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Archivo para mayo 21st, 2025:

POR RAFAEL OROZCO FLORES *

En estricto sentido, debemos puntualizar que los cien años del título se refieren a la primera de las películas sobre este personaje que ha sabido adaptarse, de cuando en cuando, a las tecnologías cinematográficas, lo mismo que a las temporalidades de la historia, a través de diversas interpretaciones y acercamientos al niño que, incluso, ha dado origen a una condición que explora la psicología. Nacido en las tablas del teatro, pasó a la pantalla y por muchos años Disney detentó y usufructuó a Peter Pan en la que, sin duda, es la más conocida de las películas, desde 1953.

¿Un parto difícil?

Por el extraordinario ensayo introductorio que hace Silvia Herreros de Tejada 1 a una versión impresa de la obra, sabemos del fracaso editorial que su aparición representó en 1906, aunque el personaje ya era popular al haber surgido en la novela de James Matthew Barrie El pajarillo blanco. En ese año, la pieza con el niño centenario se representaba en Broadway con el título de Peter Pan o el niño que no quería crecer, con las actuaciones de Maude Adams 2 y Mildred Morris en los papeles de Peter Pan y Wendy, respectivamente.

No obstante, esa derrota inicial en el mundo de los libros no impidió que el personaje cobrara fama en las tablas durante muchos años, consolidándose en 1911. En efecto, la obra de Barrie había alcanzado fama no sólo en Londres, Reino Unido, sino en otros países. Una revista madrileña da cuenta de la puesta en escena en 1908, en los siguientes términos:

Esencialmente la sinopsis corresponde a la historia que conocemos y que en el teatro se llegó a identificar como una pieza de las navidades o del año nuevo por lo menos durante unos 20 años 4 y a la que Barrie introducía pequeños cambios que se le ocurrían por temporada, razón por la cual cada año la versión era un poco distinta. A inicios de 1924 se presentaba en Madrid la obra de J.M. Barrie Mary Luz con un éxito “decoroso”, a decir de la prensa, considerando que este autor no era para el público español, a diferencia del de Londres, en donde, en ese mismo tiempo, se representaban en el teatro cinco obras del escritor escocés, entre ellas Peter Pan. 5

Parte del interés que generó Peter Pan en el plano extracinematográfico, pero con vasos comunicantes con su obra emblemática, son los referentes autobiográficos del autor. En 1962, Concha Fernández Luna escribió:

Aunque Fernández Luna evade referirse a los detalles que sustentan su dicho, Herreros los presenta: Barrie, un tanto abandonado por su madre, con el deseo de permanecer como niño en sustitución evidente de su hermano fallecido, con un matrimonio no consumado y la sospecha de ser pedófilo (Ver Descubriendo Nunca Jamás, Marc Forster, 2004), entre otras características de su personalidad. 7

La película de Brenon

Entre los planes de producción de la Paramount Pictures, para 1923 estaba el de producir la película de Peter Pan; sin embargo, cuestiones técnicas impidieron que esto se realizara. Para 1924 le empresa consideró que ya tenía la tecnología cinematográfica para producirla y cerca de seis meses llevó la búsqueda de quien interpretaría el papel principal.

Fuentes hemerográficas de la época consignan que fueron cientos las jóvenes que acudieron al casting, entre las que se encontraba Betty Bronson quien, después de diversas pruebas de actuación, resultó electa por Herbert Brenon 8 y por el autor de la obra J. M. Barrie, quien se encargó de anunciar la decisión que favorecía a la actriz estadounidense de 17 años y que antes había participado en la película Anna Ascends (Victor Fleming, EU, 1922, 62 minutos).

Cuando Betty Bronson fue notificada de la decisión se limitó a exclamar: “soy la mujer más feliz del mundo” 9. La película se rodó entre agosto y diciembre de 1924 en algunas locaciones de California y en los estudios de la Paramount en Nueva York; se estrenó el 29 de diciembre de ese mismo año. 10

Si bien la sinopsis anterior resume la historia de Peter Pan, su composición narrativa tiene ciertos rasgos autobiográficos del autor, así como elementos que resultan extraños por su origen, y sin el contexto histórico social de la época parecen incomprensibles: ¿quiénes son los niños perdidos? ¿por qué el cocodrilo se comió la mano del pirata?, ¿qué hace una tribu netamente americana en un contexto vinculado a Londres, en dónde inicia la historia?, ¿sirenas?, ¿quiénes son los niños Darling?

Es sabido que los niños Darling de la historia son en realidad los niños de una familia con la que Barrie hizo amistad y que, tras la muerte de los padres, él adoptó legalmente. Siguiendo el ensayo de Silvia Herreros y bajo la perspectiva de que la historia de Peter Pan fue modificada muy frecuentemente por el autor (además de otros escritores, quienes escribieron sus propias versiones siguiendo la historia original) los niños perdidos se refieren, según Barrie, a los infantes que las niñeras distraídas perdían en los jardines de Kensington y que Peter recogía (a los que encontraba muertos los enterraba en el propio parque de dos en dos, para que se hicieran compa??a) y los llevaba a Nunca jamás, en donde no crecían.

