¿Comedia romántica a la mexicana?
POR NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO
Recurrir a las adaptaciones o remakes de filmes célebres no garantiza repetir buenos resultados. La nueva película, además de estar obligada a igualar o superar la versión original, repitiendo fielmente la trama o con adaptaciones, inevitablemente estará expuesta a prejuicios y comparaciones.
En el mejor de los casos, aunque se refrende el éxito, la calidad siempre será sometida al escrutinio. Este es el caso del filme “Busco novio para mi mujer” (2016), dirigida en México por Enrique Begñé, quien elaboró el guión en colaboración con Gabriel Ripstein.
Sandra Echeverría (Dana), Arath de la Torre (Paco) y Jesús Ochoa (“El Tiger” Cordera) encabezan el elenco. El estreno se realizó el 12 de febrero con 800 copias. Ha sido bien reci-bida por el público, gracias a su comicidad con ajustes a la cultura mexicana.
La productora, Sandra Echeverría, invirtió 30 millones de pesos. Podría decirse que esun filme barato y deja ver su limitación presupuestal con decorados y arte de mediana calidad. Aunque usaron más de 40 locaciones, da la impresión que el mismo edificio en la colonia Doctores sirvió para todas las escenas.
La trama se centra en una pareja de mediana edad, luego de varios años de matrimonio, sin hijos, cuya vida monótona está influenciada por el mal carácter de ella, una señora que se la pasa quejándose, no tiene límites, pone en ridículo a su marido y le hace “desgraciada” la existencia, pero él no tiene el valor para acabar con esa relación.
Al esposo, los amigos le sugieren recurrir a los servicios de un experto seductor para que enloquezca de amor a su mujer, la orille a abandonarlo y acaben así sus problemas existenciales. Evidentemente no es fácil y devienen situaciones que dan pauta a los enredos.
Esta comedia romántica surgió en Argentina con el título “Un novio para mi mujer” (2008), dirigida por Juan Taratuto, guión de Pablo Solar, teniendo en los roles principales a Valeria Bertuccelli (Andrea “La Tana” Ferro), Adrián Suar (Diego “El Tenso” Polski) y Gabriel Goity (“El Cuervo” Flores).
Superó el millón de espectadores, gracias a los dotes verborrágicos impecables de Valeria Bertuccelli, quien ridiculiza a la sociedad argentina con excelentes monólogos, critica los sentidos comunes y diálogos a los que comúnmente se recurre para “socializar”.
No obstante, se trata de un largometraje que deja cabos sueltos y abandona las tramas secundarias lo cual, por desgracia, fue exactamente retomado en la versión mexicana, donde la historia se apresura y saltan al clímax para dar solución al “triángulo amoroso”, sin dejar claro si hubo o no infidelidad.
En Italia se llama “Un fidanzato per mia moglie” (2014), dirigida por Davide Marengo, guión de Neri Parenti y Paolo Genovesse, con las actuaciones de Geppi Cucciari (Camilla Ledda), Paolo Kessisoglu (Simone Fortini) y Luca Bizarri (Pietro “Il Falco”). Al público no le convenció debido al ritmo lento y fallas en la selección de los roles protagónicos.
En Corea del Sur se utilizó el mismo argumento, pero adaptado a la cultura de aquel país, superando el resultado de los argentinos con 4.5 millones de asistentes El título internacional es “All About My Wife” (“Todo sobre mi esposa”, 2012), del director Min Kyu-dong, guión de Heo Sung-hye y Min Kyu-dong. Las actuaciones son de Lee Sun-kyun (Doo-hyun), Im Soo-jung (Jung-in) y Ryu Seung-ryong (“Casanova” Sung-ki).
Es una versión muy ágil, con personajes al borde del límite de su desesperación. Sustituye el rol de mujer aletargada por una hiperactiva, parlanchina, gran cocinera, obsesionada con criticar todo aquello que la pone de malas. Se aborda el adulterio con picardía y sensualidad. Para quienes gustan del subgénero de mujeres dominantes he aquí una buena opción.
Los coreanos entregaron una historia deliciosa, sorprendente por la genialidad de sus diálogos y buena química entre los personajes. Aportan escenas donde el marido se traslada por trabajo y aunque parece ser la solución para darse un respiro de su mujer, ésta lo persigue por todo el país. El estilo del director y la adaptación dan la impresión de estar ante una película distinta, incluso superior a la original.
En México, con todo el respeto que merece el esfuerzo de Sandra Echeverría para generar su propia fuente de empleo, fallan los resultados debido a la autocomplacencia. Es buena actriz y llena la pantalla, pero lo suyo no es la comicidad. Imperdonable para Enrique Begñé no haber atendido las fallas de origen, eliminar pasajes enriquecedores y no adecuar el guión con mejores elementos.
El potencial histriónico de Mónica Huarte, Mariana Treviño, Mauricio Isaac, Juan Carlos Colombo y Jorge Zárate, entre otros actores, se queda corto. Trabajos previos en cine, teatro y televisión nos indican que ellos han tenido mejores oportunidades para demostrar su talento.
Esta colaboración se publicó en la edición 152 del boletín informativo CINEADICTOS. Marzo de 2016. Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.