Cine Adictos

Archivo para mayo, 2024:

POR OSCAR DIEGO ÁLVAREZ ÁLVAREZ *

La influencia del cine de Hollywood ha creado una percepción casi inalcanzable del triunfo. Durante mucho tiempo fue común ver representados en las pantallas rostros similares, perpetuando estereotipos. Sólo exhibía rubios, blancos, rasgos occidentales, en pocas palabras, con “aspecto” de estadounidenses. Con el pasar de los años, actores de todo el mundo han logrado tener un lugar en esa industria, entre ellos, histriones de origen mexicano.

Las premiaciones de cine ocupan las programaciones de muchos canales de televisión y la atención del público. En 2023 varios mexicanos destacaron en los festivales y premiaciones más renombrados con diversas nominaciones, principalmente por sus trabajos en efectos especiales, dirección e interpretaciones histriónicas.

Entre estos últimos, Diego Calva llamó la atención como Manny Torres en Babylon, la más película de Damien Chazelle. Torres es un joven ambicioso descendiente de padres mexicanos; en la industria de Hollywood persigue su sueño de trabajar en un set de filmación. Por este personaje, Diego Calva fue nominado a Mejor Actor en los Globos de Oro 2023.

Como antagonista y antihéroe, Tenoch Huerta es Namor, rey de los Talokan en Black Panther: Wakanda Forever, dirigida por Ryan Coogler. Namor es líder de una civilización submarina que se ve amenazada por la insistencia de las naciones más poderosas en apoderarse del vibranio, mineral rico en propiedades para la creación de nuevas armas, alojado principalmente en Wakanda, pero con yacimientos ocultos en territorio de los Talokan.

Dirigido por el multipremiado Alejandro González Iñarritu, Daniel Giménez Cacho protagoniza Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, historia semiautobiográfica contada por Silverio Gacho, periodista y documentalista mexicano que regresa a su tierra natal; a partir del viaje a sus orígenes, Silverio Gacho inicia un proceso de autorreflexión sobre su identidad, relaciones familiares y pasado profesional.

Diego Calva, Tenoch Huerta y Daniel Giménez Cacho son ejemplos de actores con trayectorias exitosas, con trabajos reconocidos por la crítica especializada. Antes de incursionar en filmes de gran renombre internacional, participaron en producciones nacionales, las cuales vamos a rememorar.

Diego Calva Hernández

Nació en la Ciudad de México el 16 de marzo de 1992. Desde pequeño estuvo interesado en la realización cinematográfica, por lo que años más tarde estudió la Licenciatura en Dirección Cinematográfica en el Centro de Capacitación Cinematográfica; incursionó en cortometrajes y películas a partir de los 19 años.

Su primer proyecto fue un papel de reparto en Boom (Juan Pablo Villavicencio Borges, 2011) y después protagonizó Te prometo anarquía (Julio Hernández Cordón, 2015) con el personaje de Miguel, un vendedor ilegal de sangre que organiza su negocio con apoyo de Johnny (Eduardo Eliseo Martínez), amigo cercano y, por las noches, amante.

Con sus patinetas ambos recorren las calles de la Ciudad de México, reclutan donadores, les “ordeñan” la sangre, afianzan su relación y descubren el peligro, todo para conseguir dinero.

La interpretación de Diego Calva plasma muy bien la ansiedad juvenil, la búsqueda de comunidad, de un trabajo que genere ganancias económicas, de amistad, de amor. Aunque no sea un papel de gran complejidad emocional, Miguel pasa por muchos momentos que lo llevan a hacer cosas inimaginables y Diego Calva logra expresarlas de manera memorable.

Continuó su carrera en películas como ColOZio (Artemio Narro, 2020) y Los hermanos vencidos (Guillermo Magariños, 2021). En series televisivas participó en El recluso (Marcela Sevilla, Mariano Ardanaz, Alfonso Pineda Ulloa, 2018), Desenfrenadas (Diego Martínez Ulanosky, Elisa Miller, Julio Hernández Cordón, 2020) y Narcos: México (Carlo Bernard y Doug Miro, 2021).

Diego Calva continuaría su carreta en Bonded (Mohit Ramchandani), una historia inspirada en hechos reales de México. También participará en el spin-off español de la película Bird Box (Alex y David Pastor), que ha sido muy exitosa en Netflix. En Apple TV+ compartirá pantalla con Yalitza Aparicio y Joaquín Cosío en la serie Familia de medianoche (Natalia Beristáin), inspirada en el documental del mismo nombre.

José Tenoch Huerta Mejía

Nació en Ecatepec, Estado de México, el 19 de enero de 1981. Debido a la afición de su padre por el cine, Tenoch Huerta recibió apoyo para formarse en la actuación. Estudió la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón y, para conseguir experiencia, trabajó como camarógrafo en distintos proyectos.

