Las personas no pueden distinguir cognitivamente entre una canción compuesta por un ser humano y una creada por inteligencia artificial. Ese es el resultado al que llegó Moisés Orozco Pacheco, alumno de Matemáticas Aplicadas y Computación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, al aplicar la prueba de Turing a un grupo de estudiantes de arte, a quienes hizo escuchar ambos tipos de composiciones mientras realizaban un test cognitivo.
El estudiante, quien cursó el séptimo semestre en Acatlán, plasmó estos y otros hallazgos en un artículo presentado en WITCOM 2022, foro internacional e interdisciplinario que convocó a estudiantes, científicos e integrantes del sector privado para compartir conocimientos sobre telemática y computación.
“Lo que yo intento responder en este artículo es lo siguiente: si la música generada por inteligencia artificial puede tener los mismos efectos que la música no generada por inteligencia artificial en un ambiente terapéutico como es la musicoterapia”, detalló el universitario, quien fue motivado a participar en este foro por el maestro Jacobo Gerardo González de León, profesor de MAC en el campus.
En entrevista, Orozco Pacheco comentó que para resolver esta pregunta realizó un doble análisis. La primera parte consistió en tomar música creada por un programa y analizar matemáticamente cuestiones como el espectro, la segunda es la mencionada prueba de Turing para ver si los participantes lograban identificar si la música es “proveniente de una computadora o de un ser humano”.
El resultado al que llegó el universitario es que la música sí es diferente estructuralmente, pues al analizar el sonido onda por onda encontró que todos los elementos cambiaban excepto uno: la forma en que los seres humanos escuchamos la música: “por lo tanto, cognitivamente no hay diferencia”.
El estudiante concluyó que se puede ver a la inteligencia artificial no como un fin, sino como un medio para “cosas muy buenas o muy malas, porque si entendemos que la música puede ser igual, sea proveniente o no de una computadora, entonces podemos crear cosas muy padres, como puede ser la musicoterapia, terapias de música donde las personas pueden relajarse, controlar algunos aspectos de su enfermedad … (pero) también podemos tener resultados destructivos, esta contraparte de crear música que claramente no ayuda a este bien colectivo”.
Orozco Pacheco también habló sobre la motivación de su trabajo. “Fue una pregunta existencial”, pues explicó que su madre, pedagoga de profesión, le preguntó por qué investigaba este tema y en ese momento no pudo contestar. La respuesta le llegó mientras miraba un álbum de fotografías familiares, donde encontró una imagen que despertó sus primeros recuerdos de la infancia.
“Escucho la voz de mi mamá cantando, la vibración de su pecho y mi papá (músico del conservatorio) tocando el piano”, rememoró el entrevistado, quien decidió iniciar con esta anécdota su discurso en el foro. “Matemáticas y música: es posible, se puede decir que este es mi sello, de alguna manera, es mi identidad”, resaltó el alumno de MAC.
El universitario aseguró ser el primer alumno de nuestro campus en participar en WITCOM 2022, congreso que en su 11° edición se realizó en Cancún, Quintana Roo, y fue convocado por la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas y la Escuela Superior de Cómputo, ambas del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad de Quintana Roo y la FES Acatlán, entre otras entidades académicas.
“Yo soy de la UNAM, yo soy de la FES (Acatlán) y me enorgullezco de representarla”, expresó sobre lo que significó participar en esta experiencia, una de sus satisfacciones: haber presentado un tema que se distinguió dentro de este espacio.
De igual forma, el alumno resaltó que estudiar la licenciatura en MAC en nuestro campus le ha permitido estar en contacto con la cultura, asistir a conciertos, obras de teatro y talleres de música y pintura. “Siento que, al ser interdisciplinaria, la FES Acatlán tiene esta apertura a muchos eventos y áreas, eso nos hace únicos en nuestra especie”, acotó el entrevistado.
Por último, Orozco Pacheco invitó a sus colegas universitarios a abrir sus horizontes y ampliar sus límites para que puedan visualizar los problemas que enfrentan día a día como matemáticos, “pero no solamente desde las matemáticas, sino desde las humanidades, porque ese es nuestro sello de la UNAM, nuestro sello de la FES Acatlán y qué mejor que aportemos a otras instituciones de esta manera”, concluyó.
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