Alumnos de los diferentes semestres de la licenciatura en Pedagogía de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán participaron en las dos conferencias La importancia de la salud mental. Psicoanálisis y atención plena, dictadas por la maestra Laila Julieta Farcug Monroy, profesora del campus, y el maestro español Manuel Contreras García, creador del programa de inteligencia emocional, en el Auditorio del Posgrado.
En primera instancia, los estudiantes colaboraron con las sesiones de meditación y respiración, ejercicios que permitieron se relajaran. A continuación, la psicoanalista Farcug Monroy se refirió a diferentes conceptos relacionados con los síntomas, la clínica e intervención psicopedagógica, desde el psicoanálisis.
Por lo que hace a la colaboración con Contreras García, la maestra en psicoanálisis y cultura por la Escuela Libre de Psicología de Puebla, dijo que “se trata de un trabajo que incluye dos campos divergentes: el psicoanálisis y la atención plena obteniendo resultados interesantes en relación con la salud mental, dicha convergencia se hace posible precisamente en el campo de la intervención y la formación psicopedagógica. A mis alumnos siempre les digo que la psicología y la pedagogía son primas hermanas, y el psicoanálisis no tiene utilidad, aunque es fundamental”.
La profesora de Acatlán, con especialidad en psicopedagogía, señaló que los profesionales interesados en la salud mental deben incluir los campos de su formación para mejorar la atención a los pacientes. Para continuar con la participación de los alumnos, Farcug Monroy preguntó definiciones relativas al psicoanálisis, la salud mental y otros conceptos.
Por su parte, Contreras García, experto en intervención sobre prevención del suicidio, habló de la atención plena, con base en ejemplos, y recomendó que las personas que no pueden deshacerse de sus miedos, se acostumbren a vivir con ellos.
El especialista se refirió a otras definiciones, y apoyándose en su colega y paisano, Miguel Ángel Vallejo, quien ha considerado que las terapias de tercera generación, de los años noventa se basan en las terapias de primera generación, conductistas de los años cincuenta y de la segunda generación, del tipo conductual de los años setenta.
Continuando con el mismo autor, Vallejo y las terapias de tercera generación, el especialista leyó, “lo novedoso de estas terapias de última generación es que cuestionan el esfuerzo de luchar contra el malestar. Consideran las emociones con valor adaptativo. Dichas emociones son consideradas señales que necesita el sujeto para retomar su comportamiento, según sus objetivos y valores”.
El también experto en la aplicación de las nuevas tecnologías, habló de las funciones básicas de las emociones, y agregó que el “miedo se da donde hay anticipación, amenaza y protección; ira: rabia, enfado, furia y destrucción; sorpresa: sobresalto, asombro y orientación; alegría: diversión, bienestar y reproducción; aversión: disgusto y rechazo; tristeza: pesimismo, pena y reintegración”.
Lo anterior formó parte de la dinámica de percepción de estímulos, en la que los estudiantes de Pedagogía de la FES Acatlán cooperaron cerrando un tiempo los ojos y al abrirlos de nueva cuenta cumplieron con ejercicios de percepción del cerebro y los ojos, al igual con otro ejercicio: el Body Scan, propio para el trabajo con las emociones de los asistentes.
En las sesiones estuvo presente la licenciada Ariadna Araico Soto, egresada de la Universidad del Valle de México, quien junto con Contreras García y Farcug Monroy trabajan en la empresa MC Psicología.
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