“No es lo mismo tener un título avalado con la firma de la UNAM que de otra universidad, con todo respeto para esas otras grandes instituciones”, señaló Roberto José Sánchez Saynes, quien, después de 27 años de haber egresado de la licenciatura de Derecho en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, pudo cerrar el ciclo que tenía pendiente en la vida.
Vestido con guayabera color vino y pantalón de mezclilla típica del estado de Chiapas, el cual lo adoptó hace más de 18 años por cuestión de trabajo y llegó a radicar a Tapachula. Sánchez Saynes, quien recorrió 845 kilómetros de distancia para llegar a su Facultad, no dejaba de reflejar en su rostro el orgullo, la alegría y la emoción a punto de las lágrimas. Regresó a su alma mater para recibir de mano de las autoridades el papel que lo acredita como licenciado en Derecho, de su amada UNAM, y más de su entrañable FES Acatlán.
“Es algo indescriptible, la verdad no pude evitar que se me salieran las lágrimas”, su voz se entrecorta, respira y continúa: “Es un orgullo, se me quita una gran loza encima, regresar a Acatlán a recibir mi título y haber cerrado un ciclo, poderlo tenerlo con mi familia es algo emocionante; fueron más de 20 años buscándolo, pero ahora no tengo más que agradecerle a mis hermanos y amigos que me llevaron de la mano, porque no es fácil cuando ya tienes trabajo, familia y muchas responsabilidades”, dijo.
El hoy secretario de acuerdos en la Fiscalía General del Estado de Chiapas, comentó que durante su estancia en la ciudad donde radica, buscó alternativas en otras universidades para poder tener el título e, incluso, averiguó opciones para revalidar materias. Con el confinamiento derivado por la pandemia ocasionada por la Covid-19 pudo comenzar los trámites de titulación, ya que, gracias a los diplomados en línea que se abrieron en la Acatlán, fue que se animó a regresar a clases y retomar sus estudios, preparar proyectos, hacer tareas y, lo mejor, retornar con sus compañeros de clase, que aunque fueran por ventanas de pantalla de una computadora, terminaron en grandes amistades.
“Fue difícil, tener tanto tiempo sin estar en una clase o estudiar, si eres abogado debes de por lo menos leer siempre o diario, pero no es lo mismo preparar una clase y realizar un examen, costó mucho trabajo, pero tuve maestros muy bien preparados con cátedras excelentes y, además, que se enriquecieron con mis experiencias laborales y la de los compañeros. Fueron cuatro meses en los que crecí personal y profesionalmente por todo lo que aprendí, ya que día a día me motivaban a interactuar y cuando terminé, realicé los trámites para tener ese documento final con la firma UNAM, que sin duda vale mucho”, destacó.
Con mirada nostálgica, Roberto José volvió a recorrer esos pasillos que durante cuatro años y medio caminó de mano de su generación 91-95, fueron parte de su desarrollo estudiantil, en su mente regresan esas horas de convivencia, de clase, de ilusiones, de proyectos, de todo lo que alguna vez anheló en esa bella época juvenil y estudiantil en la que se querían comer al mundo, en el que de la casa a la escuela, de la escuela al trabajo y de ahí a regresar a la casa o los viernes estar con los compañeros en la fiesta eran parte de su vida diaria.
“Regresar a la hoy FES y verla tan diferente, pero con el orgullo de ver cómo ha crecido arquitectónicamente fue algo maravilloso, ahorita que entré me perdí, pero cuando regresé a la explanada, donde me veía con los amigos y maestros es muy agradable, muchos recuerdos bonitos, alegrías, sufrimientos, exámenes, la despedida de la escuela, ya que cuando terminas se acaba una etapa de las amistades y llegan las responsabilidades, y regresar me hizo sentir joven de nuevo, quisieras estudiar otra cosa, y después de tener el título me motiva a buscar una maestría, un doctorado u otro diplomado, hay tantas cosas que puedes hacer hoy día que sin duda lo pensaré”, refirió.
Por último, Sánchez Saynes invitó a las nuevas generaciones y aquellas que tengan el pendiente de titularse a que lo hagan, ya que “es muy necesario para tener un crecimiento. “En lo personal dejé ir grandes oportunidades laborales para crecer y tener una mejor posición para mi familia, pero por no tener el título se me negó. Yo les digo que aprovechen su tiempo en la universidad, y más en una FES Acatlán tan hermosa que tiene muchas posibilidades para que logren ese objetivo. Aprovechen, no lo dejen pasar y vean que nunca es tarde”, señaló. ¡Enhorabuena!
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