En el marco del Día Mundial Metropolitano y del objetivo 11 de la Agenda 2030: “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), celebró el Seminario Retos Metropolitanos, un espacio que reunió a especialistas para dialogar sobre los problemas y posibles soluciones a los retos de las grandes urbes.
La secretaria General Académica del campus, doctora Ericka Judith Arias Guzmán, inauguró las actividades señalando que el 79 por ciento de la población nacional vive en localidades urbanas, es decir, la población de las ciudades en México era de casi 104 millones de personas en 2022, con un aumento del uno por ciento respecto a 2021.
En este sentido, Arias Guzmán destacó que los retos de las metrópolis en México adquieren mayor relevancia, pues cuatro de cada 10 personas que habitan en ellas viven en condiciones de pobreza, además casi tres millones no cuentan con acceso a agua potable. Agregó que, en promedio, cada habitante produce un kilogramo de residuos sólidos al día, equivalente a 42 millones de toneladas al año.
Consideró que el seminario responde a la función más importante de la UNAM: generar conocimiento y ponerlo al servicio de las personas. “Quienes formamos parte de la mejor Universidad de México estamos conscientes de la responsabilidad y el compromiso que tenemos en la construcción de un mejor país y de una sociedad más equilibrada y justa”, destacó la secretaria General Académica.
Metrópolis competitivas
Por su parte, el doctor Alfonso Navarrete Prida, coordinador del Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos, quien dictó la conferencia Panorama de las metrópolis en México, enlistó algunos de los desafíos más importantes para estas áreas, como el acceso deficiente a vivienda, salud o transporte. Resaltó el tema de la migración interna, pues, el Estado de México crece en una semana lo que la Ciudad de México en 10 años, además, hay más mexicanos asentados en la zona conurbada del Valle de México que habitantes en la Ciudad de México.
“La historia de nuestro país está íntimamente ligada al crecimiento y desarrollo de las metrópolis”, dijo al señalar que el Producto Interno Bruto nacional está soportado en las ciudades, de ahí la necesidad de ordenarlas y planearlas mediante una legislación consistente, pues en la Constitución Mexicana no existe algún apartado dedicado al municipio ni una definición puntual de las zonas metropolitanas aparte del área Ciudad de México-Estado de México.
El doctor Manuel Perló Cohen, investigador titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, alertó en la conferencia Desarrollo hídrico sustentable sobre la importancia de transformar el sistema hidráulico en la Zona Metropolitana del Valle de México, pues hasta el momento ha prevalecido el enfoque estructural, es decir, traer agua de otras partes del país.
El especialista explicó que los sistemas hidráulicos son conservadores a nivel mundial, pues no solo involucran elementos tecnológicos, sino también actores sociales, políticos y económicos, además, únicamente admiten cambios significativos frente a eventos catastróficos, como el caso de las crisis de agua en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, o Barcelona, España.
El profesor del Posgrado en Urbanismo en la UNAM insistió en la necesidad de una transición hídrica hacia un enfoque más sustentable, pues, aunque el sistema va a seguir funcionando, se tienen que impulsar cambios de fondo, lo cual solo resultará pensando en el mediano y largo plazo. De igual forma, consideró que, buscando nuevos caminos, aún podemos tener una recuperación y convertir a esta zona en una “Ciudad del agua del siglo XXI”.
En la disertación Ciudades del futuro, el maestro José Antonio Torre Medina, del Centro para el Futuro de las Ciudades del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, habló sobre la situación de esta ciudad norteña. Estimó que cerca del 35 por ciento de la población regiomontana de la ciudad, en especial las familias jóvenes e infancias, transitaron hacia la periferia, a pesar de que las fuentes de empleo, educación e infraestructura siguen concentradas en el centro, lo que hace más difícil satisfacer las necesidades de toda la ciudadanía al existir zonas con poca densidad poblacional.
A pesar de que cuenta con más información de Monterrey, el especialista explicó que ha detectado este fenómeno en las ciudades de Culiacán, Guadalajara, Querétaro y Mexicali. Acotó que no es posible resolver los problemas metropolitanos de forma fragmentada y que los efectos de una mala gestión del desarrollo urbano provocan una falta de equidad en el acceso a servicios y oportunidades, así como pérdidas de productividad y afectaciones al medio ambiente.
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