Como parte de las celebraciones del 8M, Día Internacional de la Mujer, se realizó la presentación del libro Transfiguración y otros relatos, de Josefina María Cendejas Guízar, quien estuvo acompañada por la doctora Cynthia Acosta Ugalde, coordinadora de la Comisión Interna para la Igualdad de Género (CInIG), de la FES Acatlán, y la editora Mara Rahab Bautista López.
En la Sala de Videoconferencias del Posgrado de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, la publicación, compuesta por 189 páginas, contraportada y portada de color lila y estampado un ojo amarillo de enormes pestañas que asemejan rayos solares, editada por Tait (diosa egipcia del tejido), forma parte de la colección independiente dedicada a publicar obras creativas de mujeres en Michoacán.
En el índice figuran las siguientes narraciones: Solistas en peligro, Días no navegables, Aproximaciones a Jenny, Es un tren color naranja, Transfiguración –que da título al libro-, Tango, Pasión vegetal, Nada, nada, nadar…, Los frutos del árbol, y concluye con Breves episodios sobre el acto de comer y compartir alimentos, añadidos por la autora en años recientes.
Acosta Ugalde señaló que la autora egresó de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde estudió Filosofía, posteriormente formó parte de la primera generación de la Sociedad General de Escritores de México, en el entonces Distrito Federal, donde compartió con Vicente Leñero, Ethel Krauze, Hugo Argüelles, David Huerta, entre otros escritores.
Del mismo modo, la coordinadora del CInIG dijo que “podría definir el libro como: todas las mujeres en una y una en todas las mujeres. Conforme leí estos relatos me encontraba en distintas etapas de mi vida, en distintos personajes y especialmente, en distintos sentimientos”.
Por su parte, Cendejas Guízar, profesora-investigadora desde 1996 en el Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, señaló que al terminar la carrera de Filosofía no entendió bien a qué debía dedicarse, aunque “estaba decidida a escribir y publicar, lo que requiere mucho valor”, explicó a los asistentes para agregar que desde que cursó los estudios secundarios, comenzó a escribir novelas por entrega, que sus compañeras de pupitre leyeron con avidez.
La autora michoacana agregó que “al terminar el diplomado en la escuela de escritores, donde tuve una formación sólida, me sentía potente: me decía: ‘ora sí, voy a escribir mis cosas’. Empecé a escribir estos relatos, la mayoría de los relatos (del libro) fueron escritos en esa época”. Posteriormente leyó algunos párrafos de Aproximaciones a Jenny, protagonizada por un hombre enamorado.
Contó que la primera edición de Transfiguración y otros relatos no tuvo buen recibimiento en Michoacán, además, incomodó a varios integrantes de su familia porque expuso asuntos íntimos. Leyó luego fragmentos de Los frutos del árbol, donde el viejo Alejo, encarnación del abuelo abatido por la demencia, encargado de estropear persistentemente su largo matrimonio que superó por mucho las bodas de oro.
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