Su carrera como histrión comenzó en Así del precipicio (Teresa Suarez, 2006) y luego en Déficit (Gael García Bernal, 2007) su primer papel coestelar. Con Nesio (Alan Coton, 2008) consiguió su primera nominación por Mejor Coactuación Masculina en los premios Ariel, al interpretar a un pandillero homosexual. El policía Lupe, en Días de gracia (Everardo Gout, 2011), le permitió ganar el Ariel de 2012 por Mejor Actor.

En 2014 protagonizó Güeros, ópera prima de Alonso Ruizpalacios, filme que sigue al personaje de Sombra, joven universitario que se ve atrapado en las claustrofóbicas paredes de su departamento junto a su amigo Santos (Leonardo Ortizgris) debido a una huelga estudiantil que les impide seguir con sus tesis. Por órdenes de su mamá, el hermano menor de Sombra, Tomás (Sebastián Aguirre), se muda a este departamento y con su llegada motiva a los decaídos Sombra y Santos a cumplir un sueño: encontrar al misterioso rockero Epidegmio Cruz.

La interpretación de Huerta como Sombra impactó a una generación de jóvenes que trataba de encontrar su identidad, apresados en una etapa de incertidumbre. El actor mexiquense profundiza el carácter de Sombra: se muestra fuerte cuando la situación amerita la defensa, es rebelde cuando debe protestar y cede ante la inocencia cuando el descubrimiento y la relajación se apoderan del grupo de amigos.

Con Güeros, Tenoch Huerta recibió su tercera nominación a los premios Ariel; posteriormente fue nominado por Mexican Gangster: la leyenda del Charro Misterioso (José Manuel Cravioto, 2014) y Vuelven (Issa López, 2018).

El trabajo de Tenoch Huerta fue reconocido a nivel internacional cuando incursionó en la industria estadounidense; primero con una breve participación junto a Mel Gibson en Get the Gringo (Adrian Grunberg, 2012) y en 2021 tuvo la oportunidad de interpretar un rol protagónico en The Forever Purge (Everardo Gout compartiendo créditos con Ana de la Reguera), en la quinta película de la exitosa saga The Purge.

Por su extensa filmografía —al cierre de esta edición se contabilizan al menos 25 filmes y participaciones en series— Tenoch Huerta se ha consolidado como uno de los principales actores contemporáneos de México.

Daniel Giménez Cacho García

Nació en Madrid, España, el 15 de mayo de 1961. Actualmente es un referente y figura relevante en el cine de habla hispana. Debutó en 1987 en Herencia maldita (Carlos García Agraz) y su talento pronto fue reconocido en telenovelas y series de televisión mexicanas como Teresa (producción de Lucy Orozco y dirección de Antonio Serrano, 1989-1991) y La hora marcada (producción de Carmen Armendáriz, 1988-1991 y dirección, entre otros, de Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón).

Fue precisamente Alfonso Cuarón quien lo dirigió en Sólo con tu pareja (1991), su primer papel protagónico en largometraje. El trabajo de Daniel Giménez Cacho empezó a ser reconocido por la crítica especializada a partir de 1993, al ganar su primer Ariel por Mejor Papel Secundario en La invención de Cronos (Guillermo del Toro, 1993).

Daniel Giménez Cacho —ya nacionalizado mexicano y reconocido también como realizador de materiales audiovisuales, escritor y activista social— ha trabajado con otros directores galardonados como: Pedro Almodóvar en La mala educación (2003); Luis Estrada en Camino largo a Tijuana (1991) y El infierno (2010); Jorge Fons en El callejón de los milagros (1995); Arturo Ripstein en El diablo entre las piernas (2019) y Profundo Carmesí (1996), entre muchos otros.

De Profundo Carmesí se debe mencionar que permitió a Giménez Cacho obtener el Ariel por Mejor Actor Protagónico, interpretando a Nicolás Estrella, un estafador de mujeres que enamora a Coral (Regina Orozco), enfermera acomplejada por su físico. Una vez que Coral y Nicolás se unen en amores y complicidad, se asocian para sacarle dinero a mujeres desesperadas y ello los lleva a cometer horribles crímenes.

Giménez Cacho cumple extraordinariamente al momento de representar la dualidad de Nicolás Estrella: estafador y galán español, poseedor de una desbordante sensualidad y seguridad, pero debajo de su peluquín habita un hombre ordinario, temeroso de que vean su verdadero ser.

La trayectoria de Daniel Giménez Cacho permite enumerar abundantes ejemplos e interpretaciones memorables que han marcado y definido buena parte del cine nacional de las últimas tres décadas. Su más reciente participación como el periodista y documentalista Silverio Gama en Bardo (Alejandro González Iñarritu, 2022) deja en claro que, como actor, tiene mucho por ofrecer.

