La presencia de los judíos en el México moderno se remonta a los inicios del siglo xx. Entre los contingentes migratorios que llegaron al país se encontraban judíos de distintas procedencias, que se fueron estableciendo principalmente en las ciudades dedicadas al comercio, señaló la doctora Mónica Unikel-Fasja, al dictar la conferencia La comunidad judía en México, en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

En el auditorio 901, estudiantes de la licenciatura en Sociología escucharon la ponencia de Unikel-Fasja, quien agregó que “la búsqueda de libertad y la posibilidad de progresar económicamente fueron los motivos que estimularon sus actividades y los organizaron en asociaciones capaces de dar continuidad al legado de costumbres, tradiciones y prácticas religiosas provenientes de sus lugares de origen. Los pioneros llegaron en las primeras dos décadas del siglo pasado, pero la gran oleada migratoria de judíos se estableció en México en los años 20, desde países como Polonia, Rusia, Hungría, Alemania, el imperio Otomano, Grecia y Siria”.

La también directora del Centro Cultural de la Sinagoga Histórica de la Ciudad de México, luego de narrar el recorrido de los judíos en el barrio de La Merced, informó que fueron los primeros en impulsar el comercio ambulante en la ciudad, ya que en las calles de Jesús María, Academia, Corregidora y la de Alhóndiga instalaron las primeras tiendas, boneterías, sastrerías, joyerías, ferreterías, entre otros, y fueron ellos los que ofrecían de puerta en puerta sus productos, dando origen a la aparición de los aboneros, pues ante la escasez del dinero, dejaban sus mercancías en pequeños abonos a los habitantes de la ciudad.

Agregó que la presencia de judíos ingleses, alemanes, austriacos, franceses y estadounidenses durante el periodo del general Porfirio Díaz en su etapa decimonónica no devino en la creación de un entramado institucional comunitario que propiciara una vida judía dinámica; estos sujetos más bien se identificaron con su nacionalidad y se asimilaron a la alta sociedad mexicana al casarse con mujeres de linajes de alcurnia. La comunidad judía moderna se estableció en México a principios del siglo xx con la llegada de jóvenes y familias provenientes del Imperio Turco Otomano, tanto de Turquía, Grecia y los Balcanes como de la provincia siria, específicamente de las ciudades de Damasco y Alepo.

Unikel-Fasja informó que, en la actualidad, la comunidad judía asentada en nuestro país ronda entre los 40 y 45 mil habitantes.