México en los premios Oscar
POR LETICIA URBINA ORDUÑA
Hace un par de décadas, cinéfilos mexicanos acuñaron el término “Frijolywood” para referirse al sueño de triunfar en la meca del cine, mismo que se renueva de cuando en cuando gracias a actores, cineastas, fotógrafos, maquillistas y toda clase de trabajadores del Séptimo Arte que compiten por un Oscar, como recientemente ocurrió con las 12 nominaciones a “The Revenant”, de Alejandro González Iñárritu.
Mucho antes que él hubo otros compatriotas que lograron pisar la alfombra roja, aunque no siempre salieron con la estatuilla. Y tampoco fueron nominados en las mejores condiciones, sino en épocas particularmente xenofóbicas.
El más antiguo de ellos fue Emile Kuri, mexicano de ascendencia libanesa cuya primera de siete nominaciones ocurrió en 1942. Obtendría el premio al Mejor Diseño de Producción en 1949 con “La Heredera”, y en 1954 por “Veinte mil leguas de viaje submarino”. Cabe subrayar que ese mismo año Kuri fue nominado también por la cinta “Suite Ejecutiva”.
En 1954 la nominación a Katy Jurado como Mejor Actriz de Reparto en “Broken Lance” fue la primera no sólo a una mexicana sino a una hispanohablante. Le seguirían Adriana Barraza en 2006 por “Babel”, y la keniana-mexicana Lupita Nyong’o en 2013, quien sí se llevó el galardón por “12 años de esclavitud”. Sólo en una ocasión se ha nominado a una mexicana como Mejor Actriz: Salma Hayek por “Frida”, en 2002, sin embargo, fue vencida por Nicole Kidman.
Anthony Quinn fue seleccionado en cuatro ocasiones, dos como Mejor Actor: “Viento salvaje” (1957) y “Zorba el griego” (1964) y dos por Mejor Actor de Reparto: “Viva Zapata!” (1952) y “El loco del pelo rojo”, (1956), por estas últimas se llevó la estatuilla.
En 1964 también fue nominada para Mejor Fotografía “La Noche de la Iguana”, a cargo de Gabriel Figueroa. Tuvieron que pasar 31 años (1995) para que otro mexicano figurara en esa categoría: Emmanuel Lubezki, quien finalmente se hizo de la estatuilla en 2013 y 2014. En el mismo rubro, Guillermo Navarro obtuvo el Oscar en 2006, por “El Laberinto del Fauno”.
Habrá que recordar a estos y otros pioneros, que abrieron las posibilidades a gente como Cuarón, Del Toro y Lubezki.
“Macario”, un clásico en blanco y negro protagonizado por Ignacio López Tarso, compitió por Mejor Película Extranjera en 1960. Otras siete cintas fueron nominadas al mismo premio, pero ninguna se hizo acreedora: “Ánimas Trujano” (1961), “Tlayucan” (1962), “Actas de Marusia” (1975), “Amores perros” (2000), “El crimen del padre Amaro” (2002), “El laberinto del fauno” (2006) y “Biutiful” (2010).
En 1971 “Centinelas del silencio”, de Manuel Arango y Robert Amram, ganó dos estatuillas: una en la categoría de Mejor Documental Corto, y otro como Mejor Cortometraje. Los documentales de larga duración no han corrido con igual suerte, sólo han sido distinguidos “Olimpiadas en México” (1969) y “Promesas” (2001).
Mención aparte merece Alejandro González Iñárritu, quien luego del éxito obtenido el año pasado con “Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia” y sus cuatro premios Oscar, podría convertirse en el primer mexicano en obtener el galardón a Mejor Director, por segundo año consecutivo.
Esta colaboración se publicó en la edición 151 del boletín informativo CINEADICTOS. Febrero de 2016. Coordinación de Difusión Cultural, FES Acatlán.