La invitación ahora es reconocer a estos talentos mexicanos: consultar y revisar sus proyectos artísticos anteriores, al igual que identificar las razones de su éxito, pues éste no se ha construido en poco tiempo.

* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación por la FES Acatlán y prestador de Servicio Social en el Programa de Promoción y Difusión Cultural.

POR ANGÉLICA NAOMI MARTÍNEZ BLANCAS *

Hace poco más de una década emergió en la industria cinematográfica internacional una casa productora que gradualmente ha conseguido que su nombre y logotipo sean reconocidos: es A24, empresa que apuesta, principalmente, por el cine independiente, ya que su estilo se aleja del modelo comercial de Hollywood. Arriesga capital en películas de todos los géneros, siempre que los directores rompan con narrativas convencionales y exploren temas complejos.

Desde el origen de su nombre destaca la espontaneidad de ideas como sello: A24 se refiere a una autopista italiana, la “Autoestrada 24”, por la que Daniel Katz, uno de sus fundadores, conducía rumbo a Roma cuando le vino la inspiración. Dicha vialidad es conocida en la historia del cine italiano por haber servido a locaciones de ciudades pequeñas y paisajes rurales.

El 20 de agosto de 2012, Daniel Katz, David Fenkel y John Hodges, tres colegas que habían trabajado bastante tiempo en la industria cinematográfica fundan su propia productora y distribuidora, pensando en un proyecto empresarial con mayor libertad creativa y de elección.

Desde entonces sorprenden con títulos de alta calidad, logran buen recibimiento por parte de la crítica especializada, consiguen fanáticos en todo el mundo y por supuesto, logran un gran impacto mediático, demostrando así que el cine también se puede hacer de otras maneras.

Con sede en Nueva York, A24 se posicionó, en relativo corto período de tiempo, como un sello de calidad. Su originalidad va más allá de presentar historias predecibles y personajes estereotipados. Sus producciones proponen tramas que hacen reflexionar sobre los puntos más álgidos de las sociedades actuales.

Cierto es que no todas las películas donde invirtió A24 tuvieron éxito, pero muchas han alcanzado gran popularidad, sobre todo entre el público joven. Ha sabido colocarse como marca, no sólo darle a conocer al mundo que es importante en lo que hace, sino todo un símbolo atractivo y atrevido, que invita a ver sus producciones una y otra vez.

A24 se ha convertido en el paraíso de la industria del cine independiente, donde creativos novatos, as? como cineastas consagrados, han experimentado mayor libertad artística y colaboran en comunidades creativas que van alcanzando notoriedad entre la crítica especializada y, sobre todo, con el público.

En su catálogo destacan los trabajos de directores reconocidos como Yorgos Lanthimos, Noah Baumbach, Sofía Coppola, Claire Denis, Sean Baker y Denis Villeneuve. Ha presentado a la industria nuevos talentos como los hermanos Josh y Benny Safdie, Robert Eggers y Ari Aster, cineastas que se distinguen por no seguir las típicas propuestas y rechazar los formalismos estéticos que tanto gustan a Hollywood.

Además, A24 destaca por incorporar una gran variedad de géneros en sus producciones: terror, drama, comedia, suspenso, misterio, ciencia ficción. Gracias a los formatos independientes, los directores que respalda exploran temas distintos a los ya abordados y en formas novedosas.

La trayectoria de A24 inició como distribuidora; su primer financiamiento fue para A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III (Roman Coppola, 2012). Ese mismo año la empresa respaldó al director Harmony Korine para la realización de Spring Breakers, película protagonizada por las “chicas Disney” Selena Gomez y Vanessa Hudgens.

A finales de 2013 firmó acuerdos con DirecTV Cinema y Amazon Prime para la distribución de algunas películas y su crecimiento detonó en 2014 y 2015, luego de obtener los derechos de exhibición en Estados Unidos de Ex Machina (Alex Garland, 2014) Room (Lenny Abrahamson, 2014) y The Witch (Robert Eggers, 2015).

Cuatro años después, con Moonlight (Barry Jenkins, 2016) A24 logró ver coronados sus esfuerzos con múltiples premios y reconocimientos, entre ellos: seis nominaciones al Globo de Oro, ganó en la categoría a Mejor Película Dramática y Mejor Director, así como cuatro nominaciones en los BAFTA.

No obstante que A24 se mantiene al margen de los estereotipos de Hollywood, con Moonlight la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas la puso al nivel de las major y le otorgó tres premios Oscar: Mejor Actor de Reparto (Mahershala Ali), Mejor Guion Adaptado (Barry Jenkins y Tarell Alvin McCraney) y Mejor Película. Tema aparte es la excelente crítica y la buena recepción del público en las salas de cine. Sin lugar a dudas, 2016 es recordado en la historia de los premios Oscar, pues nadie esperaba que una productora independiente lograse vencer a los grandes estudios de Hollywood. La gran favorita de aquel año era La La Land (Damien Chazelle, 2016) y las reglas empezaron a cambiar.

