Por: Lic. Gabriela Mejía Escutia
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Con un mundo cada vez más conectado y enterado de todo lo que sucede a nuestro alrededor y mas allá, es imposible que las marcas no consideren tener un plan estructurado de manejo de crisis; además de tener gente con criterio y responsabilidad al manejo de las redes sociales.
Un plan estratégico de manejo de crisis nos permitirá encontrar la mejor salida para minimizar el impacto negativo hacia una empresa o marca, así mismo tomar un tiempo extra para buscar la mejor manera de enfrentar la situación y contar con toda la información necesaria respecto al acontecimiento.
Muchas marcas han vivido experiencias terribles por un mal manejo de sus redes sociales (solo basta mirar el caso Cabify), y si bien es muy difícil hacer que todos los criterios coincidan, las marcas tienen siempre actuar de forma responsable siempre.
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Las crisis no pueden prevenirse, pero si la forma de actuar es vital que la responsabilidad en tiempos de crisis recaiga en una persona con la capacidad y el temple para manejarla.
El ex presidente de los estados unidos John F. Kennedy en 1959 durante un discurso dijo “los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra “crisis” (wei-chi) que significan “peligro” y “oportunidad”, el peligro está claro, Pero aprovechemos también nuestras oportunidades. Porque si están perdidos ahora, nunca volverán”.
Si bien nadie quisiera pasar por esto, se vuelve indispensable contar con un plan estratégico de manejo de medios + una cabeza fría nos puede llevar a encontrar las oportunidades para que logremos salir delante de nuestra crisis.
¿Te desempeñas en áreas de Relaciones Públicas, Comunicación Corporativa o Marketing? ¿Consideras estar listo para atender una situación de esta naturaleza? Es el momento de hacer un ejercicio de conciencia, detectar y atender las oportunidades mostradas para salir avante.
Visita nuestra página www.acatlan.unam.mx/cei y conoce nuestra oferta educativa relacionada con esta temática.
Por: Mtro. Víctor Quijano Portilla
Crédito de la imagen: elempleo.com
En la actualidad, muchas organizaciones están buscando la forma de ser más competitivos, más productivos o más rentables con el fin de continuar creciendo en el mercado.
Una de las formas menos utilizadas para lograrlo – pero muy exitosa y más duradera – es el crear una cultura de servicio al cliente interno que permitirá lograr los 3 objetivos antes mencionados.
Un cliente interno es todo individuo que utiliza los resultados del trabajo (puede ser información, materiales o servicios) de una persona o área dentro de la organización. Este insumo que recibe es necesario para poder realizar correctamente su función.
Al recibir cada persona el insumo necesario, puede realizar su trabajo y entregar otro insumo a su cliente interno correspondiente, y así sucesivamente. De este modo, es bastante claro que cada colaborador dentro de una empresa es cliente y proveedor interno en diferentes momentos del día.
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¿Por qué el servicio interno deficiente genera problemas en la empresa?
Debido a que todos los colaboradores dependen de todos, un servicio interno deficiente disminuye la productividad de la organización porque cada persona que no recibe el insumo correspondiente de su compañero, no puede realizar correcta u oportunamente su trabajo y no entrega el insumo respectivo a su cliente en turno.
Así se va trasladando de persona en persona y de área en área, lo que retrasa cada vez más la entrega al cliente final, dilata la toma de decisiones y por esa razón las empresas se vuelven menos competitivas en un entorno de negocios cada vez más hostil, perdiendo clientes y oportunidades de negocios.
Al perder dichos clientes y oportunidades de negocios, la empresa ve disminuidos sus ingresos y aumentados sus costos, afectando gravemente la rentabilidad de la organización lo que pone en riesgo no sólo su crecimiento, sino hasta su supervivencia.
Durante nuestro estudio (único en su género) sobre el estado actual del servicio interno en México – encuestamos a 11 mil clientes internos, analizamos el desempeño de 11 mil proveedores y observamos 115 mil transacciones de servicio interno – descubrimos algunos datos importantes como:
Después de leer estos datos alarmantes, ¿crees que puede ser competitiva una empresa? Leyendo entre líneas estos datos obtenidos, no es descabellado pensar que las organizaciones deberían tener como prioridad crear una cultura de servicio interno y corregir este desempeño tan precario que los afecta gravemente.
