POR KRISANGELLA SOFÍA MURILLO CAMACHO *
La tarea de abordar el cine de Pedro Almodóvar nunca resulta fácil, aunque si fascinante, por la ola de emociones a las que nos conduce: el melodrama siempre presente, excesos y constantes referencias a la figura materna. Podría seguir señalando múltiples elementos recurrentes en el sello almodovariano, pero mejor centrar la atención en una de sus películas y a partir de ahí comentar los escenarios, los espacios arquitectónicos que, finalmente, ocupan el interés de esta colaboración.
En Madres paralelas (2021) Pedro Almodóvar presenta en los roles protagónicos a Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit), quienes coinciden en la habitación de un hospital en el preámbulo de sus trabajos de parto. Ambas son solteras y se embarazaron sin haberlo planeado.
Janis siente que en la cuarta década de su vida es momento para ser madre y no muestra algún tipo de remordimiento ni inseguridad; en contraparte, Ana es adolescente, se arrepiente, pero ya es demasiado tarde, es presa de sus temores.
Janis intenta animarla mientras permanecen en el nosocomio, su convivencia implica pocas palabras, pero es suficiente para crear vínculos.
Almodóvar desarrolla este filme como un viaje múltiple: arranca en el terreno maternal y de ahí va a la memoria histórica, al futuro, a la curación personal, a un repaso de aspectos del pasado de mediano plazo de España, sin olvidar cuestiones triviales, pero fundamentales, como las tortillas de patata perfectas.
Las locaciones de Madres paralelas se realizaron en Madrid, así como en regiones cercanas la capital española: La Plaza de las Comendadoras es un espacio abierto en el barrio de Universidad, fue construido a comienzos del siglo XVIII; está unida a la calle de San Bernardo y es muy cercana a la Plaza de España. Su nombre se debe a la existencia del Convento de las Comendadoras de Santiago.
Está en una de las zonas más concurridas de Madrid y sirve como lugar central del filme; ahí se ubica el Café Moderno, edificio histórico que ha sido renovado. En esta plaza, en el portal al lado del café, se encuentra el departamento donde vive Janis, cerca está el local donde trabaja Ana.
Respecto a la vivienda de Janis y su decoración, de acuerdo con Pedro Almodóvar es de interiorismo audaz, con tonos muy intensos que cobran vida al paso de las escenas; posee elementos originales y típicos representativos del centro de Madrid, el mobiliario es retro, estilo vintage, incluye objetos decorativos pertenecientes al cineasta manchego y una copia de la obra La Primavera, de Julio Romero de Torres.
El conjunto es ecléctico y los muebles son icónicos del siglo XX. El mobiliario es funcional, aunque hay piezas importantes de diseño; la chimenea de mármol da una pincelada clásica a la estancia: un ambiente totalmente vintage.
Al igual que otros decorados del cine de Almodóvar el espacio es modernista, con toques kitsch; prevalece el rojo brillante que enmarca la pasión y el drama en juego, aunado a que es un color para asociar una historia que transcurre en España. Otros colores que se aprecian son: gris azulado, verde ceniza y durazno, con menor presencia se observa el blanco.
Janis se mueve por todo el centro de Madrid. Es fotógrafa profesional, y ello sirve de pretexto para mostrar otros espacios, como el Mercado de Barceló, considerado el primer supermercado en España; data de 1937 y ha tenido diversas remodelaciones que encuentran momentos clave en 1956 y en 2014.
Otras escenas ocurren en la Taberna Ángel Sierra, ubicada en la Plaza de Chueca, establecimiento con más de 100 años de antigüedad decorado con azulejos de La Cartuja de Sevilla. También aparece el Hotel Urso, edificio construido en 1915 y que antes albergó a la Compañía Papelera Española; es obra del arquitecto José María Mendoza Ussia.
Del Hotel Casa Suecia se utilizó el Hemingway Cocktail Bar, cuyo decorado se identifica con el “estilo americano” de la época de Ernest Hemingway, aunque en realidad lleva su nombre para recordar las extensas temporadas en que el escritor y periodista estadounidense se instaló en ese hotel.
En cuanto a los acontecimientos fuera de Madrid, de aspecto rural, donde prevalecen los revestimientos de azulejos en tonos azules y blancos, así como la preponderancia de la madera. Almodóvar recurrió a Torrelaguna, zona declarada Patrimonio Histórico y Artístico Nacional en el año de 1974. Alberga numerosos establecimientos de interés, como iglesias, plazas, monasterios y murallas medievales.
Torrelaguna es el sitio al que Janis recurre para una parada decisiva, pues ahí nació y fue criada por su abuela Cecilia, pero también es donde mataron a su abuelo junto con otros hombres opositores al régimen de Francisco Franco. El último deseo de Cecilia es que Janis logre exhumar los restos de su esposo y darle una digna sepultura; para ello, Janis recurre a la ayuda de un antropólogo forense.
Esta parte de la historia es una de las más sensibles y Pedro Almodóvar la aborda premeditadamente, no obstante saber el debate que ocasionaría, pues todavía en esta época muchos españoles se niegan a reconocer lo que verdaderamente sucedió durante la Guerra Civil española de 1936 a 1939, periodo en el que se consolidó el gobierno dictatorial de Francisco Franco y los abusos que perduraron muchos años después, hasta la muerte de “El Generalísimo” en 1975.
Cabe anotar que el interés de Almodóvar por este tema encuentra un ejercicio previo en el exitoso documental El silencio de otros (Almudena Carracedo, 2018), donde se sigue durante siete años la lucha de familiares de víctimas del régimen de Franco, cuyos cuerpos permanecen en fosas clandestinas.
Almodóvar retrata la historia de familiares que poco a poco y por su cuenta, formando agrupaciones o actuando en forma colectiva, lograron abrir la primera fosa común el 21 de octubre del 2000, en Priaranza del Bierzo, donde encontraron los restos de 13 personas, entre ellos los de Emilio Silva Faba, abuelo de Emilio Silva Barrera, titular de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
A Torrelaguna vuelve Janis a dar paz a su familia y a varias generaciones pasadas, presentes y futuras, como lo muestra Almodóvar de manera simbólica. Madres paralelas logra mostrar una memoria histórica donde, para que los muertos descansen en paz, se deben confrontar la verdad y los datos, el pasado desde el presente: honrando la memoria de las víctimas y la historia de España junto a la agenda política y el tejido social de la España democrática. Invita a la empatía emocional, sin dejar de lado la necesaria reparación del agravio histórico.
Sobre los premios y reconocimientos de esta película, baste señalar que fue seleccionada como la cinta inaugural de la 78 edición del Festival de Venecia. Estuvo nominada a los Oscar por Mejor Actriz y Mejor Banda Sonora; a los Globos de Oro por Mejor Banda Sonora Original y Mejor Película de Habla No Inglesa, en esta misma categoría en los BAFTA. En los Goya por Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Fotografía, Mejor Dirección Artística y Mejor Sonido.
* Licenciada en Arquitectura por la FES Acatlán. Maestra y Doctora en Arquitectura por la University College London.
RESPONSABLE DE PUBLICACIÓN:
PROFESOR NOVEL ALEJANDRO GONZÁLEZ OROZCO.
EDITOR DEL BOLETÍN INFORMATIVO CINEADICTOS,
DE LA COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN CULTURAL DE LA FES ACATLÁN.