No pasó mucho para que directores consagrados notaran el potencial de A24. En 2018, con su repertorio acumulaba 24 nominaciones a los Oscar. Algo que la caracteriza es la constancia con la que distribuye sus películas, ya que en comparación con otras compañías que presentan de 4 a 6 películas al año, A24 entrega de 18 a 20; el hecho de que comercialice esa cantidad de títulos la hace estar constantemente en la mira del público y que las expectativas crezcan.

Además, sabe vender sus productos con campañas atractivas, ejemplo de ello es la promoción que hizo para la película Ex Machina, la cual estrenó en South by Southwest: en vez de realizar el típico cartel, A24 creó un perfil de Tinder falso para la protagonista robótica, quien apareció en las pantallas de los usuarios con preguntas generadas algorítmicamente.

El catálogo de A24 creció y con ello empezó a contar con una variedad de historias de diferentes géneros y diversos formatos, tales como series de televisión, documentales, películas y cortometrajes, lo que la ha hecho merecedora de diversos premios BAFTA, Globos de Oro y reconocimientos de cine independiente.

Su catálogo abarca casi 90 filmes; entre las películas más populares se encuentran: Enemy (Denis Villeneuve, 2014), The Lobster (Yorgos Lanthimos, 2015), Lady Bird (Greta Gerwig, 2017), The Florida Project (Sean Baker, 2017), Hereditary (Ari Aster, 2018), Climax (Gaspar No?, 2018), Midsommar (Ari Aster, 2019), The Lighthouse (2019), Uncut Gems (Ben y Joshua Safdie, 2019) y C’Mon C’Mon (Mike Mills, 2021).

En documentales se debe mencionar Amy (Asif Kapadia, 2015) retrato de la vida de la famosa cantante británica Amy Winehouse; en series de televisión, la segunda temporada de The Confession Tapes (Kelly Loudenberg, 2017) para Netflix; Euphoria (Sam Levinson, Augustine Frizzell, Pippa Bianco y Jennifer Morrison, 2019) para HBO y Frankenstein’s Monster’s Monster, Frankenstein (Daniel Gray Longino, 2019), también para Netflix.

En la edición de los Oscar 2023 llegó un momento de consagración para A24 con la producción de dos largometrajes plenos y sobresalientes:

Everything Everywhere All at Once (Daniel Kwan y Daniel Scheinert), la cual ganó siete premios: Mejor Película, Mejor Dirección (para el dúo de cineastas conocido como Los Daniels), Mejor Actriz (Michelle Yeoh), Mejor Actriz de Reparto (Jamie Lee Curtis), Mejor Actor de Reparto (Ke Huy Quan), Mejor Edición y Mejor Guion Original.

Y The Whale (Darren Aronofsky), película que ganó los Oscar en las categorías de Mejor Actor y Mejor Maquillaje. Es muy especial porque marca el retorno de Brendan Fraser a la actuación en cine, quien da un sorprendente vuelco a su carrera como histrión interpretando a un profesor de inglés con obesidad severa y requirió de una impresionante transformación física.

De esta manera, A24 hizo historia al convertirse en el primer estudio que ganó en una sola noche todos los premios Oscar en las principales categorías y el primero en conseguir todas las de actores, haciendo que Brendan Fraser, Ke Huy Quan, Michelle Yeoh y Jamie Lee Curtis, luego de largas esperas, por fin obtuvieran una estatuilla dorada que reconoció su labor en la industria.

Luego del éxito en los Oscar 2023, A24 sigue trabajando en títulos como Beau Is Afraid, la nueva película de Ari Asler, protagonizada por Joaquin Phoenix; Showing Up, dirigida por Kelly Reichardt y con la actuación de Michelle Williams; God’s Creatures, dirigida por el dúo Saela Davis y Anna Rose Holmer, con Emily Watson y Paul Mescal en los roles principales.

También prepara el debut en dirección de Jesse Eisenberg, con When You Finish Saving The World, que contará con la actuación de Julianne Moore y Finn Wolfhard, y el primer largometraje de Daina O. Pusic, Tuesday, protagonizado por Julia Louis-Dreyfus.

Seguramente A24 dará muchas sorpresas y se distinguirá de otros sellos cinematográficos por los proyectos que podrán parecer riesgosos o poco convencionales. Sin duda, A24 se apoyará de las ventajas que ya distinguió para sobresalir, ya que su equipo es consciente de todos estos diferenciadores y no dudará en potenciarlos para seguir arrasando con la competencia.

* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación por la FES Acatlán y prestadora de Servicio Social en el Programa de Promotoría Cultural.
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POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA

El gabinete de curiosidades es el título que dio Guillermo del Toro a la colección de ocho capítulos que presenta en la plataforma de Netflix. Se trata de una curaduría que llevó a cabo el director mexicano para seleccionar a los realizadores que se harían cargo de la dirección de estas historias, que dejan a más de un espectador al filo de la butaca como, se diría en el argot de la cinematografía tradicional.