Una concepción bastante siniestra que otorga a Peter Pan una personalidad de maldad o delincuencial (secuestraba niños), lo que se complementa con su acción de cortar la mano del Capitán Garfio y dársela a comer al cocodrilo. Respecto a la tribu y las sirenas no hay referencias en la obra que pudieran explicar su presencia, a no ser su carácter mitológico y como contrapunto de los piratas, personajes de los que gustaba Barrie, lo mismo que de las islas solitarias.

En la primera versión cinematográfica y en la novela podemos encontrar referencias un tanto ambiguas sobre la sexualidad: ¿qué es un beso? –pregunta Peter Pan a Wendy– y ella, en su turbación adolescente, le da un dedal como muestra de lo que es un beso. A diferencia de la película de Disney, la estancia de los niños Darling en Nunca jamás dura meses y no unas horas. Durante esa estadía Wendy asume el rol de madre de los niños perdidos, de sus propios hermanos y del mismo Peter, aunque a éste le ha pedido que sea el padre (situación que acepta y rechaza alternadamente). Dice Barrie en la obra y se refleja en la película de Brenon:

Se desprenden de este pasaje rasgos de la forma de ser de Peter Pan, quien no quiere asumir los compromisos de la edad adulta, como los de un padre, pero también en el aspecto de la sexualidad, al personalizarse como un ser asexual. Otras insinuaciones se dan con las sirenas, con
Tigrilla (Tigridia, en la novela)–como lo muestra el pasaje anterior– y con el hada Campanita (hay un momento en que Peter Pan sugiere que ella pueda ser su madre, a lo que ésta exclama: “So zopenco”, en franca decepción amorosa).

Hay en la película algunos elementos que sugieren ser una calca de la puesta en escena, como la mascota (un perro San Bernardo que además de niñera funge como enfermera) caracterizada por un actor, al igual que el cocodrilo; se infiere que parte de la estética visual de la película pudo ser tomada del teatro y marcó el estilo visual de los ambientes y personajes en las versiones subsecuentes.

En la obra, solamente se da la descripción de Peter Pan y del Capitán Garfio en cuanto a su atuendo y apariencia, pero no de los demás personajes y, sin embargo, la película parece que ha impuesto el atuendo del pirata Smee (de lentes, gorro y camiseta a rayas) y de los distintos escenarios (la casa de la familia Darling es prototípica londinense para casi todas las versiones).

Se sabe que, en las representaciones teatrales, cuando el personaje llamado Campanita se toma el veneno que ha puesto el Capitán Garfio para Peter Pan, ella desfallece poco a poco y el protagonista pedía al público que ayudara a salvarla manifestando creer en las hadas [según una conseja popular cuando un niño no creía en las hadas una de ellas moría] 12, levantando la mano 13 o con un aplauso, hasta salvarla. En la película, con el empleo de una toma subjetiva, Peter Pan se dirige a un público adivinado, al que pide insistentemente que aplauda (seguramente los asistentes en el cine aplaudían).

La película tuvo una recepción muy favorable por el público infantil y adulto y la crítica la ponderaba como destacada por su valor artístico, llegando a considerarla como “el mejor filme infantil del mundo” 14. Un diario español la comentó en estos términos:

Al parecer, la obra de James Matthew Barrie se había posicionado en el imaginario de la sociedad de aquel tiempo. Su influencia y efecto en ella era evidente: la moda había adoptado el cuello, en la vestimenta femenil, llamado estilo “Peter Pan” 17 y en la música había inspirado, por
lo menos, una pieza en fox-trot de la autoría de R. Kuig 18
(para escuchar, en el código QR adjunto).

De la misma manera, se consideraba a la película poseedora de una serie de virtudes que la hacían propicia para llenar las expectativas de lo que en España se denominó “Cine-Escuela”, que pretendía apoyar la educación infantil en distintas áreas como la zoología, astronomía, la actividad científica e industrial y pedagógica. 19 20

Más allá de las valoraciones socioculturales de la película de Brenon, creo que esta marcó varios de los paradigmas subsecuentes en la lectura y apreciación de la historia en la pantalla, no sólo en la apariencia física de los personajes, sino en la concepción de un niño bondadoso y bueno que emprende una aventura a partir de su encuentro con los niños Darling, cuando busca su sombra.

a historia y sus hitos narrativos, muchas veces en contraposición de la obra, nos muestran a un ser complejo que no quiere asumir roles de adulto que impliquen responsabilidades (laborales, de paternidad, de pareja y sexuales –aquí tal vez venga a cuento el personaje de Oscar Matzerath de la novela El tambor de hojalata de 1959, de Günter Grass, como antítesis de Peter Pan, que también decide no crecer físicamente, pero asume sus roles en los demás ámbitos de su vida–), pero sí el ocio, diversión y aventura.

Respecto a la obra, ésta y otras versiones resultan bastante edulcoradas; se quedan en la superficialidad de un personaje complejo, como hemos dicho, lleno de amargura y resentimiento. Una expresión que de alguna manera ilustra esta afirmación y que, al parecer, se eliminó de todas las versiones, pero está presente en la novela, ya que puede resultar “peligrosa” para el público infantil, es aquella que dice, en voz de Peter Pan: “Morir ha de ser una gran aventura”, entendida como una franca invitación al suicidio.

