• Mandatario de EUA, excelente empresario; pésimo político
A poco más de 100 días del segundo mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha retomado el discurso nacionalista y proteccionista con la promesa de “hacer grande a América” (Make America Great Again). Sin embargo, las políticas implementadas hasta ahora y los efectos revelan profundas contradicciones entre promesas y la realidad geopolítica y económica global.
Durante la conferencia Reflexiones económico políticas sobre el gobierno de Donald Trump, el maestro Pablo Candelaria Webster señaló que las acciones del mandatario deben entenderse en el contexto de la economía global reconfigurada, donde “la economía estadounidense está nadando en sus deudas, pero además desindustrializada”, lo que ha llevado a Trump a impulsar el “vuelco a una economía proteccionista con el establecimiento de aranceles recíprocos, pero de manera unilateral”.
Estas políticas arancelarias no están dando los resultados esperados: “Más que un propósito deliberado de tener mayores ingresos, pareciera un amago para tener una posición fuerte en la negociación de cuál va a ser la orientación que adoptará el sistema económico ante la declinación que ha tenido el poderío de Estados Unidos”, expuso durante la disertación en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.
De acuerdo con Candelaria Webster, el efecto inflacionario de los aranceles y el impacto en la elasticidad de la demanda podrían generar cierta caída en las ventas, lo que finalmente reduce los ingresos esperados. Así, la política orientada a proteger a la industria nacional termina afectando al consumidor y debilitando a las empresas estadounidenses.
La actuaria Zaira López Díaz presentó una encuesta entre estudiantes de la FES Acatlán. La mayoría calificó al gobierno mexicano como “sometido” frente a las políticas del presidente estadounidense. Esta percepción evidencia no solo el impacto de las decisiones de Trump sobre México, sino también desconfianza sobre la autonomía del gobierno nacional en la relación bilateral.
López Díaz aseguró que Trump enfrenta una fuerte crisis interna: “es un personaje que tiene más problemas internos que externos y se habla de que dentro de su país se esté configurando una posible guerra civil”. Esto refleja el nivel de polarización social al interior de Estados Unidos, en buena parte alimentado por el discurso excluyente del propio mandatario.
La maestra Mariana Tercero Ruiseco, profesora de Ciencia Política, subrayó que el discurso de Trump no siempre se traduce en acción coherente. “Una cosa es lo que decimos y otra lo que realmente estamos haciendo”, pues muchas de sus promesas de campaña, como la reducción del déficit, la creación de empleos o la relocalización industrial, instrumentadas de forma “selectiva” o “inconsistente”, favoreciendo a ciertos sectores y estados clave para sus intereses electorales.
La política energética de Trump ha privilegiado los combustibles fósiles, ralentizando la transición energética y generando tensiones internacionales: “Ha dejado vacíos de poder en escenarios internacionales que están siendo ocupados por potencias emergentes”, por lo que la administración del presidente estadounidense es “una especie de gerencia corporativa donde solo se apoya a quienes están políticamente alineados con él”, añadió en el evento, organizado por el Programa de Economía de la FES Acatlán.
El licenciado Adán René Alonso Vizzuett criticó la falta de coherencia entre las decisiones políticas de Trump y las necesidades reales de Estados Unidos. “Trump no es un animal político, es un ególatra y está comportándose como un rey”. Sostuvo que el presidente estadounidense está llevando al país hacia una “limpieza étnica al estilo hitleriano”, en referencia a la política migratoria.
Alonso Vizzuett definió a Trump como “un ignorante con iniciativa y poder”, frase que retoma del reverendo Martin Luther King y que en opinión del académico ilustra a la perfección el peligro que representa un liderazgo desconectado de la realidad, pero con gran capacidad de decisión.
Mientras tanto, México deberá fortalecer la agenda nacional para no quedar atrapado en las inconsistencias del vecino del norte. Porque, como concluyó Mariana Tercero, “las contradicciones entre lo que se promete y lo que se implementa tienen consecuencias reales —económicas, sociales y políticas— no solo para Estados Unidos, sino para toda la región”.