Cine Adictos

Archivo para junio, 2025:

POR BLANCA ISELA VÁZQUEZ ÁNGELES *

¿Desde cuándo existe el racismo? ¿Cómo se ha perpetuado y legitimado en la sociedad estadounidense y en otros países? ¿Es igual al sistema de castas?

Estas y otras interrogantes se van desentrañando a lo largo de película Origen (Origin, Ava DuVernay, EU, 2023, 130 minutos), basada en el libro Casta: el origen que nos divide, de la periodista Isabel Wilkerson, publicado en 2020 por la editorial Random House.

De la autora del libro debe señalarse que fue la primera mujer afroamericana en ganar el premio Pulitzer de periodismo en 1994, mientras era jefa de la oficina en Chicago de The New York Times y fue reconocida por su cobertura de las inundaciones en Medio Oriente.

Respecto a la versión cinematográfica, se trata de un drama dirigido por la reconocida Ava DuVernay quien, en la primera escena, muestra la secuencia de un chico de color caminando por la noche en un barrio de gente blanca y minutos después es asesinado de manera brutal, aparentemente sin motivo.

La protagonista es Isabel Wilkerson (interpretada por Aunianue Ellis-Taylor), quien atiende la petición de su antiguo jefe para llevar a cabo una investigación que permita comprender la muerte de Trevor Martin. La respuesta se encamina a un asesinato por motivos raciales, aunque Isabel, como experta periodista, se cuestiona: ¿por qué todo redunda en un tema racista?

Las investigaciones de Isabel Wilkerson sirven de eje para llevar al público por un viaje en el tiempo, a ciudades de Alemania, India y Estados Unidos. En la Alemania de 1935 se muestra la decadencia y corrupción moral, el partidoNazi crea un odio hacia a los judíos y les quita parte de su humanidad. ¿Y cómo lo logra? Creando la endogamia (donde judíos y alemanes no se relacionen como parejas; prohíben el sentido de la empatía).

Durante ese pasaje queda claro que al proyecto Nazi no le interesaba la jerarquización, sino la aniquilación de los judíos, creyendo de esa manera que ellos serían la raza “suprema”.

En el viaje a la India Wilkerson encuentra a dos profesores que le muestran el caos de la ciudad y van describiendo el sistema de castas que ha perdurado hasta nuestros días y del cual no hay manera de escapar. En esta jerarquización los Dalits, que son los limpiadores de cloacas o los “intocables”, es el grupo más vulnerable, los invisibles de la sociedad hindú.

Estados Unidos sirve para regresar al tiempo donde una pareja de afroamericanos con profesión de antropólogos se sumerge en una comunidad de gente de color, mientras sus compañeros “blancos” (otra pareja de la misma profesión) recaban información de cómo se segregaba a los negros.

Como público, durante el desarrollo de esta historia somos testigos de cómo la comunidad negra estuvo subyugada, humillada por 246 años de esclavitud y aún después de ser abolida fueron menospreciados y tratados como si fueran lo peor.

Un ejemplo es la escena de un niño de color a quien no le permitieron entrar a una piscina junto con sus compañeros de equipo de beisbol por considerar que podía infectar la alberca.

Todo este rompecabezas visual contribuye a reconstruir el argumento que ha perdurado hasta hoy. Países que se construyeron con el esfuerzo de inmigrantes, llamados “multiculturales”, son los que presentan el índice más alto de racismo. El sentido de propiedad, el temor a que te arrebaten el trabajo o te mezcles con “su gente” propicia un ambiente de odio y, con ello, de continuo racismo.

El tema principal de esta película es una historia negra que permanece guardada en el sótano y que nadie quiere asomarse a arreglar.

  • * Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva. Profesora de asignatura en el Colegio de Bachilleres.
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POR DANIEL MAURICIO RAMÍREZ MALDONADO *

En el vasto mundo de la animación japonesa algunos títulos trascienden épocas y generaciones, no importando si su estreno ocurrió antes del nacimiento de muchos de sus espectadores o si la estética corresponde a la era analógica, cuando las posibilidades de edición y de efectos especiales eran, por decirlo de algún modo, limitados, lo cual obligaba a inventar procedimientos que permitieran los resultados deseados. No obstante que la historias retraten mundos cultural o artísticamente distantes, son capaces de seguir atrapando nuevos admiradores que se enamoran de ellas.

Sin duda, una de ellas es La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, Japón, 1997, 133 minutos): obra maestra capaz de transportarnos a un universo mágico, pleno de encanto y complejidad. Se centra en ambientar la época del periodo Muromachi, de 1392 a 1573, cuando el príncipe Ashitaka enfrenta una maldición que lo obliga a abandonar su pueblo y buscar en un bosque lejano la solución a su maleficio.

