Alejandro Gabriel Jiménez López siempre fue un niño al que le gustaba mucho el deporte, el futbol soccer era su pasión, al grado de ser un prospecto para hacerlo de manera profesional. El problema era su estatura y su físico, por lo que optó por ir al gimnasio para mejorar su aspecto, sin pensar que ese cambio sería total en su persona.
Entre pesas, mancuernas, discos, barras, tutoriales y algunos consejos que recibía de la gente con la que coincidía en el gimnasio, el hoy estudiante del primer semestre en la licenciatura en Economía de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán comenzó a notar los cambios en su aspecto, ya que ese joven de estatura baja y delgada, era un chavo con un buen físico, sus casi 15 kilos de aumento en masa muscular así lo decían, fue entonces que recibió el consejo de participar en el powerlifting o levantamiento de potencia, es una deporte de fuerza que consiste en la realización de tres ejercicios de levantamiento de peso: la sentadilla, el press de banca y el peso muerto.
“Fueron unos amigos que estudian en otras facultades de la UNAM quienes me dijeron que estaba la competencia de powerlifting, yo no sabía de qué me hablaban, me puse a investigar, la competencia era en octubre, tuve solamente dos meses de preparación, vi videos, algunas competencias, fue así que comencé mi entrenamiento. Me acerqué a la Coordinación de Actividades Deportivas de Acatlán para que me inscribieran a la competencia, pero jamás pensé que me iría tan bien”, dijo Jiménez López en entrevista.
Alejandro Gabriel ganó la medalla de plata en la categoría de los 74 kilogramos, en su primera competencia formal, los pasados Juegos Universitarios 2023, celebrados en el gimnasio de levantamiento de potencia y acondicionamiento físico del Frontón Cerrado de Ciudad Universitaria, logro que se debe a su preparación y a los consejos de Xavier Alexei Salas Fuentes, estudiante de la licenciatura en Derecho. “Sabía que era un referente en este deporte, no lo conocía, pero cuando coincidimos y me vio, me dio algunos tips que me ayudaron bastante en la competencia, la verdad jamás pensé en hacer este papel, pero conforme avanzaba la competencia me di cuenta que podía dar más y me alcanzó para la plata; me siento muy orgulloso y feliz por representar a mi escuela”, destacó.
Familia, esencial
El estudiante universitario no pudo ocultar el sentimiento de alegría, pero a la vez de agradecimiento al hablar que este gran paso se lo dedica a sus padres: Alejandro Jiménez y María de Jesús López, quienes contrario a lo que pasaba cuando jugaba soccer, estuvieron con él en la competencia. “Cuando jugaba futbol casi no iban a mis juegos, sólo en las finales, pero en esta ocasión ellos me acompañaron desde muy temprano, ya que la levantada fue casi a las cinco de la mañana, pues nosotros vivimos en Tultitlán, Estado de México, y el traslado a CU fue casi de dos horas en carro, y literal fueron más de 12 horas de competencia, porque eran muchos los que concursaron, yo de plano ya quería tirar la toalla, pero ellos me alentaron a que lo hiciera bien, y por ellos fue que aguanté. Al saber que fue plata la medalla, de inmediato se las dediqué a ellos”, comentó con los ojos a punto de las lágrimas.
Orgulloso y comprometido, el ahora estudiante-atleta sabe que el compromiso que tiene será mayor conforme siga dedicándose a ambas cosas, “aunque sé que el camino será complicado, siento que puedo ser un ejemplo, el que fuera mi primer competencia y saber que me dijeran que tengo el potencial me llena de mucha responsabilidad, pero sé que con disciplina, un buen entrenamiento y un buen asesoramiento, el día de mañana daré mejores y más satisfacciones a la FES Acatlán, y, por qué no, en un futuro a la UNAM, ya que gracias a esta medalla, puedo formar parte del seleccionado para futuras competencias estatales o nacionales”, señaló. ¡Enhorabuena!
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