“Como estrategia principal para romper el abuso del poder consistió en abrirlo a convocatorias, como las asambleas, donde los maestros discutieran sobre los rumbos que deberían llevar los libros. Generar comunidad de aprendizaje en cada una de las decisiones, después de platicar horas sobre estos temas, los maestros, al ver las posibilidades comenzaron a pensar en utopías, en su búsqueda se generaba cierto progreso social perdiéndose esa cuestión de despotismo. En el caso de primaria participaron 1998, de los que se publicaron 500 autores, todavía falta el ejército que está alrededor de los autores, los evaluadores, y todavía faltan los ilustradores”, señaló el doctor Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos, de la Secretaría de Educación Pública, en su visita a la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
En el auditorio de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria I, el funcionario de la SEP compartió espacio con tres catedráticos del campus en el conversatorio multidisciplinario Los libros de texto gratuitos. Apuntes desde la pedagogía, la sociología y el diseño gráfico, donde, reservándose nombres y cargos de funcionarios, Arriaga Navarro contó que con los borradores en las asambleas pudieron planteárselo al magisterio, que hicieron algunas aportaciones después de leer: “nos dimos cuenta que ese movimiento indignado podía ser la base de la transformación, la base para hacer los libros de texto. Los borradores los cargamos mucho hacia una educación con tinte social, no iba a ser tan sencillo regresarlo hacia el despotismo ilustrado; tal vez no en un paradigma positivista, tenía que replantearse hacia una visión crítica”.
Por Acatlán, participaron la maestra Esther Ramírez Hernández, el maestro Juan Barajas González, y el doctor Rafael García García. Con la visión del diseño gráfico, Ramírez Hernández habló de los libros de primero y sexto años de primaria, señalando los aciertos y aspectos susceptibles de mejorar. “En términos de estructura, es la misma composición editorial, disposición no rígida de los contenidos, cierta libertad en la disposición de los textos. Muchos blancos, espacios visuales, tipografía que permite buena legibilidad, están bien indicados los títulos, sin embargo, nos queda a deber con los subtítulos, faltó un reforzamiento en términos de color, porque hablamos de los niños más pequeños. Más imágenes, menos textos, con tipografía más grande”, dijo la catedrática.
Respecto a las imágenes, la universitaria subrayó que “vemos imágenes muy bien logradas, con muchos colores y formas. Cuando somos niños, las imágenes permiten que busquemos, soñemos, intentemos oportunidades para dialogar. Tenemos algunas bien logradas, estilos que recuerdan a grandes maestros como Leopoldo Méndez, muy al estilo de los grabados”.
Desde la sociología, Barajas González destacó la importancia de la educación que posibilite la adaptación de los sujetos al entorno social: “el sistema educativo debe aspirar a formar sujetos con capacidad para transformar la sociedad y no solo adaptarse a ella. ‘Rehacer las escuelas’ bajo un paradigma humanista y pensador”, además, indicó que “la propuesta está abierta al debate acerca del contenido de la misma y sobre lo que debe cambiar en las aulas, las escuelas y el sistema educativo en su conjunto”.
Del papel de los profesores, subrayó la relevancia de un verdadero involucramiento de los padres de familia en la educación de los hijos: “tomar en serio el valor de la educación, cada quien trabajar desde su trinchera haciendo comunidad. Además, saber usar la tecnología, si rompemos el paradigma será posible revivir la filosofía, la sociología, la ética, el civismo, las artes y la cultura física, hablamos de equidad de género y diversidad sexual”.
Por la pedagogía, García García presentó Posibilidades y límites de los libros de texto gratuitos, manifestando que las bases teóricas de toda actividad cognoscente se encuentran en la escritura, la lectura, la historia y las matemáticas: “la esencia del trabajo pedagógico consiste en conocer, comprende y analizar los principios que ordenan el conocimiento y sus formas de enseñar a pensar”.
Como límites, el profesor de Acatlán explicó que “los maestros constituyen uno de los actores más relevantes, tienen con sus tareas resultados, viabilidad y pertinencia de la reforma al pensamiento desde los libros de texto gratuitos”, toda vez que “los libros de texto gratuitos constituyen un medio, no un fin en sí, mismo donde la tarea consiste en acercar a los estudiantes al mundo del saber”.
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