Cine Adictos

POR  NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO

Mark Anthony Luhrmann, director de cine reconocido simplemente como Baz Luhrmann, nació en septiembre de 1962. Debido a que su infancia transcurrió en Herons Creek, Nueva Gales del Sur, Australia, se suele referir a este sitio para ubicar su nacimiento, pero es originario de Sydney.

Ocupa nuestra atención por el éxito obtenido con Elvis, filme que ocupó la anterior entrega en el Blog de CineAdictos y con el que Baz luhrmann refrendó su estilo maximalista, repleto de escenas teatralizadas, con escenografías que deslumbran, personajes románticos, pasión desbordada, incluso irracional, con personajes que se dejan llevar por torbellinos emocionales.

En Elvis, al igual que en otras de sus películas, Baz Luhrmann provoca la reunión de referentes artísticos y culturales de antaño con música, opulentos vestuarios con suntuoso maquillaje, elaborado diseño de producción e interesantes interpretaciones histriónicas que quedan en la memoria de los espectadores, gracias a constantes acercamientos a los rostros de los protagonistas.

Otro aspecto siempre presente en el cine de Luhrmann es que en sus historias los personajes viven intensamente, los deja ser felices hasta que la tragedia, inevitablemente, los alcanza. Ya sea en historias de ficción o realidad, el desenlace conlleva a lo que los críticos llaman “puñalada final”.

No obstante que Luhrmann ha realizado televisión, ópera, teatro y música, en este recorrido sobre su estilo, nos centraremos exclusivamente en sus trabajos cinematográficos.

Con Strictly Ballroom (1992), su opera prima, presentó a un grupo de actores australianos prácticamente desconocidos (Paul Mercurio, Tara Morice, Bill Hunter y Pat Thomson). Es la historia de un bailarín profesional que debe hacer pareja con una joven inexperta. La trama, de lo más básica, sigue los altibajos detrás del concurso de baile (por supuesto la fortuna sonríe a los audaces) y permitió a Luhrmann obtener su primer éxito y premios entre los que destacan el BAFTA por Mejor Diseño de Vestuario, Banda Sonora Original y Diseño de Producción.

Representó para el entonces joven director la primera oportunidad de estar en festivales como Cannes, (en 2022, prácticamente a la par del estreno de Elvis, se cumplieron tres décadas de su debut en las grandes ligas) y así llamó la atención de productores de Hollywood, quienes detectaron su talento para llevar a escena números musicales con desbordante imaginación visual.

En 1966, ya establecido en Estados Unidos, Baz Luhrmann irrumpió en la escena internacional con Romeo + Juliet, teniendo como protagonistas a Claire Danes y Leonardo DiCaprio, nada menos el rostro juvenil del momento, en un drama clásico conocido por la mayoría del público. El principal atractivo de este filme radica en la manera de contar algo que de antemano ya se sabe cómo termina, pero ambientado de otra manera.

Los Capuleto y los Montesco se mantienen en el periodo isabelino, con los diálogos y texto originales de William Shakespeare, pero Verona tiene todo el aspecto de Miami Beach de mediados de la década de los años 90, con la estética de una ciudad futurista, plena de imágenes potentes, con emblemáticos escenarios que se ubican en la Ciudad de México y escenas de acción filmadas en el puerto de Veracruz.

En Romeo + Juliet Luhrmann llamó mucho la atención de la crítica especializada al presentar en la pantalla grande la estética de video con adaptaciones para el cine y no a la inversa. Con objeto de aclarar este punto acotemos:

Para ese momento, las filmaciones se realizaban con complejos procedimientos de impresión, uso de iluminación, revelado con químicos, integración de audio, efectos y sonidos. En contraparte, el video y el llamado “videocine” recurría al uso de cintas electromagnéticas para la reproducción de imágenes y sonidos.

Las diferencias se identificaban en los aspectos técnicos, aunque la estética era abismal en el resultado final. Durante años, muchos realizadores pretendieron hacer películas simulando la calidad de imagen de cine con técnicas de video, principalmente motivados por los bajos presupuestos y recurrieron a complejos trucos técnicos para lograrlo.

La calidad de imagen del cine siempre fue mejor que la del video o la televisión, e incluso el cine transferido a video, mediante procesos digitales, obligaba a realizar correcciones de color en las tomas. En resumidas cuentas, el video llevado al cine obligaba a ajustar múltiples defectos, especialmente para mejorar las fotografías, pues las películas siempre ofrecen más contraste, capturan mayor cantidad de detalles, presentan alta saturación de color y tienen capacidad superior para manejar las variaciones de luz.

