Por: Marco Antonio Aceves Pérez

 

Crédito imagen: mercadeo.com

Las empresas reclaman integrantes cada vez mejor preparados y para ello recurren a capacitadores que puedan impartir y diseñar los mejores planes para sus necesidades, muchas veces es una labor ardua preparar un buen curso con base en los requerimientos de la empresa, escuela o de la misma plantilla de personal.

Sin embargo, el verdadero trabajo se encuentra dentro de aula o salón de capacitación, allí es donde los asistentes observan cada detalle del curso e incluso del capacitador mismo.

Como capacitadores a veces se cometen errores que pueden generar desconfianza o  cierta incomodidad por parte del público, por eso hay que evitarlos en la medida de lo posible; a continuación comparto los más comunes:

• No tener dominio del tema: Es un error fatal asistir a impartir un curso de capacitación sin haberse preparado con antelación sobre el tema a impartir, para eso se elabora el syllabus con los temas, horarios y bibliografía previamente seleccionados, muchas veces el coordinador se encarga de elaborar dicho documento aunque se recomienda que el capacitador también colaborase para tener conocimiento previo e incluso proponer temas a impartir.

• El equipo no funciona: Cuando las herramientas asignadas no funcionan, como el proyector o la computadora portátil, no hay que hacer tan evidente la situación con frases como “no sé qué paso, ayer estaba bien” “esto no enciende”, quizá ellos ya se percataron, por tanto se debe tener un plan alterno para continuar la clase.

• Usar técnicas de capacitación inadecuadas para el público objetivo: Hay muchas técnicas que se pueden emplear para capacitar pero tenemos que conocer cuál es el público meta, no es lo mismo impartir un curso a estudiantes de universidad que a ejecutivos de una importante empresa, se debe conocer previamente al que será el alumnado del curso.

• Vestimenta errónea: Sucede lo mismo que con el punto anterior, asistir vestido muy formal cuando la audiencia es, por ejemplo, gente que va a tomar alguna capacitación de destreza física; también hay que tomar en cuenta el tipo de curso y los temas a impartir en el curso.

• No saber manejar los distintos perfiles de personalidad: Algunas veces el capacitador se enfrenta con grupos muy proactivos con ganas de aprender, pero también se encuentra con gente que se muestra poco interesada, el capacitador debe saber cómo lidiar y hacer que todos los integrantes del grupo consigan los objetivos del curso, quizá con dinámicas que permitan integrar a los miembros más introvertidos y problemáticos con el resto del grupo.

Tomando en cuenta estas sugerencias y estando en constante contacto con los alumnos será muy sencillo convertir estas buenas prácticas en hábitos que distinguirán como capacitador, su trabajo del resto.