Al llegar al sitio donde el joven noble busca la cura para la maldición que contrajo al enfrentar al Dios Jabalí, descubre que en aquel lugar prevalecen las hostilidades: los habitantes espirituales del bosque y los animales, con ayuda de San, luchan por conservar la naturaleza intacta, se ven amenazados por Lady Eboshi, quien pretende destruir grandes bosques para extraer hierro y construir armas de fuego.

San es la princesa Mononoke y es la figura central; ha vivido entre lobos desde que sus padres la abandonaron. Su personalidad es práctica, lógica e independiente; enlaza lo que sucede entre los espíritus del bosque, los kodamas y los habitantes de la ciudad de hierro, población inmersa en la industrialización y conducida, principalmente, por mujeres rescatadas de historias de abuso y abandono.

Los personajes de La princesa Mononoke son complejos y multifacéticos; San y Ashitaka ofrecen varias capas de profundidad, con sus viajes de autodescubrimiento y conflictos emocionales enriquecen la narrativa. La película no sólo presenta una lucha física, sino también una exploración emocional y espiritual; cada una de las partes hace cosas buenas y malas; no hay buenos o malos, héroes o villanos, es la vida abriéndose paso con sus propias reglas de equilibrio ante problemas complejos; posiblemente las soluciones no nos complazcan, debido a nuestros prejuicios.

De este filme es obligado recapacitar sobre el cuidado en los detalles de la animación, en los movimientos de los personajes. Por ejemplo, cuando Ashitaka se agacha para tomar un poco de agua del río, antes de hacerlo se arremanga, un aspecto que se pudo omitir, pero para el director fue importante humanizar este momento. Si observamos con detenimiento seguramente obtendremos abundantes referencias de la labor de un animé dibujado a mano, artesanal, podría decirse.

Para este relato épico ambientado en el Japón feudal, donde dioses y naturaleza entran en conflicto por la incorporación de la industrialización, fue fundamental una memorable banda sonora y para ello Joe Hisaishi creo temas orquestales intensos y emotivos, los cuales se quedan en la mente del público espectador.

A diferencia de lo que muchas veces se puede esperar del cine de animación, sobre todo en occidente, esta no es una película para niños, jóvenes y adultos la reciben mejor porque se identifican con los temas expuestos, especialmente con el aspecto ambientalista, pues muestra que la destrucción de los humanos no ha sido por maldad; es algo más complejo, pues sin esta intervención no se habría dado el desarrollo del que hoy nos beneficiamos.

En esta cinta Miyazaki aborda la dualidad entre la naturaleza y la industrialización, explorando las formas en que los humanos afectan su entorno; invita a la reflexión sobre la coexistencia entre el progreso y la preservación de los entornos naturales, así como el respeto a la vida animal.

El castillo en el cielo

En la misma línea está El castillo en el cielo (Hayao Miyazaki, Japón, 1986, 124 minutos), considerado el primer filme creado por Miyazaki en Studio Ghibli, empresa que contribuyó a fundar en 1985. Relata la historia de Sheeta, una niña que, luego de ser retenida por agentes del gobierno, misteriosamente cae del cielo y es rescatada por Pazu, un pequeño que vive en el campo y le ayuda a escapar de sus captores. Entre los dos prevalecen amabilidad y ternura, lo que da paso a la confianza, al cariño y la nobleza; con estos valores logran imponerse a la adversidad.

Los dos pequeños se ven envueltos en una serie de aventuras para llegar al reino perdido, La Fortaleza Celeste, isla flotante en el cielo creada por una raza que tiempo atrás despareció de la Tierra; para ir ahí es necesario elevarse en aeronaves que, además de útiles, son espectaculares: resultan en un derroche de creatividad surgida de la mente del director y las de los dibujantes que le asistieron.

Esta es una historia para público de todas las edades, con el relato de aspectos negativos de la conducta humana en su afán por hacerse del poder, de dar con el dominio que permita gobernar el mundo y corromper a otros al punto de llevarlos a su destrucción. Al verla resulta fácil comprender la dualidad de la humanidad, capaz de crear armonía con la naturaleza y, en contraparte, fabricar armas de destrucción masiva, máquinas que son capaces de generar caos y dolor. Es un mensaje antibélico y ecológico recurrente en las películas de Miyazaki.

Se trata de un filme que mantiene un ritmo y un pulso justificados por las aventuras de los protagonistas. Tiene semejanza con el estilo de los dibujos animados o de las historietas del Manga, con personajes que tienen ojos muy grandes y bocas pequeñas que pueden acrecentarse al tamaño de su cara si gritan o se ríen a carcajadas.

