“Para que exista una igualdad entre hombres y mujeres, en cuanto al trabajo no remunerado en México, se requieren políticas públicas que contribuyan a resolver problemas fundamentales de la vida privada en los hogares y es indispensable con políticas públicas desde el gobierno que provean de mejores instalaciones y servicios para el cuidado de las familias”, señaló la doctora Guadalupe Venteño Jaramillo, durante la conferencia “Trabajo no remunerado de las mujeres en México: Generalidades”.
Como parte de las actividades de las Jornadas para la eliminación de la Violencia contra Niñas y Mujeres #25N, organizadas por la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Venteño Jaramillo dio un panorama sobre la magnitud del trabajo no remunerado que viven las mujeres en México desde el contexto del proyecto PAIDI “Violencia contra las mujeres. Un estudio desde la Ciencia de Datos y la Estadística Espacial”.
La también consultora internacional y docente en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM, vía Zoom, comentó que el trabajo no remunerado es aquel que se realiza sin recibir algún salario o ingreso a cambio, y en el caso de las mexicanas, éstas se encuentran en el cuidado del hogar, las actividades domésticas, el cuidado a los infantes, los adultos mayores, la aplicación de primeros auxilios, de enfermería, de cuidado, reparaciones menores del hogar y la preparación de alimentos.
“El valor del trabajo que llevan a cabo estas personas, en especial las mujeres, es muy alto, incluso, significa una disminución de la carga financiera para el Estado, ya que le exime del gasto social dirigido a cuidado de infantes, niños, niñas, personas con discapacidad, enfermas y de los adultos mayores. En promedio, las mexicanas dedican 31.3 horas a la semana al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que los hombres solamente dedican 11.2 horas, entonces, desde ahí ya tenemos un severo problema”, detalló.
Para Venteño Jaramillo un aspecto importante para poder combatir este problema es que se realice inversión en servicios públicos de cuidado de la primera infancia, ya que “tiene beneficios a corto y largo plazo. En el primero, permitirá a las madres tener un trabajo remunerado y fuera del hogar, mientras que en el segundo se contribuye al desarrollo integral infantil”, dijo.
Por ello, pidió también que uno de los beneficios para que exista igualdad es tener empatía y tolerancia con aquellas mujeres que necesitan ser apoyadas en este aspecto, y agregó que “tenemos que ser solidarias y apoyarlas, si lo hacemos en equipo podremos acabar con la desigualdad, por eso, cada vez que veamos a mujeres en esta situación, apoyémoslas, para que juntas salgan adelante, ya que eso también servirá para que se tenga una mejor salud física y mental necesarias para el desarrollo y avance en las mexicanas trabajadoras”, concluyó.
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