La película se estrenó el 29 de diciembre de 1924 en Estados Unidos. En México se tiene referencia de haberse programado como estreno hasta enero de 1926 21 en las salas Cine Lux, Cine Opera y Teatro Cuauhtémoc, de Guadalajara.

Disney y otras versiones

Entre 1924 y 1953 no hay registros de alguna producción cinematográfica de Peter Pan, pero a partir de la aparición de la película de Disney el personaje, la historia y otros referentes iconográficos o narrativos se hicieron presentes en la industria del entretenimiento con mayor o menor frecuencia.

Para varias generaciones, la versión animada de la compañía Disney ha sido el paradigma del niño vestido de verde. Hemos crecido anhelando
su programación en los cines (desde luego antes de la
popularización de los sistemas de reproducción en casa y de las plataformas streaming).
De la misma manera en que admiramos las ahora clásicas películas de animación Disney como:

Blanca Nieves y los siete
enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, David Hand, EU, 1937, 83 minutos); Pinocho (Disney’s Pinocchio, Ben Sharpsteen, Hamilton Luske, EU, 1940, 87 minutos): Dumbo (Ben Sharpsteen, EU, 1941, 64 minutos);
Bambi (David Hand, EU, 1942, 70 minutos); Cenicienta (Cinderella, Clyde Geronimi, Hamilton Luske, Wilfred Jackson, EU, 1950, 74 minutos);
Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland, Clyde Geronimi, Hamilton Luske, Wilfred Jackson, EU, 1951, 75 minutos); 101 Dálmatas o La noche de las narices frías (One Hundred and One Dalmatians (101 Dalmatians), Wolfgang Reitherman, Clyde Geronimi, Hamilton Luske, EU, 1961, 79 minutos), entre muchas otras.

Quizás sea la versión de Disney la más popular de esta historia que ha tenido múltiples y disímbolos acercamientos, de todas cuantas se han realizado, tanto para salas como para televisión.

Con ligeras variaciones en el título, por lo menos podemos identificar 19 películas, seis series para televisión y dos videojuegos que siguen básicamente la historia harto conocida y explotando de alguna manera el nombre.

Entre ellas encontramos Peter Pan XXX: an Axel Braun Parody, una película pornográfica dirigida por Axel Braun en 2015; The Incredibly Short Life of Peter Panties (Daniel Abril, EU, 2020, 9 minutos), que es un corto de un niño y su relación tormentosa con su madre alcohólica y sus parejas; el manga La promesa de Nunca Jamбs (The Promised Neverland), creada por Kaiu Shirai, 2019-2021 que, si bien no tiene nada que ver con la creación de Barrie, utiliza la palabra Neverland en un contexto de explotación infantil, en una historia oscura y cruel.

Para 2025 se estrena Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamбs (Peter Pan’s Neverland Nightmare, Scott Chambers, EU, 89 minutos) que es la versión terrorífica de la casi siempre edulcorada historia centenaria, muy contraria a Peter Pan Goes Wrong, divertida película para televisión producida por la BBC de Londres en 2016 y dirigida por Dewi Humphreys, sobre una fallida representación teatral de Peter Pan.

Después de la producción de Disney se han realizado varias películas para su explotación comercial, entre las que podemos señalar: Peter Pan: El regreso al país de Nunca Jamás (Peter Pan: Return to NeverLand, Robin Budd, Donovan Cook, EU, 2002, 72 minutos) donde Disney da seguimiento a la historia en la que la hija de Wendy viaja a la isla fantástica.

Destacan también: Hook, el regreso del Capitán Garfio (Hook, Steven Spielberg, EU, 1991, 137 minutos), Peter Pan, la gran aventura (Peter Pan, P.J. Hogan, EU, 2003, 113 minutos) que está dedicada a la memoria de Dodi Al-Fayed, pretendiente de la princesa Diana y muerto unos años antes, gracias a la intervención de su padre, Mohamed Al-Fayed, coproductor de la película.

Finalmente, no podemos omitir, en esta apretada relación a Peter Pan (Pan, Joe Wright, EU, 2015, 115 minutos) que es, para quien esto escribe, una visión fuera de lo común de la obra de Barrie; Peter Pan y Wendy (Peter Pan & Wendy, David Lowery, EU, 2023, 106 minutos) y la miniserie Neverland (Nick Willing, EU, 2011, 170 minutos), con una adaptación muy destacada en la que se permiten que Peter Pan muera momentáneamente. Para 2025, además de la de terror ya referida, llega otra de este género con el título Hook, bajo la dirección de Andrea M. Catinella.

  • Maestro en Comunicación por la Universidad Vasco de Quiroga, A.C. Trabaja en la Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán de Ocampo.
Categoría(s): Sin categoría

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CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos. El material impreso se distribuye entre la comunidad de la FES Acatlán; a partir del semestre 2015-II extiende sus alcances con el blog de CineAdictos. Espacio abierto a los interesados en la divulgación del séptimo arte.

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