• La comunidad de la FES Acatlán, unida contra ese flagelo
Más de 200 personas, encabezadas por la Directora, Maestra Nora Goris Mayans, participaron en el Lazo Humano de color naranja en el Estadio de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, como parte de las actividades del 25N-UNAM Libre de Violencia contra las Mujeres.
El Lazo Humano incluyó fotografía aérea captada con dron operado por personal de la Coordinación de Comunicación Social.
Goris Mayans agradeció al Programa de Comunicación por la organización del evento y llamó a compartir con el alumnado esta y todas las actividades e iniciativas que promuevan una vida libre de violencia contra las mujeres.
La jefa del Departamento de Atención a la Comunidad Estudiantil, licenciada Juana Mercado Alcántara, destacó la importancia de identificar los niveles de violencia contra las mujeres que no es únicamente física, pues hay muchas formas que tristemente se han normalizado.
Afirmó que la Defensoría de Derechos Universitarios es la única instancia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que atiende y da seguimiento a casos de ese tipo y ofrece apoyo de psicólogas, y abogadas con perspectiva de género para acompañar a las personas que hayan vivido algún tipo de violencia.
Quienes estén en una situación de esa índole, pueden acercarse a los dos módulos del plantel: en la planta baja del edificio A9, y la planta baja y edificio A11, planta baja, detalló Mercado Alcántara.
La jefa de la Sección de Géneros y Medios, maestra Dulce Itzel Noguez Monroy, explicó en entrevista que la iniciativa del Lazo Humano tuvo el objetivo de sensibilizar sobre la violencia contra las mujeres más allá de las aulas, no obstante la importancia de las conferencias, y brindan información valiosa, es útil llevar esa concientización a otros niveles.
La idea, enfatizó: demostrar que somos una comunidad, tener una participación más activa, más allá de ser solo espectadores, de ahí la idea de convocar a la comunidad a portar prendas de color naranja y formar parte del Lazo Humano, además de convivir y difundir una causa noble.
Noguez Monroy destacó que la suma de esfuerzos hizo realidad la idea surgida en el grupo de cinco personas, en la que participó con entusiasmo toda la comunidad del campus.
El Lazo Humano implicó poco más de un mes de trabajo previo, cuyo reto mayor radicó en la ignorancia de organizar y difundir una iniciativa de esa naturaleza, indagar sobre los requerimientos para hacer las fotografías aéreas, “colaboramos para la compra de playeras de color naranja”.
El reto final, abundó, “darnos cuenta que algo que imaginábamos más pequeño creció y contamos con el apoyo adicional de funcionarios, así como del grupo de 10 personas que de forma desinteresada se sumó para organizar a las y los participantes y que con ello el Lazo Humano resultara un éxito”.