Déjame poner un ejemplo para ilustrar a lo que me refiero:
Imagina a un empresario dueño de una pequeña fábrica de zapatos que cuenta con áreas como: fabricación, control de calidad, compras, finanzas, recursos humanos, ventas, distribución, sistemas y servicio al cliente.
Veamos el escenario de una transacción de servicio interno en cada una de ellas y cómo afecta al resto de la empresa:
1) Si compras no consigue a tiempo la materia prima para fabricar los zapatos, se retrasan las entregas a las zapaterías que compran, provocando ventas perdidas, o cancelaciones de pedidos.
Tal vez para no retrasar las entregas, pagan horas extras al personal para cumplir las fechas de entrega, lo que aumenta nuestros costos de fabricación.
2) Si el área de control de calidad no revisa y libera a tiempo los zapatos fabricados, también se puede retrasar la entrega, o para no retrasarla pagarán por un camión exclusivo en vez de uno consolidado, o enviarían por avión en vez de transporte terrestre; lo que definitivamente aumenta sus costos de distribución.
3) Si el área de finanzas no autoriza a tiempo los pedidos de las zapaterías, se retrasa la fabricación del producto o la entrega del mismo, provocando alguna de las consecuencias que ya platicamos antes.
4) Si el área de recursos humanos no pasa a tiempo la información de la nómina a pagar con el área de finanzas, no se podría realizar, afectando la productividad de la organización, y retrasando todas las funciones de la empresa.
5) Si el área de ventas no entrega a tiempo los pedidos al área de servicio al cliente, no podrán solicitar oportunamente la fabricación o entrega de los mismos.
6) Si el área de sistemas no resuelve a tiempo el problema de la emisión de facturas para los clientes, retrasará el envío y el cobro de las mismas, obligando a finanzas a dilatar algunos pagos o invertir más tiempo en conseguir dinero para cumplir las obligaciones contraídas.
7) Si el área de finanzas no paga a tiempo a los proveedores de materias primas, el área de compras no podrá conseguir a tiempo (o la cantidad necesaria) el surtido de materiales para la fabricación de los pedidos. O tendrá que invertir más tiempo en buscar nuevos proveedores que surtan los requerimientos.
Puedo documentar casos de cada área que – como puedes darte cuenta – se vuelven un círculo vicioso que afecta a varias o incluso a todas las áreas de una organización sin importar su tamaño.
En cualquiera de estos ejemplos, notarás que se retrasa la entrega de un servicio interno o que el proveedor deba invertir mayor cantidad de tiempo para intentar retrasarla lo menos posible. Sin embargo, eso los distrae de otras actividades que deben realizar, por lo que se afecta la productividad mencionada.
Por supuesto, también observaste que puede aumentar los costos de la empresa derivado de muchas acciones que se deben tomar para que las fallas afecten lo menos posible.
¿En verdad considera que viviendo esta realidad todos los días una empresa puede ser competitiva o productiva?
Me causa bastante curiosidad que muchos ejecutivos se preocupan por todo el tiempo que pierde su personal durante el trabajo -porque baja su productividad- en actividades que son más conocidas como: Uso de Internet, Redes Sociales, tomar Café, Platicar con compañeros de trabajo, etc.
Pero no se han dado cuenta que ninguna persona pierde tanto tiempo -ni juntando todas esas actividades- como lo hace por entregar y recibir un servicio interno mediocre.
¿Saberlo te genera suficiente preocupación como para hacer algo urgente? En el curso “Comunicación y Servicio al Cliente Interno” que se imparte en los Centros de Capacitación Ejecutiva e Idiomas de Fundación UNAM y la FES Acatlán, puedes acceder al conocimiento necesario para establecer estrategias efectivas que mejoren la calidad en el servicio para todos tus clientes.
Si deseas solicitar más información, escríbenos a capacitacion@funam.mx, visita nuestra página www.acatlan.unam.mx/cei o llámanos al 5536-9699.
Por: Lic. Carlos Cárdenas Reynaud
Crédito de la imagen: Pontificia Universidad Javeriana
Hoy en día y más que nunca, el liderazgo efectivo en el ambiente laboral es la respuesta a los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones.
