• Director del INSUS llama a tomar en serio la planeación urbana
La urbanización de asentamientos irregulares cuesta hasta ocho veces más que en el centro de alguna ciudad, lo cual puede traducirse en el rubro del transporte público, las familias que los habitan gasten hasta 60 por ciento de sus ingresos, afirmó el Director General del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS), doctor José Alfonso Iracheta Carroll.
En la conferencia El quehacer institucional del INSUS frente a los retos del ordenamiento territorial y los asentamientos irregulares, sostuvo que regularizar dichos centros poblacionales, en vez de planificar la urbanización, redunda en error estratégico de origen, pues “regularizar incentiva la irregularidad”.
De acuerdo con el funcionario federal, no hay ninguna ciudad del país con planificación urbana adecuada y la zona conurbada de la Ciudad de México tiene la peor situación a nivel nacional, lo que conlleva a severos problemas para dotar a todos los asentamientos humanos de agua potable, electricidad, drenaje, transporte y seguridad, entre otros, que implica costos elevados y servicios deficientes.
La mala planificación urbana ha provocado que más de 60 millones de personas vivan en zonas de alto riesgo en todo el territorio nacional y la estimación de daño ambiental de hasta cinco millones de hectáreas para 2030, alertó frente a estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.
De acuerdo con el funcionario federal, existe oferta insuficiente de suelo apto, habilitado y bien localizado, por lo que diversos asentamientos urbanos de la periferia de las grandes ciudades ocupan suelos de conservación o sitios con riesgo de afectaciones severas por fenómenos naturales.
La creación en 1973 de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (Corett), antecedente del INSUS, resultó error estratégico, pues el problema no eran los asentamientos irregulares, más bien la consecuencia de la falta de planeación urbana. La regularización llevó al surgimiento de nuevos asentamientos de ese tipo y al crecimiento desordenado de las ciudades, explicó.
Dicho problema ocasiona además la especulación respecto al valor del suelo, por lo que las personas de bajos ingresos no pueden acceder a viviendas en lugares bien urbanizados estableciéndose en la periferia por lo que aumentan más los asentamientos irregulares.
Por ello, expuso, el INSUS tiene el propósito de planear, diseñar, dirigir, promover y ejecutar programas, proyectos, acciones, obras e inversiones relativas a la gestión y regularización del suelo, con criterios de desarrollo territorial, planificado y sustentable.
Iracheta Carroll enfatizó en cuanto al cambio de paradigma enfocado en atender las causas de la irregularidad mediante la adecuada gestión del suelo para habilitar los que estén bien localizado que permitan ejecutar proyectos de desarrollo urbano integrales para incorporar vivienda social para las familias de menores ingresos.
El titular del organismo, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) presentó diversos proyectos con dichas características, como el centro de San Luis Río Colorado, Sonora, donde las viviendas más pequeñas de 70 metros cuadrados e incluyen centros comerciales y de gobierno, parques, hospitales y áreas deportivas, así como vialidades adecuadas para, en el futuro, desarrollar infraestructuras de transporte público eficiente.
Otro proyecto de este tipo, pretende aprovechar predios que antiguamente albergaban la estación ferroviaria en Yucatán, mientras que otro más habrá de desarrollarse en las zonas por las que corre el Tren Interurbano México-Toluca, El Insurgente, abundó.
En la Ciudad de México, la zona industrial de la alcaldía Azcapotzalco aparece como buen prospecto para desarrollo urbanos de ese tipo, y concretarlo dependería de la creación del proyecto adecuado, puntualizó Iracheta Carroll.