Valgan estas explicaciones para comprender por qué Luhrmann, aun teniendo a su disposición todo el equipo de filmación profesional, prefirió dar a Romeo + Juliet aspectos estéticos de menor calidad visual intencionalmente, para remarcar ese “aire noventero” que hizo suspirar a miles de jóvenes con la tragedia clásica juvenil por excelencia y permitió a Leonardo DiCaprio posicionar su carrera histriónica, tras ganar el Oso de Plata por Mejor Actor.

En 2001 Luhrmann estrenó Moulin Rouge, comedia con tintes de drama romántico, ambientada en 1900. Sus protagonistas son Nicole Kidman y Ewan McGregor, a quienes acompañan John Leguizamo, Richard Roxburgh y Jim Broadbent, un “combo” de buenos actores con los que se puso en escena uno de los mayores y mejores ejemplos de cine musical.

Es la historia de Christian, joven escritor poeta que abandona Londres y se traslada a París para desarrollar su profesión, en plena época de efervescencia cultural. Llega al barrio bohemio de Montmartre, donde conoce a Henri Toulouse-Lautrec y éste le presenta el estilo de vida del lugar, donde la mayoría de las actividades giran en torno al emblemático centro nocturno Moulin Rouge.

El ambiente musical, las luces y el arte circundante representan múltiples distracciones para Christian, a lo que se suma su encuentro con Satine, la estrella del Moulin Rouge, de quien se enamora perdidamente, pero ella tiene prohibido relacionarse sentimentalmente y el melodrama desborda la pantalla.

Para el público y crítica especializada no quedaban dudas de las ambiciones de “grandeza” de Luhrmann; de su interés en presentar espectáculos posmodernos con abundante brillantina, maquillaje y colores premeditadamente exagerados, en la aparente vanidad injustificable que enmarca historias imprevisibles, plenas de creatividad. De este título, a los cinéfilos mexicanos nos quedó muy presente la participación de la diseñadora de producción germano-mexicana Brigitte Broche, pues obtuvo un Oscar por la ambientación en que colocó esta historia de época en París.

En 2008 estrenó Australia, aventura romántica que ocurre  al comenzar la Segunda Guerra Mundial y tiene en los roles protagónicos a Nicole Kidman y Hugh Jackman. Kidman interpreta a Sarah Ashley, aristócrata inglesa dueña de una hacienda ganadera en Australia, quien viaja a Londres para confirmar la infidelidad de su marido, pero al llegar enfrenta la noticia de que ha sido asesinado. Al volver al rancho debe unir fuerzas con un capataz local (Jackman) para conservar las tierras que ha heredado.

Aunque al principio ambos comparten sus antipatías, el contacto se suaviza cuando Sarah se debe hacer cargo de un joven mestizo, huérfano y marginado. Juntos, se embarcan en un largo viaje por paisajes bellos e implacables, se enfrentan al bombardeo de la ciudad de Darwin por las fuerzas japonesas que atacaron Pearl Harbour.

Aquí Luhrmann da rienda suelta a la ambición de filmar historias que podrían llamarse “de largo aliento”, pues ocupa casi tres horas para desarrollar la película y con ello rebasa los estándares de la mayoría de las películas comerciales, pues se sabe perfectamente que el público lo pensará más de una vez para comprar boletos de una cinta que pase de las dos horas.

En Australia narra la construcción de su país natal, pero desde el género del Western, muy común en el cine de Hollywood, por lo tanto, con abundantes referencias de cómo explorarlo; Luhmann lo adapta de una manera muy personal, por momentos con excesivos movimientos de cámara, siguiendo sus propios preceptos da mayor peso a las imágenes y no tanto a los diálogos.

Cometió fallas narrativas, no obstante que las actuaciones son impecables, en su estilo, considerado “barroco y ampuloso”, da total peso a los paisajes, escenarios y ambientación. Pareciera que poco le interesó conectar al público con la historia de los protagonistas, provoca sensaciones de insatisfacción entre los espectadores, quienes solamente atinan a destacar los maravillosos escenarios y lo importante de ese periodo histérico.

Los resultados fueron buenos, se colocó como la tercera más taquillera en la historia del cine australiano, después de Crocodile Dundee (Peter Faiman, 1986) y Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015). Obtuvo galardones por el arte, efectos visuales y vestuario, pero no fueron suficientes para convencer a los críticos, que la vieron como un filme menor.

Para 2013, ya repuesto de las críticas negativas, entrega The Great Gatsby, drama romántico para el que llama de nuevo a Leonardo DiCaprio, en ese momento un actor ya muy famoso, y lo acompaña el no menos taquillero Tobey Maguire, seguido de Carey Mulligan, Joel Edgerton y Amitabh Bachchan.

Luhrmann logra una memorable adaptación de la novela homónima de F. Scott Fitzgerald, de 1925, de la que destacan actuaciones, la banda sonora, elaboradas coreografías, estilo visual y en general una dirección impecable, pero de nueva cuenta las críticas se enfocaron en el hecho de que pudo “hacer más” con tan buenos histriones.

