Almudena Carracedo visitó la FES Acatlán
POR KAREN EDITH PONCE RAMÍREZ Y ROGELIO RAMÍREZ ARAMBURU *
Ambulante Gira de Documentales 2019 estuvo presente en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán y durante la proyección de El silencio de otros el equipo de CineAdictos tuvo la oportunidad de entrevistar a Almudena Carracedo, codirectora de este documental que ha obtenido el reconocimiento unánime de la crítica a nivel internacional.
Almudena Carracedo estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, donde realizó una tesis doctoral sobre el cine fronterizo. Continuó su formación en la Escuela de Teatro, Cine y Televisión en la Universidad de California, en Los Ángeles. Durante su estadía desarrolló múltiples proyectos como Welcome, a Docu-Journey of Impressions (2002) y Made in L.A. (2007), que narra la lucha de tres mujeres latinoamericanas inmigrantes que trabajan en talleres textiles de Los Ángeles, California.
Durante años, el género documental ha sido el estilo narrativo de Almudena Carracedo y esto se debe a que desde un principio se dedicó a grabar luchas sociales para una organización de mujeres inmigrantes en Los Ángeles y porque además intenta generar un cambio social con sus fimes.
“Algo que me parece muy apasionante de este género es que los protagonistas son reales y eso tiene un poder muy fuerte en la audiencia […] El poder seguir la transformación de los personajes durante varios años, es lo que más me apasiona”, comentó la cineasta.
Su proyecto más reciente es El silencio de otros (2018), el cual acompaña a las víctimas del franquismo que continúan buscando justicia hasta nuestros días. Este filme fue codirigido con el productor estadounidense Robert Bahar.
Cabe anotar que el franquismo representa una ideología política impuesta por Francisco Franco (1892-1975), quien a partir de la guerra civil en 1936 y hasta su muerte estableció valores conservadores o nacionalistas en contra del comunismo en España.
Este periodo se caracterizó por miedo generalizado, represión política y social, control ideológico y moral, pobreza, carencia de libertades y derechos humanos, el cual afectó a hombres, mujeres y niños por igual.
En 2010, cuando se empezó a conocer sobre los bebés robados durante el régimen, Almudena Carracedo y Robert Bahar decidieron contar el legado del franquismo y estando en España se encontraron con la querella argentina, un movimiento social que investiga los casos de las víctimas y fue ahí donde encontraron la idea y motivo central de su documental: la búsqueda de justicia.
“El documental es mi evolución como persona en relación a este tema […] Hubo algo dentro de mí que me dolía, que me llamaba. Como que tenía una cuenta pendiente con el pasado de mi propio país”, reveló Almudena Carracedo.
El proyecto fue filmado a lo largo de siete años, con un total de 450 horas grabadas; sin embargo, el verdadero reto inició cuando se seleccionó el material definitivo, pues en año y medio se eligió el montaje presentado en los 95 minutos que dura la película.
La realizadora define al proceso del rodaje de tres formas diferentes: una experiencia agradable, porque trabajó en equipo con Robert Bahar; también duro, debido a la búsqueda de recursos para financiar el proyecto y la creación de la película; pero también satisfactorio al terminarla y ver que sí funcionaba.
Como parte de la filmación, ambos productores colaboraron en la querella argentina; esto ayudó a que se acercaran a las víctimas y ellas se involucraran más con los cineastas, facilitando así su participación en pantalla.
“Comenzamos a colaborar con el movimiento de memoria histórica que estaba iniciando con la querella argentina, por tanto, ellos nos eligieron a nosotros igual que nosotros a ellos. Se estaban organizando y nosotros comenzamos a grabar a una serie de personas que estaba trabajando en ese proceso”, recordó.
El silencio de otros, con un estilo directo e intimista, se ha convertido en la voz más poderosa de los protagonistas, pues al ponerse delante de la cámara y contar estas historias, transmiten responsabilidad y generosidad, valores que los ha llevado a seguir luchando toda su vida.
Una de las historias que se presentan es la de María Martín, quien tenía seis años cuando la separaron de su madre, Faustina López. En 1936, junto con 27 hombres y tres mujeres, a Faustina se la llevaron por no tener el dinero que le habían pedido. Sus restos fueron enterrados en una fosa común bajo una carretera tras ser asesinada y María Martín falleció en 2014 sin poder recuperarlos.
Para Almudena Carracedo y Robert Bahar este documental significó todo un desafío y una gran responsabilidad, ya que no podían defraudar a toda la gente que colaboró con ellos.
“Cada uno de ellos tenía que representar algo grande. Desde el principio nosotros sabíamos que la película era más grande que nosotros, lo protagonistas también lo sabían. Esto simbolizaba algo más grande […] Están ahí representando a miles de personas y en homenaje a estas personas, no podíamos desfallecer”, declaró la también productora.
El silencio de otros se estrenó en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Berlín 2018, donde recibió el Premio del Público y el Premio de Cine por la Paz de la Fundación Heinrich Böll.
Ha recibido más de 30 premios a nivel nacional e internacional, incluyendo en 2019 el Premio Goya, el Premio Platino y el Premio Cinematográfico José María Forqué en la categoría a Mejor Película Documental.
“No esperábamos tan buen recibimiento; de hecho, cuando se inició con la película, todo el mundo decía ¿por qué hacen esto, si esto no le interesa a nadie?, pero lo bonito es que realmente sí le interesaba a mucha gente y no sólo a la gente en España sino a nivel internacional”, puntualizó Almudena Carracedo.
De igual forma, la Academia de Hollywood lo ha preseleccionó como uno de los 15 documentales en la shortlist para la nominación a Mejor Documental en la edición 91 de los Oscar.