Los capítulos son adaptaciones de textos y cuentos cuidadosamente elegidos y que representaron todo un reto para los cineastas. La temática de cada uno resulta variada; sin embargo, se puede decir que giran alrededor de los miedos, creencias, vicios, codicia e inseguridades que agobian al ser humano desde tiempos milenarios. Al final los personajes se convierten en víctimas de sus deseos y caprichos, siendo la codicia el elemento que permea la mayoría de las historias.

No obstante la libertad creativa que Guillermo del Toro otorgó a los directores, se puede apreciar el sello que caracteriza los trabajos del autor tapatío. La ambientación de las historias, escenarios y aún más, los personajes de otros mundos que se hacen presentes son relativamente similares a los que nos tiene acostumbrados en sus largometrajes.

De los detalles más significativos y que llama la atención desde el inicio, es el homenaje que rinde el realizador a uno de los más grandes de la cinematografía internacional: Alfred Hitchcock, mejor conocido como el amo del suspenso.

Al inicio de cada capítulo Guillermo del Toro aparece a cuadro y realiza una breve presentación de lo que verá el espectador, ofrece información sobre el origen de la historia y su adaptación, además del nombre del realizador encargado de la dirección. Como dato curioso destaca el hecho que Del Toro abre las puertas y cajones de un gabinete sacando objetos que guardan una relación directa con el capítulo en cuestión.

Para la selección de los cineastas tomó en cuenta su trayectoria, pero, sobre todo el dominio que tienen en géneros dentro del cine fantástico, de terror y suspenso. Con esta curaduría Guillermo del Toro consolida su quehacer como creador, ahora como promotor de talento artístico, en un formato que ha logrado consolidarse dentro del gusto del público acostumbrado al consumo de contenido en plataformas digitales.

Queda de manifiesto que este cineasta no sólo es capaz de dirigir y escribir sus proyectos, sino también tiene la experiencia para sumar esfuerzos que dan por resultado una serie de excelente manufactura que ya se coloca dentro de las preferidas en la plataforma de streaming.

Entre el selecto grupo de directores que presenta El gabinete de curiosidades resalta Guillermo Navarro, cineasta mexicano de larga y destacada trayectoria en el Séptimo Arte. Navarro es, sin duda, uno de los más importantes fotógrafos y cineastas que ha dado nuestro país en las últimas décadas.

Basta recordar su participación en filmes como Cronos (1993) y El laberinto del fauno en 2006, como encargado de fotografía, cinta con la que obtuvo el Oscar dentro de la categoría. En su haber también cuenta con premios como el BAFTA, Ariel y Goya.

Si bien no posee la fama y los reflectores de Guillermo del Toro, Guillermo Navarro es un realizador de probada trayectoria que, una vez más, demuestra su talento al dirigir con maestría el capítulo Lote 36, uno de los mejor logrados dentro de la serie, donde se presenta a un personaje sumergido en deudas que busca salir de sus problemas financieros mediante la compra de mercancía guardada en el interior de una bodega que posteriormente buscará revender al mejor postor. Sin embargo, todo le sale mal al encontrar objetos “malditos” que lo llevan, literalmente a un callejón sin salida.

Otro de los realizadores convocados fue Vincenzo Natali, cineasta y guionista de origen estadounidense, recordado por su ópera prima El cubo (1997) que, en su momento, fue muy bien recibida no solo por el público, sino por la crítica especializada en gran parte del mundo. Es del dominio público que en países como Francia y Japón se convirtió en un largometraje de culto y colocó al cineasta en los cuernos de la luna.

Por aquellos años la carrera de Vicenzo Natali era una de las más prometedoras; sin embargo, al parecer la buena estrella del director se fue apagando con el paso del tiempo. Si bien sigue filmando, ninguno de sus trabajos, hasta el momento, ha logrado superar el éxito de su primera cinta.

En su haber tiene títulos como Cyper (2002) y Nothing (2003), que han alcanzado cierta notoriedad. En 2009 dirigió Splice, que tiene como protagonista al reconocido actor Adrien Brody. Vincenzo se caracteriza por manejar con sobrada solvencia los géneros de ciencia ficción, terror y suspenso. Lo anterior quedó demostrado en la película En la hierba (2019), adaptación de la novela de Stephen King cuya trama se desarrolla en los campos de Kansas, donde los personajes quedan a merced de fuerzas obscuras y siniestras.

Para El gabinete de curiosidades, el director mexicano lo convocó para hacerse cargo del segundo capítulo: Ratas de cementerio, cuya trama está centrada en ladrones codiciosos dedicados al robo de objetos valiosos de los cadáveres enterrados en un cementerio; es uno de los episodios mejor logrados, no sólo por sus actuaciones, sino por la extraordinaria ambientación, que nos traslada al inframundo del camposanto.

