Yves Saint Laurent (2014), dirigida por Jalil Lespert, destacó en la escena internacional por ser una buena película biográfica sobre uno de los grandes diseñadores de la moda de alta costura y contar con las excelentes actuaciones de Pierre Niney, Guillaume Gallienne, Charlotte Le Bon, Laura Smet, Marie de Villepin, Xavier Lafitte y Nikolai Kinski. Estuvo nominada a siete premios César.
Ambientada a finales de los años 50, aborda una etapa en la vida del diseñador de origen argelino y su pareja por más de cinco décadas, el empresario Pierre Bergé, quienes lograron dar un nuevo impulso a la industria de la moda francesa y fundar una marca con alcances internacionales.
Para la filmación, que comenzó en Paris a mediados de 2013, se utilizaron 77 trajes originales de la colección Yves Saint Laurent, gracias a las facilidades de la fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent. Las locaciones no podrían ser otras que los escenarios originales en París, ciudad donde convergen los diseña-dores más destacados.
Resaltan las escenas en el Hotel Westin, antes conocido como Hotel Intercontinental, lugar donde Yves Saint Laurent mostró por vez primera una colección en solitario. Secuencias trascenden-tales ocurren en la calle Spontini y en la avenida Marcel Marceau, llamada así en honor al desaparecido mimo y actor.
En ese entorno se encuentra Le Grand Hôtel, el cual sirvió en este filme para una espectacular toma panorámica nocturna de la Ópera de París. Inaugurado en 1862 y enclavado en un jardín de invierno de 800 metros cuadrados, el edificio es la viva imagen del esplendor parisino, con el emblemático Café de la Paix a sus pies, así como el restaurante La Verrière. Cerca, en pleno distrito comercial, se localiza el estudio que ocupó Yves Saint Laurent, sitio de las batallas personales que enfrentó para crear sus magníficos desfiles de moda.
A la fecha se resguardan en este sitio 5 mil vestidos, mil modelos de gancho, 15 mil accesorios, así como 35 mil croquis. Este patrimonio es conservado bajo condiciones rigurosas de museología a una temperatura constante de 18 grados centígrados e hidrometría de 50 por ciento, entre otros requerimientos especiales.
Parte de la película se desarrolla en Marruecos, principalmente en el Jardín Majorelle, que enmarca la casa de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé en aquel país. El equipo de filmación tuvo acceso a zonas restringidas al público; gracias a ello, el espectador logra apreciar uno de los 50 jardines más bellos del mundo y está cerca de los lugares donde Yves huyó del estrés, exploró su creatividad y también dio rienda suelta a su desenfrenada vida sexual.
Enmarcado por paredes colores cobalto y azul, en este jardín prevalecen follaje exuberante, variantes de tonos de rosas, bugambilias, lilas de agua y cactus. Se le dio ese nombre en honor a Jacques Majorelle, pintor francés, hijo de Louis Majorelle, reconocido creador de muebles Art Nouveau. La casa es abundante en detalles, con un fino tratamiento de materiales tradicionales de Marruecos, como yeseras, mármol, pisos de cerámica y metal labrado en puertas arqueadas. No son pocas las razones por las que hoy en día esta residencia, convertida en museo, es uno de los mayores sitios de atracción turística.
Yves Saint Laurent se enamoró de los colores vibrantes, sofistica-dos diseños y arquitectura refinada de Marruecos. A finales de los años 70 el diseñador y Pierre Bergé adquirieron la Villa Oasis (originalmente llamada Bou Saf Saf) y la casa de huéspedes Dar es Saarda (que en árabe significa “La casa de la felicidad”). Encargaron a Bill Willis la decoración interior y Jacques Grange les apoyó en el diseño.
En el filme se pueden apreciar los magníficos pisos modelados en mármol y baldosas que conducen a los diferentes salones. Ahí se nota una mezcla de sofisticada elegancia internacional.
En publicaciones especializadas de arquitectura, Jacques Grange detalla el trabajo en el interior: tres temas orientalistas rigen la Villa Oasis. Del siglo XIX, el estilo Pierre Loti en el salón rojo y la biblioteca. El de la década de 1920 (como Marjorelle concibió originalmente la casa) y contemporáneo, a partir de los cuadros de Matisse.
Jalil Lespert logra plasmar en este filme los principales periodos creativos de Yves Saint Laurent, así como su pasión por la arquitectura, el interiorismo, el arte y la moda, especialidades que le sirvieron como fuente de inspiración para crear un estilo y legado de valor incalculables.
Esta colaboración se publicó junio de 2015, edición 144 del boletín informativo CINEADICTOS, de la Coordinación de Difusión Cultural de la FES Acatlán.
CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos.
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