¿Logrará superarse Danny Boyle?
POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA
«Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia…»
Trainspotting
Transcurría 1996, en las marquesinas de los cines destacaban los estrenos cinematográficos: “Crash” (David Cronenberg), “Evita” (Alan Parker), “Fargo” (Joel Cohen), “Tesis” (Alejandro Amenábar) y “The Pillow Book” (Peter Greenaway). A esta lista se sumaba “Trainspotting”, mejor conocida en México como “La vida en el abismo”, película de manufactura inglesa dirigida por Danny Boyle que no venía precedida de un gran aparato publicitario e incluso algunos le auguraron poco éxito en taquilla.
Danny Boyle había centrado su trabajo en el mundo de la televisión. Sin embargo, a partir de febrero de ese año la vida de todos los involucrados en este proyecto dio un vuelco de 360 grados. El realizador se convirtió en una celebridad mundial y su protagonista, Ewan McGregor, se convirtió en súper estrella, el galán de moda que tapizaba las recámaras de las chicas de aquella década. La historia basada en la novela homónima de Irvine Welsh, pronto invadió los cines de todo el orbe.
Los seguidores de la película se multiplicaron hasta convertirla en un fenómeno y largometraje de culto. Pero, ¿qué tenía esta cinta en particular que la diferenciaba de las demás e incluso fue condenada por los sectores más conservadores?
Para la crítica especializada, “Trainspotting” representó un cambio radical en la forma de afrontar el tema de la drogadicción; se trató muy probablemente de la primera película más allá del género documental que aborda este tópico en toda su crudeza, sin dejar de lado los episodios cómicos por los que pasan sus protagonistas.
Esta extraña mezcla de ingredientes, junto a un elenco formidable: Ewan Mc Gregor, Ewen Bremner, Jonny Lee Miller, Kevin McKidd, Robert Carlyle y la dirección de Boyle, hicieron de ella todo un suceso.
“Trainspotting” narra el día a día de un grupo de jóvenes heroinómanos de los suburbios de Edimburgo que no tiene más aspiración que drogarse y conseguir dinero para seguir consumiendo este tipo de sustancias.
Apelaba a la libertad de estos muchachos a decidir qué hacer con su vida, alejándose de los cánones tradicionales. Para los sectores conservadores la película de Boyle simplemente era una apología de la rebeldía juvenil y el consumo de estupefacientes. Sin embargo, su propuesta iba más allá, al plantear no sólo la problemática que se vivía frente a las drogas, sino todo un mosaico que definía las condiciones sociales por las que pasaban los muchachos europeos de mediados de los 90.
La película se insertó en el movimiento Cool Britannia, término acuñado por los medios de comunicación en Inglaterra para definir la cultura contemporánea de aquel país, el cual aglutina tendencias de moda, artistas y grupos musicales.
La vida en el abismo combina extraordinariamente elementos del lenguaje cinematográfico. Por un lado, un guión que equilibra el tono dramático de la cinta con la desfachatez evidenciada en los diálogos entre los protagonistas; a ello se suma el ritmo trepidante de las escenas y una banda sonora como pocas, con el talento de grupos como Pulp, Elástica, New Order y, desde luego, Blur.
El regreso de “Trainspotting” en 2017
Desde hace varios años se especuló que podía rodarse la segunda parte. Sin embargo, todos los intentos habían sido inútiles, debido al distanciamiento entre Ewan McGregor y Boyle. A finales de 2015 los rumores sobre la inminente filmación empezaron a sonar con fuerza. Al parecer las diferencias entre ambos habían sido solucionadas. Por fin, después de 20 años “Trainspotting 2” sería una realidad.
Para la primavera de este año el director anunció el inicio del rodaje de una de las películas de culto más aclamadas de la centuria pasada, con su elenco original. La noticia corrió como pólvora en las redes sociales. Al fin el sueño de millones de seguidores en todo el mundo sería realidad.
En tanto, las preguntas quedan en el aire: ¿Podrá Danny Boyle repetir el éxito de los noventa? o ¿sólo será una de tantas segundas partes que pasan desapercibidas?, ¿tendrá el realizador la capacidad de adaptar el discurso de su película a las nuevas generaciones?
Hasta el momento, la expectativa entre los cinéfilos es enorme. Las incógnitas se despejarán hasta 2017, cuando este realizador haga entrega de “Trainspotting 2” y acudamos a las salas de cine.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en septiembre de 2016, edición 155 del boletín informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.