Evita tanto la ubicación temporal como geográfica; se inspira en aspectos de la cultura minera y estuvo influida por hechos históricos ocurridos en la gran huelga en Reino Unido de 1984 a 1985. No es casualidad que Sheeta lleve en el cuello un cristal, de origen mineral, que le permite flotar y por ello la persigue un grupo de hombres malvados interesados en quitárselo, para desbloquear sus poderes ocultos.

Piratas del cielo, un villano irredimible, escenas que parecen salidas de cuentos de hadas, ruinas de antiguas civilizaciones, tecnología futurista, narrativa que mezcla magia y tecnología, han dejado una impresión duradera. Sus personajes son entrañables y los lugares que muestra siguen evocando asombro y admiración, debido a su poder para despertar la imaginación.

El castillo en el cielo ha sido catalogada como una joya de la animación japonesa por su diseño visual. Una experiencia que nos transporta a un mundo lleno de maravillas y emociones. La combinación de una narrativa cautivadora, personajes inolvidables y un trabajo asombroso hace que esta obra sea un testimonio del genio creativo de Hayao Miyazaki y el impacto duradero del Studio Ghibli en el corazón de la animación. Sigue siendo una joya preciada que resuena con la imaginación de aquellos que se aventuran a explorar sus cielos etéreos y su encanto inolvidable.

Del director Hayao Miyazaki (Tokio, Japón, 1941), recordemos que es un cineasta muy conocido a nivel global debido a su capacidad para tejer historias reflexivas, crear escenarios donde los espectadores se sumergen en luchas que implican a la conexión de lo natural con lo sobrenatural. Como realizador ofrece una estética única que ha logrado cautivar a audiencias de todo el mundo.

A lo largo de su carrera, Miyazaki ha sido aclamado por fusionar la fantasía con temas relevantes; de centrarse en el ambientalismo y en la ética con la que se ha conducido la humanidad, eso sí, con una estética y sensibilidad únicas.

La imaginación de Hayao Miyazaki supera a la de muchos directores contemporáneos; con argumentos que pueden parecer básicos o muy sencillos ha creado obras de arte. Tema aparte es el hecho de que durante años ha tenido gran impacto en occidente debido al apoyo de Disney para distribuir sus películas. Su riqueza narrativa, la inclusión de personajes memorables y animación visualmente deslumbrante le permiten estar vigente con estos y muchos otros títulos.

Sea esta una invitación a consultar, revisar y, si es el caso, ver por primera vez las películas de Miyasaki.

* Estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales por la FES Acatlán.
Integrante del Programa “Acatlán Contigo” (Promotoría Cultural) 2024-1.

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Creo que el público se siente demasiado cómodo
y familiarizado con las películas actuales.
Creen todo lo que oyen y ven. Me gusta sacudir eso.

Christopher Nolan

POR MARÍA ANDREA CARDOSO MORALES *

Entre los directores de cine reconocidos a nivel internacional por su enfoque innovador, atención meticulosa al detalle y habilidad para combinar la narrativa compleja con el atractivo comercial, destaca Christopher Nolan quien, sin duda, a partir de volverse famoso con Memento, en el año 2000, ha dejado su propia marca en el mundo del cine, y es reconocido como uno de los directores más influyentes y aclamados.

Nació en Londres el 30 de julio de 1970; hijo de un publicista británico y de una sobrecargo y profesora estadounidense, por cuyas actividades profesionales le llevaron a crecer en un ambiente que fomentó la creatividad desde temprana edad. Es el segundo de tres hermanos y juntos pasaron parte de su infancia entre Londres y Chicago, lo que dio a Christopher Nolan una perspectiva multicultural que ha influido en su obra e incluso en la vida profesional de su hermano menor, Jonathan, que también es cineasta y con quien ha compartido varios proyectos.

Desde joven demostró interés por el cine. A la edad de siete años comenzó a experimentar con una cámara Super 8, filmando historias cortas protagonizadas por sus juguetes. Su fascinación por la narración visual continuó durante los años que pasó en la University College of London, donde estudió Literatura Inglesa, aunque pasaba gran parte de su tiempo en el Departamento de Cine, donde llegó a ser presidente del cineclub. En ese campus desarrolló su estilo cinematográfico tan característico y conoció a Emma Thomas, su esposa y productora habitual. Ambos se graduaron en 1993.

