Las actividades del 1er Congreso Latinoamericano de Recursos Hídricos y Cuencas continuaron con la mesa magistral Agua y vida: restaurar el equilibrio con soluciones basadas en la naturaleza, que reunió a expertos en la materia con el objetivo de transmitir la importancia del agua como eje fundamental de la vida y el ambiente mediante la presentación de las Soluciones Basadas en la Naturaleza para la conservación, gestión sostenible y restauración del líquido.
El doctor Luis Manuel Martínez Rivera, Coordinador General de la Red de Monitoreo de Reservas de Agua (REDMORA), subrayó en el diálogo el papel que juega el líquido vital en los ecosistemas. “Somos parte de un mundo que es 73 por ciento agua”, realzó.
“La vida en la Tierra empezó hace mil 700 millones de años” en este líquido, donde “se formó el primer compuesto químico que generó los microorganismos y después todo el proceso de evolución”, expuso el ponente. Sin embargo, el rol de este recurso no está limitado al pasado, ya que “no tenemos futuro” sin agua.
Además de la función como creadora de vida, este recurso es “el componente que nos maneja”, informó en El agua como eje fundamental de la vida y los ecosistemas. “Nos ayuda no solo al transporte de nutrientes, sino también nos da la estructura, consistencia de células y tejidos, y termorregulación”, indicó.
En tanto, el doctor Aldo Iván Ramírez Orozco, introdujo los desafíos actuales y amenazas a los sistemas de agua con la presentación del ciclo hidrológico alterado, resultado de ejercer “muchísima presión al balance natural”, debido a usos industriales, agrícolas y el consumo humano.
El ciclo del agua “sigue existiendo, pero se modifican mucho sus componentes”, señaló. La construcción de ciudades, por ejemplo, interfiere con “la infiltración, la percolación y por lo tanto la recarga de los acuíferos”, explicó el miembro de la Academia de Ciencias. En balance, “vemos más agua superficial, que nos empieza a general problemas”, como las inundaciones.
La maestra María Ana Rodríguez, habló de la iniciativa que ha implementado el manejo conjunto con dos empresas privadas que requieren al líquido vital como “factor crítico en su producción”, por lo que “buscan compensar en la medida de lo posible las extracciones que realizan”, puntualizó.
Este proyecto tiene como idea “realizar aprendizajes conjuntos con acciones colectivas, entendiendo que estos desafíos complejos no se pueden atender de manera individual”, recalcó.
La iniciativa “va impulsada a la gestión sostenible de aguas subterráneas” en tres acuíferos localizados respectivamente en Calera, Zacatecas; Apan, Hidalgo y la Ciudad de México, precisó. Lugares seleccionados por localizarse en zonas de alto riesgo hídrico, con mayor escasez de agua.
Al cierre de la mesa, con Hacia un futuro hídrico resiliente: nuestro compromiso colectivo del doctor Sebastián Guzmán Díaz, quien compartió “una visión de futuro aterrizada más allá de ideas ilusorias” con el propósito de “comprender lo complejo de alinear actores para estructurar proyectos que buscan la resiliencia hídrica”.
El ingeniero en energía por la UNAM sostuvo que todos “juegan un papel importante”, el cual comienza con las organizaciones de sociedad civil. “Es nuestra función construir tejido social”, expresó, de lo contrario, “la ciudadanía no se apropia de los proyectos”, lo que lleva al fracaso de los financiamientos y evita la consolidación de acciones a largo plazo.
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