• A 10 años de partir, Acatlán presenta la exposición de la artista Nancy Van Overveldt, quien plasmó en sus lienzos la fiesta, los colores y la naturaleza de nuestro país
El trabajo artístico de Nancy Van Overveldt establece un puente entre México y los Países Bajos, reflejando la esencia de ambas culturas, señaló el embajador Wilfred Mohr, representante del Reino de los Países Bajos en México, al inaugurar la exposición Nancy Van Overveldt… a diez años de su partida. Una mirada de sueños y colores, en la Sala de Arte Javier Barros Sierra del Centro Cultural Acatlán.
El embajador explicó que la artista neerlandesa inició actividades artísticas en su país natal, después (en 1952) se mudó a México, donde “encontró en este maravilloso país una nueva fuente de inspiración”. Mohr relató que, en los 25 años que vivió aquí, Nancy convivió con artistas contemporáneos mexicanos: Rufino Tamayo, Diego Rivera, Ángela Gurría y Mathias Goeritz, quien la impulsó para lograr la primera exposición en el Palacio de Bellas Artes en 1966.
“Nancy es una pintora que amó México”, expresó la maestra Tiahoga Ruge Sheffer, antropóloga e hija de la artista plástica, quien agradeció a la FES Acatlán la oportunidad de mostrar la obra de su madre a la comunidad universitaria. “Esta colaboración siempre es una oportunidad de abrir puentes de amistad, de colaboración, del corazón y del arte”, dijo la también cineasta al destacar que la exposición fue un trabajo colectivo.
Por lo anterior, agradeció el apoyo del Salón de la Plástica Mexicana, la Embajada del Reino de los Países Bajos y la Asociación Cultural Neerlandesa, pues esta muestra ayuda a cumplir la misión de la Fundación Nancy Van Overveldt: promover el arte entre los jóvenes.
La maestra Nora Goris Mayans, Directora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, destacó que la exposición rinde homenaje a la memoria y legado de una artista excepcional, en el décimo aniversario de su partida. “A través de su mirada única, Nancy nos mostró, con una paleta vibrante de colores y formas, la profunda conexión que estableció con la naturaleza y con los elementos fundamentales de nuestra vida”, subrayó.
Goris Mayans agradeció la presencia del embajador, así como el apoyo en la preservación y difusión de la obra de Nancy Van Overveldt, lo cual recuerda la importancia de la colaboración internacional en la creación de lazos culturales.
“Nancy Van Overveldt vivió la oscuridad de la posguerra y descubrió en nuestro país un territorio lleno de luz, color, danza, alegría y música que cristalizó en cada una de sus obras”, detalló la doctora Lucía Elena Acosta Ugalde, coordinadora del Centro de Difusión Cultural de la Facultad durante la participación.
La artista neerlandesa fue la primera pintora de esa nacionalidad que logró adentrarse en el ambiente cultural de México de mediados del siglo XX, además, su obra tiene relación estrecha con la naturaleza, sin pasar por alto el tema de la fiesta mexicana, en especial la isla de Janitzio, en Michoacán. “Aceptemos la invitación de Nancy para vivir los sueños y empaparnos de colores”, dijo Acosta Ugalde al invitar al público a visitar los 27 lienzos que conforman la exposición.
En la inauguración también estuvieron presentes Rudolf Buitelaar, presidente de la Asociación Cultural Neerlandesa; la doctora Ericka Judith Arias Guzmán, secretaria General Académica del campus; la doctora Claudia Márquez Díaz, secretaria de Extensión Universitaria y Vinculación Institucional; y la maestra Cecilia Santacruz, directora del Salón de la Plástica Mexicana.