Los primeros trabajos profesionales de Christopher Nolan en la industria cinematográfica estuvieron enfocados en la creación de anuncios publicitarios y como operador de cámara, al tiempo que desarrolló ejercicios personales en diversos cortometrajes.

Debutó como director con Following (Reino Unido, 1998, 69 minutos), película independiente de bajo presupuesto que capturó la atención de la crítica por su estructura narrativa no lineal y estilo minimalista. La filmó en 16 milímetros, en blanco y negro, con recursos limitados, durante los fines de semana e incluyó a actores no profesionales; con esta obra inicial estableció muchas de las técnicas y temas que desarrollaría en trabajos posteriores, como la obsesiva exploración de la percepción y el tiempo. Este fue solamente el comienzo de una carrera que redefinió los estándares de la narrativa cinematográfica.

Memento lo catapultó a la fama en el año 2000. Este filme se basa en un relato corto escrito por su hermano Jonathan y cuenta la historia de Leonard Shelby, investigador de una agencia de seguros que padece amnesia anterógrada, causada por un golpe que recibió en la cabeza al intentar salvar a su mujer de un ataque que la mató; el eje central de la historia es la venganza de Leonard por la muerte de su esposa, pero a partir de los recuerdos que construye con imágenes de una cámara instantánea y una serie de notas tatuadas en su cuerpo.

Lo que distingue a Memento es su estructura narrativa, que se presenta en dos líneas temporales, una en orden cronológico inverso y la otra de forma cronológica. Este enfoque innovador obliga a los espectadores a cuestionar la naturaleza de la memoria y la percepción. Se trata de una realización que desafía las convenciones tradicionales de la narrativa.

Memento es ejemplo de una producción con bajo presupuesto que, en contraparte, logró el éxito comercial y obtuvo la aprobación de la crítica especializada. Por su calidad fue nominada a los Oscar en 2002 por Mejor Guion Original y Mejor Montaje, consolidando a Christopher Nolan como una voz distintiva en el cine moderno. Esta película se ha convertido en un referente en los estudios de narrativa cinematográfica, siendo motivo de diferentes análisis en universidades y escuelas de cine de diversas latitudes.

De 2005 a 2012 Christopher Nolan se enfocó en revitalizar el género de superhéroes con su trilogía de The Dark Knight, que se conoce en México como Batman: El Caballero de la Noche. La primera entrega, Batman Begins (Batman inicia, EU, 2005, 140 minutos), exploró los orígenes del personaje con una profundidad psicológica que no se había visto antes en películas de superhéroes. Al redefinir a Bruce Wayne como un hombre atormentado por sus traumas y motivaciones complejas. Con su trabajo de dirección cinematográfica atrajo a público, tanto crítico como general.

The Dark Knight (Batman: El Caballero de la Noche, EU, 2008, 152 minutos), la segunda entrega, fue un éxito rotundo, recaudó más de mil millones de dólares en taquilla y ganó elogios universales. La interpretación de Heath Ledger como el Joker se convirtió en legendaria, otorgándole un Oscar póstumo y estableció un nuevo estándar para los villanos en el cine. En esta película mezcla elementos de thriller, acción y drama; aborda temas como el caos, la corrupción y el sacrificio moral.

Cabe agregar que este filme ha merecido múltiples análisis de especialistas de cine y de conducta humana. A la fecha sigue apasionando a los amantes de este género, ya que el personaje de Batman enfrenta en el Joker a los oscuros reflejos de su propia personalidad; el Joker sigue siendo el villano, pero Batman no sale bien librado como héroe por sus actos en pro de hacer justicia.

Es una cinta cargada de temores que dejaban huella, debido a que los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 aún estaban muy presentes en la memoria del público, con actos de terrorismo que podían afectar a cualquiera por motivos aparentemente incomprensibles. El Joker de Heath Ledger, por la interpretación y por la manera en que da vida a ese anti-Batman, legó al antagonista por excelencia.

La trilogía culmina con The Dark Knight Rises (Batman: El Caballero de la Noche asciende, 2012), una película que cerró la saga con un enfoque en la redención y la herencia del superhéroe. La trilogía marcó un hito, demostrando que las cintas de superhéroes podían combinar narrativas profundas con un atractivo comercial masivo. Además, esta serie estableció un nuevo estándar para el género, influenciando a cineastas y reconfigurando las expectativas del público hacia estas producciones.

Nolan exploró los límites de la mente humana y la percepción de la realidad en Inception (El origen, EU, 2010, 148 minutos), donde Leonardo DiCaprio tiene el rol protagónico. Sigue a un grupo de “extractores” que se infiltran en los sueños de las personas para robar secretos. La trama gira en torno a un último encargo que, de tener éxito, permitirá al personaje de DiCaprio, Dom Cobb, regresar a casa con sus hijos. La causa de que Inception fuese considerada como revolucionaria, al cerrar la primera década de este siglo, fue su narrativa de sueños dentro de sueños, cada uno con sus propias reglas de tiempo y gravedad.

