En el Auditorio de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán se llevó a cabo la presentación del libro Un arqueología de lo político, obra del doctor Elías José Palti, de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.

El autor destacó “cómo los distintos regímenes de saber de los que habla Michel Foucault se corresponden a su vez con distintos regímenes de ejercicio del poder”. Los análisis del contenido comienzan en el siglo XVII, cuando empieza el fenómeno de la secularización en el mundo.

Explicó que en el Renacimiento el mundo se concebía como aquel en donde Dios puso las cosas y los hombres las descifraban para entender su causa última, acceder al último fin de la creación. En el barroco esa visión se quiebra y las cosas no hablan más que de sí mismas al volverse inaccesible su esencia; el entorno se revela con base en convenciones, apariencias y artificios. El barroco puede considerarse el primer desencantamiento del mundo, y actualmente estamos ante el segundo.

El investigador expuso el desarrollo de la monarquía en la que el papel del rey fue mutando, no siempre tuvo el mismo poder; incluso, con el paso del tiempo, se evidenció la contradicción entre la parte humana del monarca y la figura que representaba, en donde recaía la voluntad de su pueblo. La muerte del rey Carlos I, decapitado en la revolución inglesa, es una muestra de una ruptura en ese sentido.

Añadió que los distintos regímenes tienen que ver con el concepto de legalidad y de justicia: los cambios sucedidos durante el siglo XIX fueron consecuencia de acontecimientos sucedidos dos siglos antes.

En el siglo XIX no sólo se llena el vacío dejado por “la muerte de Dios”, también la búsqueda de hacer sentido de comunidad, es por ello que surgen las características que le dan sentido al mundo secularizado. Detalló Palti que “no sólo Dios ha abandonado el mundo, también conceptos como el de Nación e Historia. Todos los grandes significantes que daban sentido han perdido su eficacia y han revelado su sustancia mítica”, explicó.

La principal diferencia, continuó el autor, entre una arqueología de lo político y una historia de lo político radica en que la primera trata de centrarse en las figuras mientras la segunda busca mostrar el espacio en el que se dieron y cómo lograron articularse, pues lo simbólico y lo material se encuentran fundidos en la realidad.

En el evento, el doctor Javier Torres Medina, de la FES Acatlán, mencionó que la obra de Palti permite aprender cómo los conceptos que ahora son tan comunes: democracia, soberanía o participación ciudadana, experimentaron cambios a través de una historia que es necesario revisitar para explicar muchas de las cosas que están sucediendo.

En tanto, el doctor Gilberto Urbina Martínez, también de nuestro campus, explicó que el trabajo se inscribe en la nueva historia intelectual que estudia los conceptos que, al contrario de las ideas, necesitan de un contexto para explicarse. El texto también ayuda a entender la secularización que tiende a relacionarse con el progreso, cuando en realidad se refiere más a un proceso. Afirmó que la obra invita a una relectura de Foucault y las relaciones multidireccionales de poder.

Por último, la doctora Irma Hernández Bolaños, también de la FES Acatlán, dijo que Una arqueología de lo político ayuda a quien lo lea a entender que aunque ciertos significantes actuales se han revelado como meras ilusiones, no se puede prescindir de ellos, ya que sirven para entender cómo se articulan lo social y lo político. “Tenemos que regresar a la historia y ubicar este recorrido que nos presenta el libro desde el siglo XVII”, finalizó.