• Reflexiona Jacobo Dayán sobre retos sociales ante ese problema
“La desaparición de personas en México no es un problema colateral ni aislado; es el delito más atroz y al mismo tiempo más silenciado de nuestro tiempo”, afirmó el especialista Jacobo Dayán Askenazi, Director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en la primera sesión del Seminario Permanente Violencias, movilidades humanas y trata de personas.
El especialista en Derecho Penal Internacional señaló que la violencia en el país se ha multiplicado en las últimas dos décadas a partir de políticas de seguridad fallidas, basadas en la militarización y el encarcelamiento sin debido proceso. Recordó que en los últimos 18 años, México suma más de 600 mil asesinatos y al menos 120 mil desapariciones oficialmente reconocidas, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. “Vivimos en un país con miles de fosas clandestinas y una impunidad cercana al 98 por ciento. La justicia y la verdad están ausentes de la estrategia del Estado”, enfatizó.
Las desapariciones encubren otros delitos como la trata de personas en tres modalidades: explotación sexual, esclavitud laboral y reclutamiento forzado del crimen organizado. Este fenómeno, advirtió, refleja la complicidad de autoridades en distintos niveles y genera escenarios donde víctimas pueden convertirse en victimarios. “Estamos frente a un tejido social rasgado, en el que jóvenes desaparecen tras acudir a supuestas entrevistas de trabajo o son obligados a integrarse a grupos criminales”, detalló en conferencia el también activista.
El ex titular de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes de la UNAM alertó sobre la narrativa oficial que tiende a responsabilizar a las víctimas y desmovilizar a la sociedad. “La idea de que ‘en algo andaban’ quienes son asesinados o desaparecidos solo reproduce la indiferencia. La responsabilidad de transformar este país no puede recaer únicamente en las instituciones, sino también en la ciudadanía, en los medios, en la academia y en los movimientos sociales que ya resisten”, detalló.
Jacobo Dayán dijo al estudiantado reunido en la Unidad de Investigación Multidisciplinaria II del plantel que “en momentos extraordinarios de violencia no basta con hacer lo que nos toca; debemos hacer un poco más. No se trata de gestos heroicos, sino de asumir una causa cercana, resistir en colectividad y evitar que el horror se normalice”.
Vulneran la dignidad
Al participar en el acto, la Directora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Maestra Nora Goris Mayans, destacó que la trata de personas constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos en pleno siglo XXI. “Algunas personas aún creen que la esclavitud es cosa del pasado, pero la trata sigue vulnerando la dignidad de miles de personas sin distinción de edad, género o condición social”, afirmó.
Hizo ver la importancia de escuchar voces como la de Jacobo Dayán, a quien reconoció como autor de obras clave como Crisis o apocalipsis: el mal de nuestro tiempo y República de Weimar: La muerte de una democracia vista desde el arte y el pensamiento. “Estos textos nos ayudan a comprender el presente y a imaginar alternativas para el futuro. Jacobo no solo habla con claridad, también escribe con una fuerza que invita a la reflexión crítica”, aseguró Goris Mayans.
La directora del campus llamó a los estudiantes asistentes a ejercer el pensamiento humanista y a comprometerse con la transformación social desde la formación universitaria. “El papel de cada uno debe estar centrado en las personas y en sus derechos. Solo así cualquier profesión podrá ejercerse con ética y compromiso social”.
Del mismo modo, Goris Mayans exhortó a la comunidad a no desesperarse: “La esperanza somos nosotros mismos. Cada colectivo, cada acción individual suma a la construcción de un futuro más justo y digno. Desde la UNAM y desde Acatlán, nuestra misión es mantener abiertos los espacios de reflexión y de resistencia ante un país que no puede seguir normalizando la violencia”.
El evento estuvo moderado por el doctor Luis Mario Fuentes Alcalá, titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).