POR JOSÉ ALFREDO FLORES ROCHA
Más allá de la montaña (The Mountain Between Us, 2017), es una de esas películas que prometen demasiado, pero al final salen debiendo. Con un elenco encabezado por la multipremiada Kate Winslet e Idris Elba, la cinta, filmada bajo la dirección de Hany Abu-Assad, resulta un melodrama al mero estilo de Hollywood que se empeña al extremo por llevar a buen puerto a los protagonistas.
Despierta interés pues la encabezan dos de las estrellas cinematográficas más importantes de los últimos años, ambos con trabajos notables tanto en cine y televisión.
En el caso de Kate Winslet, ganadora de un premio Oscar por Mejor Actriz en 2009 debido a su notable trabajo en The Reader (Stephen Daldry, 2009); es destacable su participación en Revolutionary Road (Sam Mendes, 2009), pues con esta cinta se hizo acreedora a un Globo de Oro por Mejor Actriz; y qué decir de su intervención en la película dedicada al célebre Steve Jobs (Danny Boyle, 2015) que también le mereció otro Globo de oro, pero por Mejor Actriz de Reparto, en 2016.
En el caso de Idris Elba su trabajo actoral destaca más en la pantalla chica, gracias a miniseries de televisión como Luther (2011), producida bajo el sello de la BBC, donde encarna al detective John Luther.
El director Hany Abu Assad es un cineasta que viene precedido de un éxito notable; basta recordar en 2006 su trabajo en el largometraje Paradise Now, el cual recibió un Globo de Oro a la Mejor Película en Lengua no Inglesa y contó con una nominación al Oscar, en la misma categoría.
Sin olvidar su trabajo en Omar (2013), cinta considerada por la crítica especializada como la primera película de manufactura palestina en alcanzar repercusión internacional y ser nominada en el renglón de Mejor Película en los premios Oscar.
Con este cóctel de buenos ingredientes se esperaba que Más allá de la montaña, resultara un referente en la cartelera. Sin embargo, no fue así. Esto a pesar de estar basada en la novela homónima de Charles Martin y que tiene por argumento central el encuentro inesperado entre dos pasajeros que acaban de perder su vuelo, debido a las intensas tormentas.
La trama comienza cuando la protagonista Alex Martin (Kate Winslet) propone a Ben Bass (Idris Elba) rentar una avioneta para llegar a su destino. Ambos son pasajeros varados, pero ella, fotógrafa profesional, debe llegar urgentemente a su destino, pues está a punto de casarse.
Suben a una pequeña aeronave y sufren un aparatoso accidente que los deja aislados en lo alto de una montaña; el piloto fallece, no así el perro que lo acompaña y que ahora será la única compañía de ambos pasajeros, quienes prácticamente se quedan sin provisiones.
Incomunicados y con heridas, comienzan una larga travesía por la montaña, ello los enfrenta a todo tipo de obstáculos, el más grave de los cuales es la falta de víveres, además de bajas temperaturas y amenazas con animales salvajes.
A pesar de que el director se esmera, la situación de la pareja se vuelve insostenible, poco creíble. Si bien en el cine existe una complicidad implícita entre público y realizador para llevar por buen camino las historias, aquí dicha comunión simplemente no se da.
Los recursos utilizados por el director parecen sacados de la chistera y no logran justificarse. La historia de amor poco a poco florece entre los protagonistas, bajo un esquema de clichés que se imponen.
La historia se le escapa de las manos a Hany Abu Assad y pasa de ser un melodrama, prometedor al típico argumento que privilegia el cuento de amor descafeinado. A mitad de la película, sin demasiado esfuerzo, el espectador sabe en qué terminará el relato.
Esta cinta está lejos de otras producciones que abordaron este tipo de percances aéreos. Entre las más notables destacan Sully: hazaña en el Hudson (2016), basada en el acuatizaje logrado por el capitán Chesley Sullenberger el 15 de enero de 2009, en el río Hudson; El vuelo (2012), Un día para sobrevivir (2011), Al filo del peligro (1997) y Viven (1993), ésta última basada en el libro del mismo nombre que recoge la experiencia de los sobrevivientes de los Andes en 1972, tras el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.