Otra de las revelaciones en la serie es el trabajo de la cineasta de origen británico Ana Lily Amirpour, autora y directora de una de las cintas más reconocidas de los últimos años: Una chica regresa sola a casa de noche (2014), basada en un cortometraje homónimo escrito y dirigido por esta talentosa realizadora.

En El gabinete de curiosidades se hizo cargo de la dirección del capítulo Por fuera, crítica aguda y mordaz a los denominados productos milagro que se anuncian por televisión y que prometen cambiar la vida de los consumidores de la noche a la mañana.

Es una historia plagada de humor negro que, si bien no ha logrado unificar criterios, resulta una apuesta sumamente audaz y que abre el debate respecto a los límites a los que se está dispuesto a llegar con tal de cambiar la apariencia de una persona para que sea aceptada socialmente. La trama se adereza con elementos pertenecientes al cine fantástico, muy al estilo del director tapatío.

La serie cuenta con la participación de directores como Jennifer Kent, David Prior, Keith Thomas, Panos Cosmatos y Catherine Hardwicke.

El gabinete de curiosidades es un proyecto interesante, no sólo por ser el convocante un director aclamado por el público y la crítica especializada, sino porque tiene la sensibilidad de encauzar el esfuerzo de ochos talentosos creadores que logran llevar a buen puerto cada una de las historias que les fueron encomendadas. Es evidente que algunas con mejores resultados que otras; sin embargo, se trata de enfoques y gustos diversos a los que se enfrenta al espectador.

Enhorabuena por esta clase de trabajos que logran enriquecer los contenidos vía streaming, más allá de la pantalla grande.

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POR LETICIA URBINA ORDUÑA

Al llegar a 200 ejemplares de la creación de CineAdictos, es inevitable escribir sobre el ámbito en que esta publicación se inscribe. No es por supuesto la primera ni la última de su estirpe, pero sí una que seguramente ya se colocó entre las que en conjunto conforman la prensa cinematográfica mexicana, a su vez miembro de una especialización periodística mundial.

A México el cine arribó de manera temprana por la vocación francófila del dictador mexicano Porfirio Díaz, primer presidente del planeta en ser captado por las cámaras del nuevo invento en 1896, lo que le convierte además en la primera estrella del cine nacional. En esa época se les llamaba vistas, no películas, y su capacidad de penetración ideológica fue prontamente captada por los diversos actores políticas, entre ellos el propio Don Porfirio.

Mientras tanto, el fenómeno fílmico y la reacción del público fueron noticia para la prensa, no sólo en México sino en cada lugar al que arribaba, y por lógica las primeras coberturas fueron francesas. En julio de 1895 apareció Ombres et Lumière, magazine mensuel de la photographie, que atestiguó y registró el nacimiento del cine a sólo seis meses de su aparición.

Le Fascinateur (1903) y Le Film (1914) fueron las revistas pioneras en Francia; en España abrió el camino el Quincenal Artístico-Cinematográfico, en Madrid (1907), que apenas duró un año, y más tarde Arte y Cinematografía, en Barcelona (1910), que sobreviviría 26; hubo publicaciones similares en Alemania y Portugal, no así en la Gran Bretaña, que despreció al cine al negarse a catalogarlo como arte. En Estados Unidos la primera representante de la prensa fílmica es Variety, nacida en 1905 y todavía en circulación.

En Francia se creó en 1951 Cahiers du cinéma –posiblemente la más emblemática representante del periodismo fílmico a nivel mundial– para suplir a la desaparecida La Revue du Cinéma (1928-1949).

Según algunos autores, en México las exhibiciones de las vistas coadyuvaron a reducir el alcoholismo, los crímenes y los suicidios, entre las “lacras” de una sociedad cuyos pobres vivían en la desesperanza y los ricos en el hastío.

Aunque las primeras vistas habían provocado conmoción, no se registra la aparición temprana de publicaciones especializadas y será hasta los años 30 que surja El filmográfico, que en la década de los 40 se convertiría en Cinema Reporter, Filmes Selectos; la norteamericana Cine Mundial que se hizo para difundir en Latinoamérica al cine estadounidense y cuya versión mexicana duró varias décadas hasta convertirse en periódico.

Entre sus colaboradores, Cine Mundial contó con el fotoperiodista Héctor García “Pata de perro”, Jesús Magaña y el caricaturista Abel Quezada.

Otras revistas de cine fueron México al Día, Cinematográfico, Cine Gráfico, Cinelandia y Novela Semanal Cinematográfica, que convertía los guiones en eso: novelas para su lectura.

