En el Auditorio de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria I realizaron el conversatorio Violencia en la Universidad, percepciones del estudiantado, donde tres académicas expusieron parte de los resultados de un diagnóstico de violencia de género que realizaron en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
La doctora Alma Rosa Sánchez Olvera, titular de la investigación y pionera en estudios de género en el plantel, mencionó que centraron la atención del diagnóstico en la comunidad estudiantil, y agregó que estos foros sirven para reconocer que hay problemas y no normalizarlos, así como para identificar que existen variados tipos de violencias interactuando entre sí, como la violencia emocional o simbólica.
La maestra Leticia García Solano, docente de Pedagogía en el campus, detalló que como grupo han trabajado en el tema desde 2007. Mencionó que cuando preguntaron a los universitarios si habían experimentado violencia, la mayoría respondió que no, pero cuando aplicaron grupos focales a los alumnos, muchos narraron experiencias donde sí habían atravesado por esas situaciones.
La licenciada Gabriela Castellanos Abundiz dijo que “hablar de violencia es hablar de relaciones de poder”, por lo que entre los propósitos del diagnóstico está identificar cómo interactúan dichas violencias, no solo dentro del campus, sino en el transporte público o en espacios familiares. De igual forma, la profesora de Comunicación explicó que hallaron violencias no consideradas anteriormente, como la violencia digital o la gordofobia (que muestra discursos de odio en contra de los cuerpos no delgados ni blancos).
Diferentes violencias
Las académicas compartieron hallazgos sobre algunos tipos de violencias diagnosticadas dentro de la comunidad, como la docente, derivada de una figura autoritaria que descalifica o humilla al estudiantado. Sánchez Olvera explicó que hay profesores profundamente sexistas, otros ejerciendo violencia epistémica y descalificando opiniones de las compañeras solo por ser mujeres, fenómenos con mayor incidencia en las licenciaturas en Derecho, Diseño Gráfico, Ciencias Políticas y Administración Pública e Ingeniería.
Por su parte, García Solano explicó que los estudiantes señalaron a los Programas de Carrera, Actividades Deportivas y Recreativas y las casetas de vigilancia como espacios donde mayor violencia institucional vivieron. También habló sobre la violencia en las relaciones erótico y/o afectivas que no solo hacen referencia al noviazgo, también a relaciones poliamorosas, amigos u otras formas de vinculación. García Solano reportó que 30.65 por ciento de hombres y 46.15 por ciento de mujeres experimentaron ese tipo de situaciones.
Castellanos Abundiz insistió en que la violencia no solo impacta a nivel físico, sino en las emociones y autoestima. Asimismo, la docente describió la violencia que vive la diversidad sexogénerica, quienes no perciben a la Universidad como espacio seguro, por ejemplo, reconocieron que las personas trans demandan ser llamadas por los pronombres con los que se identifican.
Acciones
Las investigadoras coincidieron en que, a partir de estos resultados, deben tomarse medidas para favorecer una mejor convivencia entre los integrantes de la comunidad universitaria. Castellano Abundiz destacó la necesidad de incorporar la perspectiva de género y fomentar la transversalización en los planes de estudio que propicie una cultura libre de violencia.
En tanto, Sánchez Olvera explicó el error de concebir la visión de género descontextualizada del feminismo, que sigue siendo incómodo, pero que es el origen teórico y político de esa perspectiva. Asimismo, consideró oportuno visibilizar los aportes de las mujeres en las ciencias y exigir que los profesores incluyan a académicas en las bibliografías, lo que conllevará a la actualización.
Al tratarse de una investigación apoyada por la Comisión Interna para la Igualdad de Género, instancia que ha impulsado estrategias para hacer partícipe al alumnado, García Solano estimó: “sabemos que nos falta muchísimo, pero también hay acciones concretas que puede hacer a la comunidad interesarse y participar en estos temas… Los desafíos son muy grandes, pero las acciones ya han comenzado y la idea es que podamos continuar”.
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