dependen de ellos. Sin embargo, sin acuerdos difícilmente podemos avanzar hacia un mejor mundo”, detalló.
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