Según la investigadora Elisa Lozano, la importancia de esas publicaciones es que permiten seguir las trayectorias no sólo de histriones, sino de directores, autores, escenógrafos, fotógrafos y toda clase de colaboradores del cine de la época, la evolución de las cámaras y otros elementos técnicos e históricos. En su momento fueron un soporte para la industria, pues los involucrados se enteraban a través suyo de cómo eran recibidos los filmes y actores mexicanos en el extranjero, qué cintas vendrían, cómo iba la taquilla, los costos de producción.

Para el crítico Rafael Aviña, el auge de estas publicaciones iba de la mano con el del Cine de Oro, y al declinar éste también lo hizo la prensa cinematográfica. Sin embargo, contribuyeron a formar el gusto del público que se identificaba con las estrellas.

Pese a ese declive hubo buenos intentos, como el de la revista Nuevo Cine, que con sólo seis números aparecidos entre 1961 y 1962 se hizo de un lugar en la historia gracias a las plumas de los que se autodefinieron como un grupo de “cineastas, aspirantes a cineasta, críticos y responsables de cine clubes” que querían hacer su propio cine para superar el “deprimente estado del cine mexicano”, según cita Aranzubia Asier.

Sus integrantes fueron José de la Colina, Rafael Corkidi, Salvador Elizondo, José Miguel García Ascot, Emilio García Riera, Carlos Monsiváis, Julio Pliego, entre otros, quienes luego de luchar contra impedimentos absurdos que les impusieron el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica, debieron cerrar la publicación, que se volvió mítica, pese a todos los obstáculos enfrentados.

Hay algunas revistas posteriores, como Somos, pero la estafeta del periodismo especializado en cine ha tenido que ser tomada por las instancias oficiales, como la Cineteca Nacional con Icónica, o la Universidad Nacional con publicaciones como la que lees ahora.

POR ROSA MARÍA CHÁVEZ DELGADO

Hablar de la evolución del cine implica no solamente hacer mención de los cambios y tendencias en estilos de filmación, temáticas y escuelas que influenciaron a directores cinematográficos. Una transformación que, sin duda, ha revolucionado esta industria es la inclusión de la tecnología digital tanto en la filmación como en el equipo utilizado para la proyección.

Entre los primeros medios utilizados para proyectar, estuvieron equipos como el zoopraxiscopio (1879), el cual generaba imágenes a partir de discos de vidrio que giraban a cierta velocidad para dar la impresión de movimiento.

Hacia 1888 el francés Louis Le Prince patentó un dispositivo de 16 lentes. El kinestoscopio, creado en 1889, por Thomas Alva Edison, transportaba una tira de película perforada con imágenes secuenciales sobre una fuente de luz con un obturador de alta velocidad. Uno de los equipos que fue utilizado por largo tiempo, como alternativa ante los altos costos del proyector de 35mm, fue el de 16mm, inventado por Eastman Kodak en 1923; en un inicio fue concebido para quienes realizaban películas caseras y posteriormente se empleó en proyectos educativos, adquiriendo fuerza con la inclusión de la banda de sonido óptico y la película de color.

Al tratarse de un proyector que podía ser portátil, algunos modelos incluían un par de pequeñas bocinas. Al momento de realizar la exhibición de la película, el operador y el equipo estaban a vista del público, y no sólo eso, también se escuchaba el motor y el arrastre de la película además de que la calidad de la imagen y el audio dejaban mucho que desear, pues si la cinta ya había tenido varias proyecciones se veía rayada y el audio se escuchaba de manera monoaural o estéreo, en el mejor de los casos.

No hace falta decir que el proyeccionista tenía que estar atento en todo momento durante la exhibición pues solía suceder que la película se rompiera o saliera de cuadro, debiéndose hacer los ajustes necesarios a la vista del espectador.

Al paso del tiempo el proyector de 35mm no sólo fue adquiriendo presencia en los cines, sino también fue evolucionando: de aquellos equipos alimentados con carbón y con movimiento a base de manivela se pasó a sistemas electromecánicos provistos básicamente de tres partes importantes: un banco donde se colocaban todas las conexiones necesarias para su funcionamiento; la lámpara de xenón (generalmente de 2000w), situada en un compartimento especial con un sistema de enfriamiento debido a las temperaturas que alcanzaban, así como al riesgo de explosión de la misma, y la tercera parte, conformada por una serie de rodillos dentados por donde la película pasaba a una velocidad de 24 cuadros por segundo, un obturador que permitía el paso o cierre del haz de luz hacia el fotograma y finalmente el compartimento destinado al lente, en formato panorámico o cinemascope, el cual ampliaba la imagen proyectada.