Cualquier tipo de organización necesita liderazgo, en todos sus niveles. Los líderes son capaces de inspirar, influenciar, motivar y comprometer a la gente. Frente a un entorno que es cada vez más complejo e inestable, las organizaciones tienen que adaptarse rápidamente, anticiparse a los cambios e innovar, o desaparecer.
El liderazgo es tan antiguo como la humanidad misma, y ha pasado por una evolución histórica que lo sitúa en la actualidad como un factor decisivo de éxito en cualquier organización, ya sea una empresa pública o privada o bien una institución académica.
El líder surge de forma espontánea en cualquier grupo humano, y está formado siempre por dos componentes básico que son la autoridad y el poder. Todas las teorías que abordan el liderazgo (Douglas Mac Gregor, Kurt Lewin, Robert Tannenbaum, Blake y Mounton, Hershey y Blanchard y otros), hacen hincapié en estos dos componentes.
Crédito de la imagen: nuriaprenafeta.com
Es en fechas recientes cuando retomando la forma de conducir grupos humanos entre las culturas ancestrales, han surgido dos conceptos asociados al liderazgo y que son el “empoderamiento” o “Empowerment”, y el “entrenamiento” o “Coaching”.
Ambas ideas ponen de manifiesto la enorme importancia de temas como la habilidad para delegar y controlar, los valores éticos, el decisivo impacto de la comunicación asertiva entre el líder y su equipo, y por supuesto la confianza mutua.
El conocimiento teórico y la aplicación práctica de todas estas técnicas permiten al líder, tener un estilo de dirección que promueva el crecimiento propio, así como la madurez de los elementos de su equipo de trabajo.
Es así que el líder desarrolla un método que le permite enfrentar y resolver tanto problemas no formales como problemas formales, llevándolo desde una postura basada en la rígida autoridad, hasta la autonomía casi absoluta del personal a su cargo, dándole oportunidad al directivo de enfocar su atención en el futuro y la planeación estratégica, adelantándose en forma pro activa a las situaciones siempre cambiantes del entorno.
El curso “Liderazgo en el Trabajo” que se imparte en los Centros de Capacitación Ejecutiva e Idiomas pertenecientes a la Fundación UNAM y la FES Acatlán, está diseñado para serle útil desde a aquella persona que nunca ha ejercido su liderazgo pero que es consciente de que su desarrollo personal la llevará pronto a tener personal a su cargo, hasta aquella persona que ha ejercido su función de líder utilizando técnicas poco eficientes o no satisfactorias y que aspira a tener un estilo de liderazgo mejor, más humano, con un mayor contenido ético y por lo tanto satisfactorio y exitoso, no solo para el directivo, sino para todo su equipo de trabajo y consecuentemente para la empresa misma.
La metodología didáctica utilizada en este curso es prácticamente a nivel personal, ya que es imposible asumir que los asistentes están todos en el mismo nivel (principiante, medio, o avanzado), y se consigue con la participación muy activa de todos en el análisis de situaciones típicas del líder y en la exploración sistemática de las diferentes alternativas de solución.
Esta metodología consiste principalmente en exponer primero en forma teórica las principales corrientes de liderazgo y luego analizar en forma critica las ventajas y desventajas de la utilización de cada una de ellas, en casos específicos, si es posible tomados de la vida real y de las experiencias de cada uno de los asistentes al curso.
Si deseas solicitar más información, escríbenos a capacitacion@funam.mx, visita nuestra página www.acatlan.unam.mx/cei o llámanos a los números 5871-8735 y 5536-9699.
Por: Lic. Paulo Christian Nava Contreras
Crédito de la imagen: crece negocios.com
Si tú, querido lector, naciste antes de los 90’s, puedes confirmarme que las formas en las que hoy en día se dan a conocer y se accede a los diferentes productos y servicios son completamente distintas a las que se utilizaban el siglo pasado.
Los productores y la gran industria disponían de limitadas y costosas herramientas de difusión y de convencimiento para favorecer las decisiones de compra entre uno y otro competidor, sin embargo, fue a partir de los años 90 que tácticas alternativas adicionales se han dado a conocer, se han utilizado y han resultado exitosas. Hoy, con el auge de los medios sociales, se han incorporado alternativas extras que permiten llegar en diferentes lugares y momentos a los usuarios potenciales y cautivos.
