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• Expresidente de la Generalidad de Cataluña, eurodiputada, activista y periodista charlan sobre el uso de Pegasus contra disidentes políticos en El Salvador, España y México

Pegasus: espionaje masivo. Los casos de México y Cataluña fue un espacio que reunió a cuatro especialistas con una experiencia en común: haber sido espiados mediante software especializado. Carles Puigdemont, Diana Riba, Alejandro Calvillo y Daniel Lizárraga hablaron de estos ataques contra su privacidad y propusieron acciones para enfrentar el uso de este programa espía que gobiernos nacionales hacen contra disidentes políticos, abogados, periodistas.

Este diálogo, convocado por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán y la Delegación del Gobierno de Cataluña en México y Centroamérica, fue moderado por el doctor Jorge Schiavon, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

Lleïr Daban, delegado del Gobierno de Cataluña en México y Centroamérica, destacó la importancia de abordar temas incómodos, pues tan solo en Cataluña, dijo, se tiene documentado el espionaje de 65 personas mediante Pegasus, un software especializado de origen israelí, además mencionó que México es el país que más recursos ha invertido para el uso de este programa.

La doctora Claudia Márquez Díaz, secretaria de Extensión Universitaria y Vinculación Institucional de Acatlán, celebró este diálogo entre expertos, en especial por permitir al público conocer y profundizar sobre este tema.

Carles Puigdemont, expresidente de la Generalidad de Cataluña entre 2016 y 2017; y actualmente eurodiputado, expresó que estas herramientas de espionaje son “armas de destrucción masiva de derechos fundamentales”. Enfatizó que son ilegales, pues permiten un espionaje sin control, aunque los Estados las utilizan con la excusa del combate contra el crimen organizado y el terrorismo.

Puigdemont insistió en que la respuesta debe ser global, pues son los gobiernos los únicos que pueden adquirir esta herramienta, además, consideró que no hace falta crear una legislación más garantista para combatir el problema, pues, de hecho, el uso de Pegasus ya es ilegal por estar fuera de la ley y ser incompatible con la democracia. “Es una bomba al Estado de derecho y a la seguridad jurídica”, expresó el expresidente.

En cambio, la eurodiputada Diana Riba insistió en que el espionaje no solo vulnera los derechos civiles, también lo hace con los derechos políticos, como fue un su caso, pues fue espiada mientras planteaba una estrategia judicial para ayudar a presos políticos catalanes. “Pegasus está acabando con nuestras democracias, las hace menos incluyentes”, resaltó.

De igual forma, enumeró acciones contra el problema, en especial la creación de una comisión de investigación en el Parlamento Europeo que incluye otros casos como los de Hungría y Polonia, aunque denunció que existe silencio sobre estas situaciones en países como Alemania, Francia y Luxemburgo. Consideró que sí se debe crear un marco legal que no solo se acote a Pegasus, sino que señale en general la ilegalidad de estas tecnologías y las caracterice, asimismo, resaltó la importancia de que la ciudadanía exija más transparencia a sus gobiernos.

Por su parte, Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, calculó que 15 mil mexicanos han sido espiados mediante este software. “Me llama la atención cómo se crean poderes internos dentro del poder”, dijo al describir su caso, donde él y un investigador del Instituto Nacional de Salud Pública fueron espiados cuando buscaban la forma de que se cobrará un impuesto a las bebidas azucaradas. Agregó que en este caso no solo estuvo involucrado el gobierno de México, sino también la refresquera y embotelladora más grandes del país.

Consideró que la tecnología se desarrolla a gran velocidad, y para frenar estas prácticas se deberían instituir sanciones fuertes y establecer límites claros de hasta donde se puede intervenir el Estado para combatir al crimen organizado.

A su vez, el periodista Daniel Lizárraga describió que ha atravesado el espionaje por partida doble: primero en 2016 en México, mientras realizaba la investigación conocida como “La Casa Blanca”; la segunda vez fue en 2021, cuando se encontraba en El Salvador trabajando en el periódico El Faro, donde fue espiado por el gobierno del presidente Nayib Bukele, quien expulsó al periodista mexicano de ese país.

El egresado de la FES Acatlán alertó sobre las consecuencias que provoca Pegasus en el trabajo periodístico, como entorpecer el acceso a fuentes. Asimismo, explicó que para que los gobiernos pudieran adquirir este software sin que se vieran directamente ligados con los israelís, se creaban otras empresas para triangular el rastro de este tipo de adquisiciones.

El periodista destacó la importancia de fortalecer a las organizaciones no gubernamentales especializadas en rastrear actos ilegales y que los gobiernos paguen el costo político en las urnas cuando realicen estas prácticas .

Puedes consultar la transmisión completa aquí.

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