Evidentemente, la calidad de imagen en estos proyectores era superior a los de 16mm, aunque se seguía dependiendo del estado de conservación de la película, pues en ocasiones había sido reparada tantas veces que se notaban los llamados “brincos” en algunas escenas del filme, lo que afectaba no sólo la imagen sino el audio pues la pista sonora estaba colocada en el lateral de la cinta; si el material estaba muy “seco” a menudo se rompía la película en plena proyección y dependía de la habilidad del proyeccionista reanudar la función y hacer el ajuste en cabina sin que el público lo notara y también, en el menor tiempo posible.

El audio ha evolucionado: pasó del sonido estéreo al digital, se introdujeron tres sistemas de bandas sonoras digitales: el SDDS (Sony Dynamic Digital Sound), sonido digital lanzado por Sony, ubicado en los márgenes de las películas estándar de 35mm y caracterizado por el uso de hasta 8 canales de audio independientes: izquierdo, izquierdo central, central, derecho central, derecho, subwofer izquierdo trasero y derecho trasero; el DTS (Digital Theatre System) ofrece seis canales que se corresponden en nombre y localización con los de Dolby Digital, la banda sonora no está incorporada en la cinta, viene grabada en un CD-ROM, el cual se sincroniza a través de un “código de tiempo” impreso en la cinta a proyectar.

Finalmente el Dolby Digital; es un término que hace referencia a la compañía que creó este sistema de reducción de ruido en grabaciones de sonido analógico, cuya evolución ha llevado a la creación del sonido envolvente (Surround). La creación, en 1975, del sonido multicanal, permitió escuchar, por primera vez, el sonido “dividido” en cuatro canales: izquierdo, central, derecho y trasero: necesitando un procesador de audio para realizar esta función.

Con la llegada del nuevo milenio se fortalece la era del cine digital con la utilización del videoproyector y el uso del DVD o del Blu Ray como medios de almacenamiento del material fílmico. Esta evolución sigue dándose a pasos agigantados y para el año 2005 aparece el primer formato totalmente digital, llamado DCP (Digital Cinema Package), sistema promovido por los principales estudios de Hollywood como Walt Disney Pictures y Warner Bross Studios, entre otros. El DCP es un paquete de varios archivos, almacenados en un pendrive o un disco duro, divididos de tal suerte que en uno se encuentra la imagen, en otro fichero el sonido y en otro los subtítulos, en el resto de archivos se encuentra la información que necesita el servidor digital para reproducirlos y enviarlos al proyector para su exhibición.

Este sistema fue rápidamente aceptado por los grandes exhibidores de todo el mundo, iniciando la conversión de las salas de proyección al formato digital y el fin de la época de los proyectores de películas de 35mm. A mediados del año 2010 la mayoría de las salas de exhibición cinematográfica a nivel mundial ya se habían digitalizado, pues las ventajas que ofrecía este nuevo formato, sin lugar a dudas, fueron la clave para su aceptación, además de que las distribuidoras de cine de cierta manera hicieron su uso obligatorio al proporcionar sus películas sólo en este formato.

Entre los beneficios del DCP que favorecieron su aceptación son los siguientes: al tratarse de un medio digital, se transporta fácilmente, no como en el caso de las pesadas y delicadas bobinas; la imagen no pierde calidad aunque se proyecte varias veces; las copias son exactamente iguales al original; no hay rayaduras, desenfoque ni pérdida de calidad del audio; la pista sonora es de alta calidad y ofrece la sensación al espectador de encontrarse en el centro de la escena.

Se ha anunciado actualmente un nuevo sistema: los proyectores Láser, los cuales han sido introducidos en las grandes cadenas exhibidoras (la cadena de exhibición Cinépolis planea la total conversión de sus equipos para mediados de 2023).
La principal ventaja de este sistema radica sobre todo en el tipo de lámpara que utilizan los proyectores, pues su concentración de luz es mayor que cualquier lámpara de Xenón que haya sido utilizada, mejorando el contraste con una variedad de colores de mayor precisión en la saturación y profundidad, así como un brillo que permanece por más tiempo.

Sin lugar a duda, esta evolución en los sistemas de proyección ha provocado gran interés y aceptación entre el público cinéfilo; sin embargo, aún quedan muchos espectadores que tuvieron la oportunidad de apreciar las proyecciones análogas, que añoran la esencia del cine, argumentando que una película en 35mm tiene mayor contraste, colores, matices, texturas y el sistema digital solo es un video en alta definición: evidentemente el público es quien tiene la última palabra.

Resta decir, como acotación personal, que el trabajo implicado en la preparación de los rollos para la proyección en 35mm era todo un arte: cuidar que la película fuera armada en orden, el tipo de lente que se utilizará, la mascarilla a emplear y el montaje de la cinta a través de los rodillos del proyector era, sin duda, un trabajo especializado que desapareció con la llegada del cine digital.

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CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos. El material impreso se distribuye entre la comunidad de la FES Acatlán; a partir del semestre 2015-II extiende sus alcances con el blog de CineAdictos. Espacio abierto a los interesados en la divulgación del séptimo arte.

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