POR KRISANGELLA SOFÍA MURILLO CAMACHO
El cambio climático no es un tema ajeno a la industria del cine, incluso actores comprometidos con el medio ambiente llevan ya algún tiempo usando su popularidad para generar conciencia, como es el caso de Leonardo Di Caprio, quien se involucró en la realización del documental “The 11th Hour” (“La última hora”, EU, 2007), bajo la dirección de Leila Conners Petersen y Nadia Conners.
El filme, narrado por Di Caprio, analiza fenómenos meteorológicos extremos que se agravan, debido a las afectaciones en la temperatura y al aumento de contaminación: sequía, inundaciones, falta de alimento, huracanes y lluvia ácida. Participan más de 50 expertos en diversas áreas del conocimiento, aportando sus puntos de vista, entre ellos el científico y divulgador Stephen Hawking, el expresidente soviético Mijaíl Gorbachov, el reverendo James Parks, el periodista Kenny Ausubel y el antropólogo Joseph Tainter.
El título hace referencia a la “última hora” que le queda a la humanidad para evitar un posible desastre ambiental debido a estilos de vida que han derivado en una crisis y propone soluciones drásticas para restaurar los ecosistemas. Su presentación oficial se llevó a cabo en el 60º Festival de Cannes, en agosto de 2007 y de inmediato llamó la atención de diversas organizaciones no gubernamentales.
Otro documental en esta materia es “Plastic Planet” (Alemania-Austria, 2009), del director Werner Boote; éste analiza la importancia del plástico en la vida cotidiana, un material barato de producir y muy práctico, que en poco más de un siglo se ha hecho imprescindible, pero también se ha convertido en una amenaza global a la salud, por los aditivos que contiene, además de un extenso ciclo de vida (puede mantenerse más de 500 años en el suelo y en el agua), lo que deriva en una bomba de tiempo para el medio ambiente.
Con ejemplos claros plantea las consecuencias de la producción y consumo en masa del plástico, sin atacar directamente a la industria. Como resultado de 10 años de investigación, pone en tela de juicio los hábitos de consumo e invita a ser compradores responsables.
Los conflictos por el manejo del agua potable se retratan en “H2Omx” (México, 2014), de José Cohen y Lorenzo Hagerman. Esta cinta cuestiona la viabilidad de supervivencia del Valle de México, con más de 22 millones de habitantes, donde el crecimiento es incesante, grandes zonas padecen desabasto, el desperdicio es evidente y el líquido que llega está expuesto a la contaminación.
Una toma aérea muestra el agua saturada de espuma similar a la nieve, pero con alta carga de agentes cancerígenos: residuos de detergentes, desechos humanos e industriales. Es la misma agua que posteriormente se utilizará para el riego de cultivos ubicados en las zonas circundantes.
Aunque el relato se centra en el Valle de México, explora también problemas con similares afectaciones en otras ciudades del país. Este documental incluye entrevistas con ingenieros, habitantes de comunidades afectadas por el desabasto y de zonas que inevitablemente padecen las inundaciones en época de lluvias.
“H2Omx” hace gala de la fotografía de paisaje y busca abrir los ojos de los espectadores ante la magnitud de la infraestructura hidráulica necesaria para la urbe más grande del continente americano y el aumento en la contaminación del agua que consumen sus habitantes.
Hasta aquí este repaso de trabajos que cumplen con la meta de generar un posible cambio de mentalidad en el público y remarcar que la humanidad es la principal encargada de las transformaciones que suceden en las ciudades.
En otros materiales fílmicos se puede analizar qué sucede con la industria de la construcción, deforestación, daños a la biosfera, extinción de especies, diversidad genética y ecosistemas. La pérdida de valiosos recursos biológicos, afectación a la sociedad en sentido ético, estético, económico y ecológico, pero esto da materia para una nueva entrega en CineAdictos.
Esta colaboración se publicó en la edición 152 del boletín informativo CINEADICTOS. Marzo de 2016. Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.