• Especialistas advierten la disminución de la confianza en la región pese a la mejora en la calidad de las elecciones
La doctora Amalia Pulido Gómez, consejera presidenta del Instituto Electoral del Estado de México, y la doctora Flavia Freidenberg, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), participaron en la mesa magistral La Democracia en América Latina.
Pulido Gómez señaló que la confianza en la democracia ha disminuido en la región, pasando del 70 por ciento en 2008 al 59 por ciento en 2024, de acuerdo a los datos recabados para una investigación en la materia.
La consejera indicó que varios factores contribuyen al debilitamiento de la democracia en América Latina, como la falta de la cultura cívica, la desigualdad económica, el deterioro institucional, la inseguridad y la violencia.
Pulido Gómez encontró que, aunque no es un fenómeno unifactorial, la confianza en las elecciones es el elemento más consistente y con el mayor impacto en el apoyo a la democracia, de ahí la importancia de los organismos autónomos electorales en la región.
Una de las conclusiones fue que, paradójicamente, la participación ciudadana aumentó en la zona, pero disminuyó la confianza en la democracia, además, la violencia no parece ser un factor decisivo constante en la falta o no de apoyo.
Durante su participación, la doctora Flavia Freidenberg, del IIJ, definió la democracia como el concepto multifactorial con cinco dimensiones: electoral, liberal, participativa, deliberativa e igualitaria. La investigadora explicó que ha centrado su atención en las dos primeras dimensiones, de las cuales ha medido los retrocesos, resiliencias y resistencias.
En ese sentido, destacó el aumento en la calidad de las elecciones en la mayoría de América Latina, ya que no solo hay competencia, sino competitividad. Además, consideró que existe mayor capacidad de las autoridades electorales, pues los países han avanzado en mayor autonomía y profesionalización.
Asimismo, reconoció mayor capacidad ciudadana y la transformación del sistema de partidos, sin embargo, resaltó que hay países con marcada polarización, utilizada por ciertos actores para enfrentar a los ciudadanos.
Freidenberg concluyó que la democracia “está vivita y coleando”, y aunque se ha fortalecido la dimensión electoral, también existe la erosión en su dimensión liberal.
Explicó que las democracias en América Latina atraviesan distintas tendencias y patrones diferenciados, por lo que la cuestión es qué hacer para robustecer los elementos a favor de la salud democrática, por ejemplo, fortalecer la cultura democrática, disminuir la polarización y trabajar en la confianza ciudadana sobre la democracia.