Así es el cliente del Siglo XXI, multiplataforma y nosotros como oferentes de cualquier tamaño y de cualquier producto y servicio debemos considerar estar presentes en todos los espacios en los que nuestros clientes lo estén.
Hoy, la publicidad tradicional toma un papel secundario perdiendo su exclusividad y relevancia en el desarrollo de cualquier plan de promoción y tomando un rol de soporte; si deseamos tener un acercamiento efectivo con nuestros usuarios cautivos y potenciales, debemos contemplar, al menos, dos de las seis tácticas de las que hoy disponemos:
Crédito de la imagen: topformacion.es
La elección de herramientas debe estar siempre basada en un análisis a conciencia del perfil de nuestros clientes. Si no invertimos el tiempo y el recurso necesario en conocerlos, cualquier táctica, por más efectiva que parezca, no será funcional, ya que, será el equivalente a hablarle al viento.
Si deseas adquirir conocimientos relacionados con mercadotecnia, comunicación digital, redes sociales, relaciones públicas y promoción, los Centros de Capacitación Ejecutiva e Idiomas pertenecientes a la Fundación UNAM y a la FES Acatlán cuentan con programas relacionados con estas temáticas, listos para ser impartidos en tu organización además de grupos abiertos al público en general.
Solicita más información escribiendo a capacitacion@funam.mx, visitando nuestra página www.acatlan.unam.mx/cei o llamándonos a los números 5871-8735 y 5536-9699.
Por: Lic. Isis De la Parra Rodríguez
Crédito de la imagen: OmbuShop.com
Esta es la era en la que un dispositivo inteligente no distingue el nivel socio económico de las personas ni diferencia el beneficio o perjuicio de las “ventanas” que sean abiertas por cada par de manos que navegan y generan información que invariablemente, permean en el individuo, su discurso y comportamiento.
En ese contexto y aunado a la gran cantidad de canales que existen, la complejidad de la interpretación solo es la punta del iceberg, lo realmente importante está en asegurar la base que genera información válida para comprender actitudes, comportamientos, tendencias y por supuesto tomar decisiones.
Como toda coyuntura, detona oportunidades y capacitarse para ser generadores de contenido valioso por la validez de sus fuentes y la interpretación objetiva orientada a la toma de decisiones es una ventaja competitiva para cualquier profesionista, tal como describió de Leo Burnett, padre de la publicidad honesta “No me digas lo bien que lo haces; dime lo bueno que me hace cuando lo utilizo”.
La habilidad de atender con información inteligente a la estructura de estrategias organizacionales en materia de ventas o comunicación con clientes ambas, ejes de la sustentabilidad de cualquier negocio, es una ventana para que desde cualquier área un emprendedor, colaborador o directivo precise los puntos relevantes y la mejor forma de hacerlo es, analizando al segmento que posee esa información.
Crédito de la imagen: milkround.com
“Los ¿cómo hacerlo?” es materia de pocos e interés de muchos ya que implica capacitarse para lograr una visión amplia para que, el planteamiento de hipótesis se encuentre con la forma de probarlas o rechazarlas.
Los centros de Capacitación Ejecutiva e Idiomas pertenecientes a la Fundación UNAM y a la FES Acatlán, ha enfocado esta oportunidad, a través del curso “Desarrollo de Inteligencia de Mercados”. Se trata de un espacio incluyente ávido de interacción multidisciplinaria en la que preparar a los participantes para diagnosticar y diseñar una metodología que resuelva dudas claves en cualquier tipo de negocio es el objetivo principal.
A la conclusión de este curso, será posible para los participantes definir con claridad los caminos para atender una necesidad de información, se integra además el valor del “saber hacer para pedir” a través de una exploración de los puntos clave a supervisar cuando se requiere el apoyo de terceros y con ello potenciar el aprovechamiento de los recursos destinados a una estrategia efectiva.
Si tú y/o tu organización se han enfrentado a la incertidumbre de tomar una decisión sin confiar en los datos que dan lugar a ella o la indecisión entre aprovechar o no una oportunidad por la falta de información confiable, este curso es el medio ideal para prepararse y ser protagonistas de acciones efectivas para evitarlo.
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