Este filme se ha estrenado en 45 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Portugal, Brasil y Reino Unido, además de que ha participado en más de 100 festivales, incluyendo el festival mexicano Ambulante Gira de Documentales en la edición de 2019.
“Los reconocimientos son muy bonitos, […] ganar el Goya y el Platino, pero lo mejor es el reconocimiento de la gente, o sea, que a la audiencia le funcione, que le ayude a sentir, a pensar y entender. Generar una sensación dentro y decir tenemos que hacer algo. Ese es el verdadero premio”, expresó la cineasta.
A partir de su estreno ha sido bien recibida tanto por el público como por la crítica cinematográfica, ya que la gente conecta con la historia y con los protagonistas. Es por eso que utiliza al género documental, porque con esta herramienta puede conectarse con el corazón de la gente para observar este tipo de problemas, generando empatía y un cambio social.
Para Almudena Carracedo El silencio de otros ha significado el «gran monstruo» que ha comido su vida, ya que fue el proyecto que más tiempo le tomó realizar y terminar, además de que lo combinó con otra actividad: ella también es profesora de producción documental en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Alcalá enseña producción y dirección de documentales.
“Es difícil compaginar porque muchas veces hay que ir a grabar, pero tienes que dar clases o tienes que dar feedback a los cortes de las películas, pero es muy inspirador. Los estudiantes son muy inspiradores, tienen ideas nuevas y frescas. Es bonito cuando la gente tiene pasión por lo que hace, eso se contagia en las dos direcciones”.
Actualmente está dedicada completamente a la difusión del documental; sin embargo, adelantó que en el verano decidirá qué nuevo proyecto emprenderá.
Al finalizar la entrevista Almudena Carracedo dirigió un mensaje para toda la comunidad universitaria de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán:
“Mi consejo a las personas que trabajan en audiovisual o creando mensajes sociales a través del cine o del video, es la perseverancia, no aceptes un no por respuesta. Todo el mundo va a decir que no se puede, pero tú tienes que seguir luchando porque sí se puede, con mucho esfuerzo y sacrificio […] Estoy convencida de que los documentales pueden ayudar a transformar conciencias y pueden ser ese granito de arena que todos los días nos ayuda a ser mejores, sociedades más justas”.
* Karen Edith Ponce Ramírez y Rogelio Ramírez Aramburu realizan su Servicio Social en Promotoría Cultural.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en junio de 2019, edición 182 del boletín informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
POR ANGÉLICA MEJÍA RAMÍREZ *
Pocas películas de animación combinan de manera tan prolija el lenguaje cinematográfico, la cultura y el amor como Kimi no Na wa (Makoto Shinkai, 2016), conocida en México como Tu nombre.
Cuenta la historia de Taki, joven estudiante radicado en Tokio, y Mitsuha, muchacha originaria de una pequeña provincia cuya familia es de tradiciones muy arraigadas. Tienen una relación muy peculiar que se debe descubrir durante el filme, vinculada a la trayectoria de un cometa milenario que se acercará a la Tierra.
La cultura es el eje central de esta historia. La forma en que se presentan los distintos símbolos japoneses guía la trama y aunque se trata de una película muy exitosa, pues superó en taquilla al El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki y Kirk Wise, 2003), una de las más conocidas a nivel mundial, lo más destacable es la conexión que logró con el pueblo japonés.
Posee una gran carga de simbolismo sintoísta, religión nativa de Japón. Ejemplo de ello es la importancia que tiene en la historia el crepúsculo, ese momento del día en que se conocen el día y la noche, lo real y lo ficticio, lo conocido y lo desconocido, tiempo en el que la magia del filme sucede, pues la frontera entre el mundo de lo vivo y el hogar de los kami, figura que venera el sintoísmo, se difumina unos minutos.
Para el sintoísmo, cuando alguien muere el cuerpo se vuelve polvo, pero su espíritu se convierte en kami. La figura de los kami es relevante en la trama. Si bien estos seres, que han sido traducidos equivocadamente como “dioses”, no forman parte del conocimiento popular, para la población japonesa tradicional sí tiene sentido. Al resto de los espectadores los vuelve curiosos y los invita a empaparse de esta cultura, ya que incluso se han creado foros en línea para debatir sobre este tema.
Otro símbolo, probablemente el más conocido en occidente, es la cuerda roja del destino. La leyenda cuenta que los dioses atan una cuerda roja, invisible para los mortales, a las personas que están destinadas a encontrarse. El destino y el concepto de alma gemela son claves para los protagonistas de Tu nombre.
La banda sonora es una de las mejores del anime. A lo largo de la cinta se pueden escuchar piezas de cuerdas, piano y percusiones; unas con un enfoque religioso y otras de pop japonés a las que, si se pone atención, permiten esquematizar la trama.
Las canciones seleccionadas para Tu nombre encuadran, por sí solas, la historia; es decir, sirven para una narración musical, algo que muy probablemente identifiquen si se animan a ver esta película y ponen atención a la música. Seguramente lograrán una experiencia sensorial muy particular y que no es común con la mayoría de los largometrajes.
Sin duda se trata de una joya animada. Basta con ver unos cuantos fotogramas para observar el detalle con el que fueron dibujados los escenarios. Sombras, luces, colores, todo se integra en una excelente fotografía.
Además de destacados aspectos técnicos y carga simbólica, la historia que Makoto Shinkai cuenta es conmovedora; se trata de personajes carismáticos enmarcados por adecuados toques de comedia, giros inesperados que ganan para esta película una recomen-dación de “indispensable” y verla más de una vez.
* Angélica Mejía Ramírez realizó su Servicio Social en Promotoría Cultural.
Esta colaboración se publicó de manera impresa en mayo de 2019, edición 181 del boletín informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.