• Acatlán debe seguir siendo un laboratorio de ideas, un espacio de pensamiento crítico y una plataforma para la justicia social y la defensa de la democracia, dijo Leonardo Lomelí Vanegas
Con información de DGCS-UNAM
La Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán ha sido y continuará siendo plataforma insustituible en la formación de profesionales en diversas disciplinas y piedra angular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas, al presidir los 50 años de esta entidad académica.
Acompañado de la secretaria General de esta casa de estudios, Patricia Dávila Aranda, aseguró que lo que distingue a la FES Acatlán es su vínculo indisociable con la realidad social. Sus proyectos de investigación, su relación con sectores productivos y su quehacer sociocultural han mejorado la calidad de vida de muchas personas.
Por ello, dijo, miramos al futuro con entusiasmo y seguridad, aunque los desafíos son muchos, también estamos convencidos de que esta Facultad y nuestra Universidad poseen la fortaleza, la creatividad, la voluntad y la inteligencia colectiva para enfrentarlos con éxito.
Con A, de Acatlán
Esa entidad, continuó el rector, ha encarnado el espíritu universitario con rigor académico, apertura y vocación de servicio. Ha forjado una identidad propia, caracterizada por la innovación y un impacto significativo en la sociedad mexicana.
La entidad ha sabido evolucionar, ampliando su oferta educativa y adaptándose a los paradigmas sociales y tecnológicos emergentes. Su capacidad de reinventarse y responder a las necesidades del entorno la han convertido en un referente esencial de la educación superior, comprometido con la formación integral de sus estudiantes.
Hace medio siglo, la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, nació bajo la firme convicción de que la educación pública y autónoma debe ser un motor de bienestar nacional, un vehículo para la movilidad social y una puerta de acceso a un pensamiento libre, crítico y transformador.
Vivimos tiempos de desafíos inéditos, agregó: la digitalización, la inteligencia artificial, los crecientes efectos socioambientales del cambio climático, las indignantes desigualdades socioeconómicas, así como las nuevas dinámicas laborales, por mencionar solo algunos retos. Ante esta encrucijada histórica, la Universidad y la FES Acatlán deben erigirse como faros de conocimiento y cambio.
El futuro de esta Facultad se construirá sobre la solidez de su tradición, pero también con la mirada puesta en la innovación, la transdisciplinariedad, la internacionalización y la adaptación a nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Acatlán debe seguir siendo un laboratorio de ideas, un espacio de pensamiento crítico y una plataforma para la justicia social y la defensa de la democracia, donde el saber esté al servicio del país y del mundo, concluyó.
En su oportunidad, la directora de Acatlán, maestra Nora del Consuelo Goris Mayans, señaló que esta Facultad es grande y engrandece. Lo decimos por el trabajo cotidiano de sus profesores y profesoras y por quienes han pasado por nuestras aulas. “Lo decimos por esta hazaña que han sido estos primeros 50 años. Una historia de esfuerzo y compromiso con la educación de los jóvenes y el futuro del país”.
El espíritu de innovación, excelencia y vanguardia es el que nos ha permitido seguir creciendo a lo largo de estos años, no solo en términos cuantitativos sino cualitativos. No sólo hemos aumentado el número de licenciaturas, sino su calidad y su pertinencia académica. “En 2008 fuimos la primera facultad de la UNAM en ofrecer una licenciatura en dos modalidades no presenciales”.
Desde el principio, refirió, tuvimos que repetir: Acatlán, también es la UNAM. Con el paso de los años demostramos que es la Universidad Nacional porque brinda educación de excelencia, porque dispone de personal docente altamente calificado, y porque sus alumnos son conscientes del alto compromiso que significa ser universitario en estas instalaciones.
Por lo que actualmente, añadió, “Acatlán es grande y engrandece” por sus dos mil profesores, 24 mil alumnos, sus 30 hectáreas, 50 edificios y las más de 200 mil personas que han pasado por sus aulas. “Lo decimos por esta hazaña que han sido estos primeros 50 años. Una historia de esfuerzo y compromiso con la educación de los jóvenes y el futuro del país”.
María Magdalena Hernández Valencia dijo que los profesores fundadores, como ella, guardan en la memoria infinidad de anécdotas de esos primeros días de clase, hace medio siglo. “Cómo han pasado los años; puedo asegurar que ninguno de ellos, entonces jóvenes docentes, imaginamos estar aquí hoy, y menos en una escuela convertida en la facultad más grande de la UNAM, con 50 bellos edificios en 30 hectáreas”.
Lo que no ha cambiado es el bullicio, la vitalidad en los salones y los pasillos, de lo más preciado que una escuela puede tener: nuestros queridos alumnos. Muchas gracias a todos esos jóvenes que durante 20, 30 o 50 años nos han dado la oportunidad de un día poder ser llamados maestros, y en especial, a la primera generación de estudiantes. Todos ellos han logrado que la Universidad Nacional cumpla su función como motor de cambio social y de vidas.
En su oportunidad, Luis Mauricio Camargo Badillo, alumno destacado de la licenciatura en Matemáticas Aplicadas y Computación, expresó que en la FES Acatlán celebramos 50 años de historia, de crecimiento, de excelencia. “Que estos primeros 50 años sean solo el comienzo de una historia aún más grande. Una historia que seguiremos escribiendo juntos, con esfuerzo, dedicación y sobre todo, con la convicción de que la educación es la herramienta más poderosa para construir un futuro mejor”.
Aquí, sostuvo, aprendemos que el conocimiento no tiene límites y que siempre hay algo nuevo por descubrir. “Debo decirlo con sinceridad, no ha sido un camino fácil, como muchos. He tenido momentos de duda, de cansancio, de frustración, horas de trabajo en las que la solución parece inalcanzable. Proyectos que parecen no terminar nunca. Ha habido días en los que me he preguntado si realmente soy capaz, si todo este esfuerzo valdrá la pena. Con el tiempo he aprendido que la respuesta es sí”.
En la ceremonia, efectuada en el Centro de Estudios Municipales y Metropolitanos, se develó la placa conmemorativa por el 50 aniversario y se entregaron reconocimientos a los exdirectores: doctor Manuel Martínez Justo, doctor José Alejandro Salcedo Aquino, maestra Hermelinda Osorio Carranza, maestro Víctor José Palencia Gómez e ingeniero José Pedro Agustín Valera Negrete.
También fue reconocida la labor de los profesores fundadores: doctoras Araceli Parra Toledo y María Magdalena Hernández Valencia, así como el maestro Ernesto Mariano José Garreta García.
De igual forma, cuatro colaboradores por años de servicio: Leticia Leonila Ramírez Trejo, por 44 años de antigüedad; Álvaro Bocardi Márquez, por 43 años, así como Leticia Moreno Reséndiz y Francisca Andrés Espino, ambas por 42 años de trayectoria.
Asistieron también Ericka Judith Arias Guzmán y Adalberto López López, secretaria general y decano del Consejo Técnico de la Facultad, respectivamente; así como integrantes de la Junta de Gobierno, directores de facultades y escuelas, y los presidentes municipales de Naucalpan, Isaac Montoya Márquez, y de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, así como egresados distinguidos y comunidad de la FES Acatlán.
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