Christopher Nolan cautivó al público con efectos visuales calificados como espectaculares y la crítica reconoció su innovador enfoque narrativo. A nivel técnico, eligió el trabajo de diseñadores que desarrollaron efectos capaces de crear un mundo visualmente impresionante, sin depender exclusivamente de las imágenes creadas por computadora. El éxito de Inception reafirmó su capacidad como director para equilibrar narrativas complejas para las grandes masas. Ganó cuatro premios Oscar y dejó como legado una de las obras más influyentes del cine moderno.

En Interstellar (EU, 2014, 169 minutos) llevó su narrativa cinematográfica al espacio, explorando temas como; el amor, sacrificio y supervivencia de la humanidad. La historia sigue a un grupo de astronautas que viajan a través de un agujero de gusano en busca de un nuevo hogar para la humanidad, mientras la Tierra enfrenta una crisis ambiental. Colaborando con el físico teórico Kip Thorne, Christopher Nolan integró conceptos científicos reales, como la relatividad del tiempo y los agujeros negros, en una narrativa emocionalmente resonante.

La imagen del agujero negro, Gargantúa, marcó un hito en la representación científica en el cine. Con una partitura inolvidable de Hans Zimmer y efectos visuales que dejaron a la audiencia sin aliento, Interstellar es más que una película; es una experiencia cinematográfica que, en la época de su estreno provocó discusiones sobre la naturaleza del tiempo y la conexión humana. Destaca por su capacidad de equilibrar la ciencia rigurosa con una narrativa emocional, con ello Nolan consolidó su reputación como cineasta visionario.

Oppenheimer (EU, 2023, 180 minutos), su más reciente filme, se centra en la vida de J. Robert Oppenheimer, llamado el “padre de la bomba atómica”. Se trata de un drama histórico dedicado a examinar las complejidades morales, éticas y personales que rodearon la creación del arma nuclear. Basada en la biografía American Prometheus, la película combina narrativa biográfica con reflexión filosófica y explora los dilemas de la responsabilidad científica y las consecuencias de la innovación tecnológica.

Protagonizada por Cillian Murphy y con un elenco que incluye a Emily Blunt, Matt Damon y Robert Downey Jr., Oppenheimer ha sido elogiada por su profundidad emocional y enfoque técnico meticuloso. Christopher Nolan utilizó cámaras IMAX para capturar la intensidad visual y emocional de la película, destacándose especialmente en la representación de la primera prueba nuclear.

Hablar de Christopher Nolan es referirse a un realizador que ha aportado nuevo significado a ser cineasta en el siglo XXI. Al ver sus obras siempre pongamos atención en su capacidad para equilibrar la complejidad narrativa con los requerimientos comerciales de las grandes productoras, interesadas más en las ganancias que en los aspectos artísticos o en experiencias cinematográficas inmersivas.

Distingamos su enfoque en temas filosóficos y su habilidad para desafiar las percepciones del tiempo y la realidad, que han influido en una nueva generación de directores. Películas como Memento, Inception e Interstellar han elevado el nivel de lo que el cine puede lograr en términos artísticos y técnicos.

Nolan es un director que ha demostrado que las películas inteligentes pueden tener éxito comercial. Sus filmes han recaudado miles de millones de dólares en taquilla y han sido distinguido con múltiples reconocimientos, pero su mayor contribución es la capacidad para unir a audiencias de todo el mundo en una experiencia compartida que combina el entretenimiento con la reflexión.

Christopher Nolan no es solamente un director, es un contador de historias, innovador y visionario, cuyo impacto seguirá influyendo en el cine durante décadas.

  • Estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la FES Acatlán. Integrante del Programa “Acatlán Contigo” (Promotoría Cultural) 2025-1.
Categoría(s): Sin categoría, TRAYECTORIAS

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CineAdictos, publicación periódica de la Coordinación de Difusión Cultural, nació en noviembre de 2000. Incluye reseñas de películas, trayectorias de actores, directores, críticas, comentarios sobre los principales festivales, entrevistas, avances técnicos y aspectos de los distintos géneros cinematográficos. El material impreso se distribuye entre la comunidad de la FES Acatlán; a partir del semestre 2015-II extiende sus alcances con el blog de CineAdictos. Espacio abierto a los interesados en la divulgación del séptimo arte.

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