La estética de The Great Gatsby lleva a los espectadores por la opulencia de una vida llena de riquezas, pero también al vacío, a la incapacidad del protagonista por conservar para si el amor.

El derroche en las fiestas, vestuarios y ambientación, difícilmente se olvidan luego de haberla visto; queda presente esa sensación de ociosidad ante tanto lujo, pero en permanente soledad que se compensa con objetos en viviendas ?nicas, tan lejanas al grueso de los testigos de esta historia. No quedan fuera del filme ninguno de los temas que caracterizan la novela.

Después se involucró en proyectos publicitarios y en trabajos o asignaciones especiales para cadenas de televisión, hasta que en 2022 regresa con Elvis, un proyecto que nació en 2014, retomó en 2019, cuando Tom Hanks aceptó interpretar al coronel Tom Parker; comenzó a filmar en 2020, coincidiendo con la pandemia por Covid 19, la cual casi aniquila el proyecto.

Luhrmann aprovechó el largo receso impuesto por la situación sanitaria para volver al guion, reestructurar la primera parte, alterando la historia original, que pasó de ser lineal a una más sofisticada en la que explora magistralmente el flashback. Es una película donde vuelve a presentar elaboradas coreografías y deslumbrantes escenografías que requirieron de largos procesos de creación.

Elvis Presley (Austin Butler) y su representante Tom Parker (Tom Hanks), resultan personajes incuestionables en su desarrollo actoral para explicar el proceso en que se fue creando esta leyenda del Rock, pero el Elvis de Luhrmann se centra en la fuerza artística, en sus orígenes impregnados de blues y gospel, géneros que escuchó desde niño en las comunidades afrodescendientes donde creció.

Cada quien tiene su versión Elvis y el de Luhrmann se posiciona en la industria del espectáculo y su fijación por ser un artista diferente. No se trata de una biopic en el estricto sentido del género, sino de un retrato de lo bueno, lo malo y lo feo que Estados Unidos le dio a Elvis, el artista y al hombre.

Con Elvis, Luhrmann sigue su línea de director maximalista, grandilocuente, destacando los espacios en que sitúa a sus personajes. Pone más atención en los detalles, con los cuales ayuda a conocer a una estrella que usaba maquillaje, camisetas tejidas sin mangas, cabello largo, delineador en los ojos, pero no dejaba de lado su masculinidad.

No pasa por alto ningún detalle de la estética, como tampoco de la inocencia en muchos de sus actos, cómo es que fue llevado por un sendero de perversión a la fama, las decepciones que enfrentó y su agonía.

El gran negocio y espectáculo que representa Elvis Presley sirven de pretexto para explorar el mundo de ensueño de Las Vegas, centro de entretenimiento por excelencia. Aunque no se trata estrictamente de un musical, traslada al público a disfrutar de emblemáticas interpretaciones y a refrendar su estilo como cineasta.

Fusiona lo clásico con lo moderno; prepondera los aspectos visuales sobre los narrativos; agrupa múltiples referentes sobre distintas épocas; da mucho peso e importancia a los aspectos de la música y de las canciones acompañadas de coreografías; ejecuta continuos movimientos de cámara y cambios drásticos de encuadres.

Tal vez la vertiente de mayor recurrencia en el cine de Luhrmann es el entretenimiento de lo ya visto o ya conocido, pero de forma más espectacular: como ya se mencionó, el público sabía del triste final de Romeo y de Julieta, pero aún así su filmación atrajo a una nueva generación a un clásico de la literatura; Moulin Rouge, Australia, The Great Gatsby y Elvis siguen la línea de contar hechos que ya se conocen de antemano, pero son atractivas por estar contadas de una manera muy particular, con el “toque” Luhrmann, algo que pocos cineastas logran, su propio sello de autor y si usted, amable lector(a) tiene dudas, recuerde cómo identifica a Federico Fellini, a Tim Burton o a Wes Anderson, por mencionar algunos de los cineastas de ese selecto grupo.

Categoría(s): REALIZADORES

Bienvenida

CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos. El material impreso se distribuye entre la comunidad de la FES Acatlán; a partir del semestre 2015-II extiende sus alcances con el blog de CineAdictos. Espacio abierto a los interesados en la divulgación del séptimo arte.

Calendario de Publicaciones

mayo 2023
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  

Categorías

Hecho en México, todos los derechos reservados 2024. Esta página puede ser reproducida con fines no lucrativos, siempre y cuando no se mutile, se cite la fuente completa y su dirección electrónica. De otra forma, requiere permiso previo por escrito de la institución.

El contenido aquí expuesto no necesariamente refleja la opinión de la institución, y es responsabilidad exclusiva del administrador del blog.