Elena Poniatowska cautivó en su visita a la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de tal forma que los asistentes al Teatro Javier Barros Sierra no perdieron detalle de los comentarios y las anécdotas que la escritora compartió en el Conversatorio magistral sobre el movimiento estudiantil del 68, con María Fernanda Campa Uranga, sobreviviente del 2 de octubre, esposa de Raúl Álvarez Garín e hija de Valentín Campa, figura señera del sindicato ferrocarrilero.

Previo al Conversatorio magisterial, la escritora Elena Poniatowska sostuvo una charla con el Doctor Manuel Martínez Justo, Director de la FES Acatlán, en la Sala de Arte Emma Rizo, sitio en donde el doctor Martínez Justo agradeció a la escritora la visita a nuestro campus.

Al tiempo de indicar que no fue participante en muchas de las actividades estudiantiles, Elena Poniatowska se confesó admiradora del Movimiento de 1968. Entre los actos más vívidos que recuerda está La marcha del silencio, donde “lo único que se oían eran los pasos de la gente; los jóvenes se pusieron tela adhesiva tapándose todos la boca”.

Frente a un teatro atiborrado de alumnos, profesores y público en general, la autora de La noche de Tlatelolco sostuvo que “lo que nos dejó aterrados no sólo a los mexicanos, que finalmente lo supimos después que los extranjeros, fue que en México hubo una masacre, y que un presidente de la República diera la orden de mandar tanques y soldados a un mitin estudiantil, rodearlos ahí totalmente y comenzara a disparar”.

Por su parte, la geóloga Campa Uranga, la Chata, estableció que “el 68 no salió de la nada, salió de una serie de elementos en la evolución sociopolítica del país, previamente al conflicto de lo que se llamó movimiento estudiantil, las cárceles estaban con muchos presos. Durante todo el siglo XX el charrismo sindical era lo único que podía existir en el país y los trabajadores no podían ser libres”.

La esposa de Raúl Álvarez Garín habló acerca de la prisión domiciliaria de quien fuera secretario de Gobernación: “Luis Echeverría permaneció dos años y medio por estar indiciado por el caso Tlatelolco, no ha sido exonerado y puede ser sentenciado como responsable de genocidio; obtuvo su libertad sólo en forma condicional por viejo, lo cual es ilegal, porque el genocidio no prescribe nunca”, apuntó.

En la charla con los asistentes, Elena Poniatowska aseguró que “nunca había venido aquí a la FES Acatlán; quiero felicitarlos por tener una universidad tan bella, tan luminosa. Entré y dije, pues qué es esto, es el castillo de Chapultepec. Yo no me lo esperaba, pensé que iba a estar en una salita muy furricita, que íbamos a estar platicando con unas 15 personas”.

Finalmente, Campa Uranga estaba fascinada al ver ocupadas todas las butacas del Teatro Javier Barros Sierra, y rememoró que “lo conocí en las marchas del 68, en un momento terrible del país, con enorme represión, Javier Barros Sierra fue un ejemplo, un ser verdaderamente excepcional, además de gran valor”, dijo.